Campaña contra el ALCA

La Habana, Puebla, y ahora Buenos Aires

2004-02-26 00:00:00

La Habana

Entre el 26 y el 30 de enero pasado se realizó en La Habana el III
Encuentro Hemisférico contra el ALCA, al que concurrieron
delegaciones de todo el continente para debatir y tomar decisiones
sobre la continuidad de la Campaña Continental. Más de mil delegados
que participamos allí, reafirmamos la voluntad de seguir luchando
contra los intentos de los EEUU de imponernos la política de
anexión. Esto se reflejó en el Plan de Acción que se acordó tras
cinco días de debate y que persigue los siguientes objetivos:

– Derrotar al ALCA en todas sus versiones: Integral, "Light", o
"a la carta", así como los tratados de libre comercio
bilaterales o subregionales.

– Fortalecer la campaña contra el ALCA en su vinculación a las
luchas populares en nuestros países, en este momento decisivo.

– Impedir el avance del proceso de militarización de las Américas
y desenmascarar sus vínculos con el ALCA.

– Contribuir al movimiento mundial contra la guerra, la deuda y
el libre comercio en todos sus escenarios.

– Profundizar el proceso de construcción de una integración
alternativa para el hemisferio.

Nuevamente fue la convocatoria cubana la que permitió mezclarnos en
un proceso de discusión para un accionar común a los Sin Tierra de
Brasil, con representantes del gobierno revolucionario de Venezuela,
del movimiento cocalero de Evo Morales, de las iglesias progresistas
de América Latina -incluídos representantes de Cuba-, de las
distintas campañas del continente, de sindicatos, de los movimientos
indígenas, de los que constituimos la Autoconvocatoria argentina,
así como de las ONGs de Canadá y EEUU, que desde siempre fueron
partícipes activos de la campaña contra el ALCA. En fin,
prácticamente ninguno de los movimientos sociales o políticos que en
nuestro continente vienen aportando a la resistencia al ALCA estuvo
ausente.

El ALCA contempla incluir a todos los países de América, menos Cuba,
y paradójicamente, es en Cuba donde se realiza el mayor evento de
resistencia a su implementación, al que concurrimos delegados de
todos los países sobre los que los EEUU quieren "derramar los
beneficios" de esta propuesta.

Estos debates sirvieron también para avanzar en las articulaciones
subregionales, o sea en una coordinación más firme entre los
movimientos de los países de las distintas zonas, hacia las que los
yanquis dirigen políticas específicas, tratando de avanzar en
tratados particulares, como el que hace muchos años firmaron con
México y Canadá(Nafta), como el que cerraron con Chile, o los que
ahora se proponen finiquitar con los países centroamericanos(Cafta),
y con los andinos(iniciativa andina). De ahora en mas, junto a los
compañeros de los países de la región nos proponemos avanzar en una
coordinación mas firme, habida cuenta el rol decisivo que jugará el
Mercosur en este proceso de negociaciones durante el año 2004.

Puebla

El estancamiento de la reunión de Ministros de noviembre pasado en
Miami, fue salvada del fracaso por aquella famosa propuesta del
"ALCA de dos pisos", que sería la base para encaminar las
negociaciones del 2004, para así llegar al 1 de enero de 2005 con
algo "firmable". El piso uno de acuerdo mínimo o light, en el que
estarían todos, con cláusulas básicas que permitieran aunque más no
fuera dar los primeros pasos en camino al libre comercio para todos.
El piso 2 constituido por aquellos que ya estuvieran dispuestos a
tomar el conjunto de la propuesta norteamericana. Esto congeniaba
perfectamente con las intenciones de los gobiernos de Lula y
Kirchner, que por un lado no están dispuestos a incorporarse a la
propuesta inicial de los yanquis, que implicaría arrasar en pocos
años con lo poco que queda nuestras economías nacionales, pero que
por otro no quieren "provocar la ira del elefante", según las
justificaciones para mantenerse dentro de las negociaciones que
esgrimen sus voceros. Así se llegó a la reunión de viceministros de
Puebla con propuestas "técnicas" de los gobiernos ponerle contenido
al acuerdo de Miami.

Sin embargo los EEUU volvieron a mostrar la intransigencia de sus
posturas cuando de defender los intereses de sus monopolios se
trata. El conflictivo tema de los subsidios agrícolas fue nuevamente
la piedra de la discordia, pues ellos se negaron a levantar los
subsidios de miles de millones de dólares anuales con que les
permiten bajar los costos a sus productores, mientras que el ALCA
contempla expresas prohibiciones a que nuestros países impongan
cualquier tipo de barrera proteccionista para desarrollar ninguna
franja productiva que pudiera competir con sus mercancías. O sea que
es la continuidad del verso que el imperialismo nos viene haciendo
hace siglos: el libre comercio es en nuestros países y el
proteccionismo en los suyos.

Obviamente el gobierno de Bush, que viene trastabillando en la
carrera por la reelección, agobiado por los duros golpes que le
asesta la resistencia iraquí, y por el destape de las evidencias de
los argumentos falsos que se esgrimieron para llevar adelante la
invasión, debe cuidar a ultranza el voto de los conservadores
productores agropecuarios, que serían los principales perjudicados
si se suspenden los subsidios agrícolas. El argumento "ganador" de
la guerra se desvanece, hay que recurrir a otros argumentos para
mantener el favor de un electorado, que aparentemente empieza a
correrse a la oposición. El ALCA se convierte entonces en un dilema
difícil de resolver para los republicanos.

Próxima batalla: Buenos Aires

Nuestra Campaña Continental contra el ALCA entra en una etapa
decisiva, las decisiones que tomamos en La Habana adquieren un gran
valor como plan de acción. La "recta final" del 2004 tiene algunos
elementos favorables, que nos ponen en condiciones de ganar la
carrera, porque el tren que los EEUU y algunos gobiernos títeres que
le siguen fielmente a cambio de migajas, construyeron no sin
esfuerzo, puede descarrilarse. La política de aislamiento sobre los
gobiernos (Brasil, Argentina, Bolivia, Venezuela) que en distinto
grado y momento ofrecen resistencia a las posturas mas duras de los
EEUU, se ha vuelto en su contra, y ya en Puebla, debieron recurrir a
todo tipo de maniobras para no quedar ellos aislados y a la
defensiva. La Campaña Continental llevada adelante con fuerza por
los movimientos sociales y políticos en todos los países de
nuestra América, con importantes manifestaciones conjuntas en Miami
y Puebla, logró hacer emerger las negociaciones de la oscuridad en
que los yanquis y sus cómplices querían mantenerlas, sacando a luz
la infamia que se estaba pergueñando. Lo que condiciona a los
gobiernos la posibilidad de firmar tratados que lesionen
groseramente los intereses nacionales, por lo menos sin pagar altos
costos políticos.

En la Argentina desde la Autoconvocatoria No al ALCA, hemos hecho
una importante contribución en esta dirección en la campaña que
culminó una etapa en la Consulta Popular del año anterior. Desde ese
escalón que hemos alcanzado seguimos trabajando con el reclamo de
que hay que retirarse ya de las negociaciones, porque el elefante
tiene hoy dificultades para dirigir toda su ira sobre
nosotros(siguiendo la lógica de los que sostienen este tipo de
argumentos), y exigiendo que se convoque a un plebiscito vinculante
antes de comprometer nuestro futuro con la adhesión a cualquier
tratado de esta calaña.

La convocatoria a una nueva reunión de viceministros del Comité de
Negociaciones del ALCA en Buenos Aires para el 9 y 10 de marzo
próximos, es un intento de EEUU de remontar la cuesta de un proceso
en el que hasta ahora no las tiene todas consigo. Por ahora es una
reunión limitada a los países del Mercosur, con EEUU, México,
Canadá, Chile y Costa Rica. O sea los muchachos del norte
concurrirían con todos los amigos que los apoyaron de manera
irrestricta en Puebla, para presionar sin "testigos molestos" –como
lo fueron allí, Venezuela, Bolivia o Caricom- , a los díscolos del
Mercosur.

Desde la Autoconvocatoria No al ALCA ya estamos trabajando para
producir en esos días importantes movilizaciones para repudiar la
realización misma de la reunión y el retiro del Mercosur de las
negociaciones, exigir que se informe que es lo que se está
negociando y acordando, y que nada se firme sin que los pueblos sean
consultados mediante mecanismos de consulta directa. Estas
movilizaciones empalman con las que venimos impulsando desde un
amplio espectro de sectores populares para reclamar que se suspendan
los pagos de la ilegítima y fraudulenta deuda externa, en particular
el pago de 3.100 millones de dólares que el gobierno debería
realizar el próximo 9 de marzo, día del inicio de la reunión de
Buenos Aires. Nunca como ahora la conexión indisoluble entre el ALCA
y la deuda se muestran con toda claridad.

El 9 y 10 de marzo debemos hacer un esfuerzo para que la
coordinación regional se haga efectiva a través de la participación
en las movilizaciones de representantes de los países de la región,
en particular del Mercosur y Bolivia, para que llevemos a la
práctica aquello de que a la globalización imperialista debemos
oponerle la globalización de la resistencia.