La Ronda de Guayaquil: Todo a cambio del ATPDEA
Los gobiernos andinos fueron presionados, no hay definiciones en
las mesas y todo depende de la voluntad política de los gobiernos. Se
acerca la hora de las definiciones y en el último minuto los andinos
se transarán por mantener las preferencias del ATPDEA y firmar algo
parecido a lo que ya firmaron Chile y Centroamérica.
En vísperas de la cita de Guayaquil el ambiente andino estaba
caldeado. Perú había solucionado tres de los ocho conflictos que
tenía con empresas norteamericanas 3M, Northrop Grumman y Big 3
Marine, pero faltan por resolver los casos de Arcadis, Le Torneau,
Luz del Sur, Engelhard y Priceton Dover; el presidente Toledo
registraba una popularidad de 11,8 por ciento en Lima, la ciudad más
grande del país; Álvaro Uribe, presidente de Colombia, en su visita a
Perú, afirmó que el TLC no podía ser bloqueado por fundamentalistas
de izquierda; mientras en la ceremonia de instalación de la Ronda,
Lucio Gutiérrez, quien apenas obtuvo el cinco por ciento de los votos
en las elecciones realizadas la semana anterior, dijo que había que
suscribir el tratado y que la alternativa era sí o sí, ahora
Gutiérrez está amenazado por la oposición de hacerle un juicio
político por corrupción; las divisiones en su interior han limitado
su capacidad de decisión y en buena parte lo sostiene su relación
con Estados Unidos. Al mismo tiempo recibe la presión norteamericana
para que resuelva litigios pendientes con varias multinacionales
Durante los días anteriores a la cita, en Colombia un millón de
personas hicieron manifestaciones contra el TLC y los indígenas,
camioneros y arroceros hicieron fuertes movilizaciones. En Ecuador se
lanzó una campaña promovida por 120 organizaciones para exigir una
consulta popular antes de la ratificación del tratado y en Perú la
oposición comenzó a recoger firmas para que el parlamento estudie una
ley que establezca un marco para las negociaciones de tratados
internacionales.
La ministra de Comercio exterior de Ecuador, Ivonne Baki, tuvo que
hacer la preparación para la ronda de negociaciones por fuera de su
oficina ya que una huelga de los empleados del ministerio de
agricultura le impidió el acceso a la misma.
Faltando dos rondas para culminar las negociaciones del Tratado de
Libre Comercio con Estados Unidos, en Guayaquil la estrategia andina
fue nuevamente supeditarse a las definiciones de Estados Unidos en
materia de temas y ritmos de negociación. Al iniciarse las
negociaciones, en Cartagena, los voceros andinos habían anunciado que
se abordarían primero los temas difíciles para no tener que
resolverlos al final bajo la presión del tiempo, pero por decisión
norteamericana los temas llamados difíciles han quedado para el
final.
En propiedad intelectual y agro no hubo ninguna definición en
Guayaquil y mientras en la primera se sigue examinando el texto que
Estados Unidos presentó al comienzo de las negociaciones, los
norteamericanos declararon que este tema lo dejarán para la última
ronda, lo cual fue calificado por Germán Holguín de Misión Salud como
una forma indebida de presionar. En el tema agrícola las ofertas
"mejoradas" de Estados Unidos resultaron nuevamente conservadoras a
juicio de los empresarios colombianos. Desde hace varias rondas se ha
anunciado que los países andinos están esperando para la siguiente
una oferta mejorada de Estados Unidos en materia de acceso a mercados
y esa oferta nada que llega y la que se presentó en vísperas de
Guayaquil no se acerca a lo que los andinos ya tenían con el ATPDEA.
El piso y el techo
En Puerto Rico Regina Vargo había anunciado que se obtendría al menos
el ATPDEA y en Guayaquil anunció que al final habría un ATPDEA plus,
pero la evolución de sus ofertas concretas en la mesa de
negociaciones muestra que lo dará a cuenta gotas a medida que los
andinos hagan una concesión tras otra.
El reporte inicial de la ronda de Guayaquil es bastante magro; el
negociador ecuatoriano lo refleja al manifestar su preocupación por
"no ver en la oferta estadounidense la consolidación de las
preferencias del ATPDEA". La señora Vargo dijo claramente que se
"tendrán en cuenta" las preferencias existentes no que ellas son un
piso y añadió que Estados Unidos tiene intereses ofensivos en
cereales y granos.
Desde la ronda de Puerto Rico, e incluso antes, el asunto estaba
claro, Colombia aspira a "casi todo el ATPDEA" y EEUU al final lo
concederá pero no será el punto de arranque de las negociaciones,
sino la meta de las mismas; para lograrlo Colombia debe vaciarse los
bolsillos y aceptar todas las exigencias norteamericanas.
Las mismas declaraciones de Hernando José Gómez demuestran que las
negociaciones son un lento acercamiento al ATPDEA, sus deseos son que
"ojalá en Tucson ya podamos ver todo el ATPDEA consolidado".
El termómetro de los negociadores colombianos para ver el progreso en
las negociaciones es el grado de acercamiento al ATPDEA. La posición
de Estados Unidos es obligar a los países andinos a aceptar todos los
demás temas y al final concederlo. No habrá en la mesa de
negociaciones algo así como: ya obtuvimos el ATPDEA ahora pasemos a
los demás puntos. Más bien la figura será: recibimos al ATPDEA como
premio por nuestras concesiones.
La afirmación hecha por el ministro Botero de que Colombia ya tenía
los derechos adquiridos del ATPDEA está desmentida por el
desenvolvimiento concreto de las negociaciones y oculta la sustancia
de las mismas y es que los países andinos están siendo obligados a
hacer concesiones en asuntos fundamentales como biodiversidad, acceso
a medicamentos, inversión, compras estatales y tratamiento a
productos sensibles. La afirmación de Botero de "A nombre del
gobierno quiero decir de la manera más contundente que bajo ninguna
circunstancia estamos dispuestos a pagar por aquello que el pueblo
colombiano ha pagado tan duramente" no deja de ser retórica pues la
evidencia de las negociaciones es que Colombia está pagando poco a
poco en la mesa un nuevo precio y lo pagará al final de todo. Por esa
razón la señora Vargo afirmó que también Estados Unidos está
cambiando el carácter unilateral de la relación y dejó entrever que
no basta el combate que hace Colombia a los cultivos ilícitos, sino
que "Los países andinos tendrán que mejorar su oferta hacia nosotros,
para que nos ofrezcan un acceso a los mercados que sea comercialmente
significativo"
Las afirmaciones del ministro Botero en el sentido de que sin ATPDEA
no habrá TLC son apenas un lugar común y no aclaran el panorama. La
verdad es que Colombia se conformará con el ATPDEA y Estados Unidos
no. Estas preferencias serán incluidas pero Estados Unidos cobrará
caro por ellas. La realidad de la negociación es que el ATPDEA no es
el piso. EEUU ofreció como zanahoria un ATPDEA plus y todos quedaron
felices, especialmente el ministro Botero de Colombia, quien se
mostró satisfecho con las declaraciones estadounidenses, excusó la
posición de Estados Unidos señalando que ellos tienen la voluntad
política, pero ella todavía no se trasluce en la mesa de
negociaciones, ya están por terminar las negociaciones y todavía
Estados Unidos no lo ha ofrecido en las mesas. Cuando refiriéndose al
Ecuador la señora Vargo fue interrogada sobre si el ATPDEA constituía
un punto de partida para las negociaciones, señaló que "No, en el
sentido de que en la oferta inicial se incluyan todos los beneficios"
y añadió que al final deberá haber un paquete que esté bien para
ambas partes. La ovación que recibió la señora Vargo cuando hizo el
anuncio en la rueda de prensa final muestra el tamaño del engaño. El
director de la Sociedad Nacional de Industrias del Perú lo destapó
cuando dijo que "EEUU no ha respetado el ofrecimiento inicial y
verbal de la primera ronda de mantener el ATPDEA como piso de las
negociaciones".
No habrá tratamiento especial
Colombia exhibió lo que en palabras de Hernando José Gómez constituye
la artillería pesada, esto es la afirmación de que había que dar
oportunidad a la agricultura comercial para desplazar los cultivos
ilícitos. Ese argumento implica que se debía dar un tratamiento
especial a Colombia por su lucha contra tales cultivos. Ya en
ocasiones anteriores la señora Vargo se había referido a esto, como
cuando afirmó que todos los países se consideraban especiales pero
que no había ninguna razón para considerar que los problemas de
Colombia eran más graves que los de otro país. Ahora la Vargo
respondió que eso habría que mirarlo producto por producto y aunque
se declaró "muy impresionada" por una presentación que hizo Colombia
sobre el nexo entre la producción agrícola y los cultivos ilícitos,
pero al final de la misma señaló que los productos importantes para
Colombia eran el café el banano y las flores. Esta "comprensión" de
la señora Vargo no tuvo ninguna implicación en las ofertas concretas
que realizó la delegación norteamericana que desde el comienzo de las
negociaciones ha planteado que en el TLC se trata de concesiones
reciprocas y no de un trato preferencial y diferenciado, que tenga en
cuenta la debilidad y particularidades de los países andinos, el
sentido del ATPDEA como contraprestación a la lucha andina contra el
tráfico ilícito se perdió y no está en la mesa de negociaciones.
Un bilateral con arquitectura de ALCA
Los estadounidenses al comienzo de la ronda plantearon que el acuerdo
debía ser multilateral y no entre bloques. Esto causó desconcierto
entre los andinos pues no tenían una posición unificada al respecto.
El problema radica en que si se define que sea multilateral se dará
un puntillazo final a las normas de la CAN ya que el comercio entre
los andinos será regido por el TLC y no por los acuerdos andinos, por
otra parte, ya se ha avanzado bastante en la adecuación de la CAN al
TLC y las negociaciones bilaterales que se realizan en cada ronda
muestran que cada país busca por aparte definiciones en todos los
temas de acceso a mercados. Cuando ya van cinco rondas con una
supuesta negociación en bloque, esta propuesta norteamericana, revela
la forma como esa potencia manipula e impone sus criterios ya que
nunca ha habido dentro de las negociaciones del TLC negociaciones
comerciales de los andinos entre si.
Estados Unidos captura rehenes
No hubo concesiones de Estados Unidos en materia de mecanismos de
compensación para los productos que están amenazados, los mecanismos
de "acceso real" serán remitidos a comisiones que los estudien
posteriormente y las barreras fito y zoosanitarias son consideradas
por Estados Unidos asuntos de salud pública. A pesar de lo que el
ministro de agricultura de Colombia afirmó, las franjas de precios se
están esfumando de las negociaciones y mientras el jefe del tema
agrícola de Colombia señaló que sería difícil mantenerlas hasta el
final de la negociación, Hernando José Gómez señaló que algunos
productos no la necesitarían y que hay mecanismos alternativos de
protección, que Colombia no ha diseñado. Ya Uribe Vélez había
afirmado que se negociaría producto por producto y desde hace meses
en la página web del ministerio de comercio está planteado que uno de
los requisitos para suscribir un TLC con Estados Unidos es la
eliminación de las franjas.
Los empresarios de varios países han señalado con claridad el hecho
de que los estadounidenses tienen como rehenes a los productos claves
de la región como los espárragos y los textiles de Perú, las flores
de Colombia y Ecuador, el atún y los camarones de Ecuador y no los
van a liberar a menos que los andinos paguen un alto rescate y los
utilizan para obtener concesiones en todos los temas. Lo pagarán en
la última ronda y lo considerarán una victoria así tengan que
sacrificar la economía y la soberanía de los países para lograrlo.
Nuevas concesiones andinas
Sin embargo para decir algo a la opinión pública los negociadores
andinos anunciaron avances en las reglas para resolver controversias,
la aceptación de la garantía exigida por Estados Unidos de que el
organismo regulador de las telecomunicaciones fuera más independiente
a cambio de no exigir la privatización de las telecomunicaciones y la
aceptación de Estados Unidos de que las casas bancarias extranjeras
deben abrir por lo menos una sucursal que cuente con capital propio
para poder operar, pero esto significa una concesión de Colombia,
pues antes debían conformar una sociedad anónima y conformar una
junta directiva con personal nacional y ahora nó y se puede manejar a
través de juntas directivas que operen en el exterior. Colombia
también aceptó hacer la apertura del mercado de seguros, a excepción
de los seguros obligatorios o aquellos que tengan que ver son la
seguridad social y el sector público que solo operarán con empresas
aseguradoras establecidas en Colombia. En cooperación, mientras que
Estados Unidos plantea que se acuda a los organismos multilaterales,
los andinos piden fondos no reembolsables y esta será uno de los
asuntos que se definirán en la última ronda, de tal forma que los
andinos quieren que E.E.U.U pague un precio por la liberalización y
esa potencia seguramente lo pagará pero al más bajo posible y además
anunció su intención de excluir de las negociaciones el tema de
transferencia de tecnología.
En propiedad intelectual el interés norteamericano de conocer las
opiniones de los andinos en materia de biodiversidad fue calificado
por Hernando José Gómez como un gran avance, y la estrategia
norteamericana que finalmente se impondrá, es firmar en esta materia
lo mismo que se acordó en el Cafta y en el TLC con Chile.
El miércoles 27 se reportó que la mesa de compras estatales no
avanzó nada, pues se mantiene la exigencia norteamericana de que los
montos para que se aplique esta reglamentación sean los mismos, osea
US$58.500 para bienes y US$6,75 millones para construcciones,
mientras que los andinos insisten en 175.000 dólares para bienes y
piden tratamiento diferencial y EEUU mantiene excluida a las fuerzas
militares de las compras estatales.
En la mesa laboral, se abordaron asuntos secundarios y
procedimentales (cooperación y consejo de consultorías laborales),
pero se obligó a Ecuador a modificar su legislación, nombrar más
inspectores y los empresarios de ese país propusieron como agenda
interna la flexibilización laboral.
Estados Unidos exigió que la deuda externa fuera tratada como
inversión, o sea que las controversias a cerca de la misma se
resuelvan en los tribunales establecidos en el TLC. También plantea
que se considere expropiación cualquier cambio en las normas
tributarias que afecten las ganancias de una multinacional.
La oferta estadounidense de apertura en bienes industriales hace que
el 95 por ciento de los productos industriales quedarían con arancel
cero en un plazo máximo de 5 años, pero la única sesión de la mesa de
salvaguardias finalizó con un rotundo rechazo a la creación de una
salvaguardia cuando las importaciones de bienes industriales crezcan
más del 7 por ciento, Estados Unidos plantea que al final del periodo
de desgravación de 10 años también termine la salvaguardia y señaló
que una propuesta de este tipo debía enviarse a su congreso con 180
días de anticipación.
A medida que se aproxima el final de las negociaciones las
contradicciones internas de quienes están negociando crecen, nuevos
sectores se percatan de la amenaza del TLC y se hace evidente que por
encima de los intereses nacionales, prevalece la decisión política de
los gobiernos de sacrificar los países.
Noviembre 2 de 2004
Página web: www.recalca.org.co