Queremos vivir en dignidad!

2004-11-19 00:00:00

La Federación Internacional de Movimientos de Adultos
Rurales Católicos, FIMARC, dentro del plan de trabajo
continental latinoamericano, ha celebrado en Lima Perú del
4 al 13 de noviembre de 2004, el seminario andino: ALCA
(Area de Libre Comercio de las Américas) TLC (Tratado de
Libre Comercio) y café en la Subregión Andina. FIMARC está
adelantando la Campaña Mundial a favor de los productores
medios y pequeños de café arruinados por la crisis mundial
cafetera; así mismo promueve la soberanía alimentaria como
parte del esfuerzo por un verdadero desarrollo para todos
en la unidad de los campesinos, productores y trabajadores
del mundo rural, cada vez más deteriorado por el modelo
neoliberal. Nuestra entidad concluye el seminario con la
presente

DECLARACIÓN PUBLICA

Decimos no al ALCA/TLC porque es una obligación moral y una
conclusión derivada del estudio sobre el tema por razones
como las siguientes:

1. Es un nuevo atentado contra las economías, las culturas
y los derechos de las comunidades rurales, las cuales no
podrán competir en el mercado con grandes productores de
E.U. subsidiados, tecnificados y ayudados por productos
transgénicos, rentables, pero altamente dañinos para la
salud humana y el ambiente. El mundo rural incluida la
naturaleza (biodiversidad y minerales) solo se mira en su
valor económico, según la lógica de un modelo de desarrollo
que ha vuelto mercancía los valores humanos, la vida misma,
el trabajo, la tierra, la cultura.

2. ALCA/TLC establece el control de los mercados de bienes
y servicios por parte del gran capital financiero.
Favorece, aun más, a los inversionistas extranjeros por
cuanto pueden seguir aumentando la deuda que estos países
(o sus gobiernos) han contraído y no están obligados a
cumplir leyes o reglamentos que los regulen. Es fácil
constatar que las reformas laborales y tributarias de los
estados se hacen para garantizar los pagos a los bancos
internacionales y abaratar la mano de obra rural y urbana.

3. ALCA/TLC, como otras expresiones de la política
neoliberal imponen la privatización del patrimonio de las
naciones más débiles. Se están feriando la salud, la
educación, la energía, las empresas públicas, la
naturaleza, se venden a compradores internacionales. En
Perú las zonas de reserva ambiental pasan a ser explotadas
por gigantescas corporaciones mediante concesión. Las
semillas transgénicas (OGM) y el sistema de patentes,
reemplazan a las semillas nativas, favorecen a los grandes
agroindustriales y a las empresas distribuidoras de
insumos, mientras se hace imposible la soberanía
alimentaria para los campesinos.

4. Las comunidades, las aldeas y pueblos campesinos e
indígenas se han sostenido por la fuerza de la solidaridad,
el sentido de vida colectiva, sus nexos vivos con la
naturaleza, por su capacidad de generar conocimiento con
otras lógicas y métodos. Hoy su existencia está gravemente
amenazada. Por los medios del sistema neoliberal se
promueve el individualismo. Podemos constatar que en
algunas comunidades hay gente aparentemente convencida de
que puede salvarse si encuentra el significado de dos
palabras que parecen mágicas: competitividad y
productividad. Algunos gobiernos y el Banco Mundial. venden
paquetes educativos de la misma manera que hace un tiempo
vendían los programas de transferencia tecnológica que ni
antes ni ahora van a conducir a un verdadero bienestar
humano y social.

5. Consideramos que están en riesgo los Derechos Humanos
fundamentales. De modo particular hay que denunciar la
manera como se lesionan el derecho a la cultura, al cuidado
y disfrute de la humanidad a la biodiversidad, al trabajo,
a la identidad. Además de que se aniquila la soberanía de
la nación, la soberanía alimentaria y energética. Se impide
construir y defender más que el acceso a la educación, el
derecho a definir la educación que se quiere en ejercicio
de la soberanía cultural.

El seminario regional de FIMARC,

PROPONE:

1. Sumar las voces de los participantes a la de todos
aquellos que en el mundo construyen y buscan alternativas
al modelo imperante de desarrollo a la vez que rechazan
tratados injustos como TLC, estrategias como ALCA que
atentan contra los DERECHOS ECONOMICOS, SOCIALES,
CULTURALES, POLÍTICOS Y CIVILES de los pueblos.

2. Invitar a los movimientos y organizaciones sociales,
políticos y religiosos; a la iglesia desde su opción por
los pobres; a fortalecer los lazos que nos unen a un
destino común; tanto en la movilización contra ALCA/TLC
como en la constitución y fortalecimiento de un verdadero
desarrollo, entendido como bienestar individual y
colectivo, espiritual y material de los hombres, mujeres,
niñas y niños del mundo rural. A continuar construyendo,
sistematizando y apropiando conocimientos y tecnologías que
contribuyan a la prosperidad y el desarrollo desde las
comunidades, las microregiones y todos los espacios
locales.

3. Ante las formas de negociación impuestas
unilateralmente, promover estrategias basadas en la
Democracia Participativa como son las negociaciones
públicas, el respeto y ampliación de los mecanismos
jurídicos que favorezcan tanto a las mayorías, como a las
culturas y la riqueza natural; transparencia en las
relaciones internacionales, y negociaciones abiertas en el
conjunto de los países de Latinoamerica en vez de
negociaciones por subregiones o por países.

4. Difundir, animar, divulgar y consolidar todas aquellas
iniciativas que se dirijan a fortalecer la unidad de la
humanidad, el diálogo intercultural, la unidad de los
movimientos y comunidades de base. Son particularmente
importantes en el mundo rural como lo promueve la FIMARC,
el acceso a la tierra, a los medios de producción; el
derecho a disponer libremente de las semillas producidas
por los agricultores, la diversidad cultural constructiva y
crítica, el cuidado del agua y la conservación del ambiente
natural y cultural; por parte de quienes son usufructuarios
tradicionales de la biodiversidad

5. La capacitación, la educación y la formación, apropiadas
y orientadas al bienestar rural, son medios y estrategias
para construir las identidades, formar personas capaces de
transformar positivamente el entorno, apropiar
conocimientos y preservar las culturas. Por ende se propone
continuar un esfuerzo común para formarnos como plantadores
de un mundo justo y más humano, una sociedad que garantice
la dignidad, la integridad y la integralidad de todas las
personas.

¡QUEREMOS VIVIR EN DIGNIDAD!

Lima, 13 de noviembre de 2004