Los participantes al IV Encuentro Hemisférico de Lucha Contra el ALCA se reunieron en la tarde del miércoles con el objetivo de buscar alternativas para luchar contra la Organización Mundial de Comercio (OMC), una de las urgencias actuales de la agenda antineoliberal.

Un panel integrado por representantes de organizaciones y movimientos sociales, con la consigna “Estrategia de lucha de cara a Hong Kong”, debatió sobre el estado actual de las negociaciones económicas que impulsa la OMC, la cual espera celebrar este año dos reuniones claves: su consejo general, en el mes de julio, en Ginebra, y la reunión ministerial, en Hong Kong, en el mes de diciembre.

A ambas citas la OMC no irá a negociar, sino que llevará acuerdos concretos de privatización que ha venido concertando con el apoyo de varios gobiernos, encabezados por los Estados Unidos y la Unión Europea.

Los panelistas expresaron cómo la Organización Mundial de Comercio, una organización fundada hace ya diez años, intenta patentar un modelo único de vida mediante el control financiero y la privatización de los servicios públicos, la agricultura y la propiedad intelectual.

“La OMC es la más poderosa de las organizaciones que van en contra de lo que queremos como pueblos, la paz, la democracia, los derechos humanos y el desarrollo. No incluye solamente el comercio. El capitalismo promueve a través de la OMC el control sobre todos los aspectos de la vida humana: la salud, la educación, el trabajo, el transporte, la alimentación…”, dijo la norteamericana Deborah Jones, integrante de la organización Global Exchange.

Ante tal coyuntura, la alianza continental de lucha contra el ALCA propone, en primer lugar, insertar el combate a la OMC en la misma agenda de lucha contra el ALCA, y no como algo independiente. En segundo lugar, presionar desde los movimientos sociales a los gobiernos del área para que hagan públicas sus intenciones y negocios con la OMC, y para que no comprometan más ningún recurso o servicio antes de la reunión de Hong Kong.

OMC vs. agricultura

Gilmar Mauro, dirigente de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) de Brasil dijo que la OMC intenta posesionarse de los principales renglones económicos de los países en desarrollo, entre ellos la agricultura, con el objetivo de desnaturalizar las industrias nacionales y darle libre acceso al liberalismo económico.

La OMC y los poderes que ella representa, comentó Mauro, controla todo el espectro de la vida agrícola. Desde el dominio de la industria de insumos para la agricultura, la producción de semillas, la investigación científica y la creación de patentes, hasta la privatización de los recursos naturales de la biodiversidad de la América Latina, como es el caso de la Amazonía.

Para el hombre y la mujer campesinos todo lo que tenga que ver con Tratados de Libre Comercio, ALCA, OMC o Banco Mundial representa su propio fin. Con la privatización, la entrada de tecnología y la consiguiente reducción de mano de obra, el continente está perdiendo fuentes de empleo que difícilmente podrá recuperar, expresó el dirigente del MST, quien dijo además que el neoliberalismo no se queda de brazos cruzados frente a nuestra lucha y hace todo un trabajo de “base” con el apoyo de los medios de comunicación.

“No tenemos dudas de que si se aplica este modelo, con certeza absoluta vamos a tener muchísimos problemas. O combatimos para derrotar a la OMC, el ALCA y todo lo que eso significa o seremos destruidos por completo. Tenemos que encontrar alternativas para llegar al pueblo, para llegar a los más jóvenes, para buscar la unidad de los movimientos rurales y urbanos y potenciar la lucha de masas. La victoria será nuestra si seguimos luchando”, concluyó.