El ALCA y el peligro del saqueo de nuestros recursos naturales
El ALCA implicaría, en caso de aprobarse, el
saqueo de los
recursos naturales y la bío diversidad; es decir,
de los recursos
económicos de América Latina. Esta fue una de las
principales
conclusiones a los que arribó el taller sobre
Medio Ambiente y
Diversidad, que se desarrolló en el marco del III
Encuentro
Hemisférico de Lucha contra el ALCA
En este taller coordinado por Ramón Pisch, del
Centro de
Investigaciones de la Economía Mundial, con sede
en La Habana,
se recordó que el capítulo de inversiones del
documento del ALCA
así lo establece claramente, al señalar que el
ALCA no es sólo un
acuerdo de libre comercio sino en gran medida un
acuerdo de
liberalización de inversiones, lo cual encierra
un riesgo importante
en materia ambiental, así como el de agricultura.
De aplicarse el ALCA, se corre el peligro de un
acceso irrestricto
por parte de los inversionistas extranjeros,
sobre todo de Estados
Unidos, a recursos como el gas, el petróleo y el
agua fresca, a los
bancos de genes y bío diversidad; y la
consiguiente privatización y
utilización irracional de estos recursos. Por
estas vías se producirá
un saqueo de los recursos económicos con que
cuenta América
Latina y el Caribe, lo que significaría una
renuncia a su soberanía e
hipotecar su futuro y desarrollo.
Fue alrededor de estos temas que intervinieron
los representantes
de diversas organizaciones campesinas, indígenas,
estudiantiles y
trabajadores, entre otras que participaron en el
taller. Las
intervenciones enfatizaron que el saqueo ya se
viene dando en
muchas partes de la región, mediante la bío
piratería, la
sustracción de información genética que luego es
patentada y
protegida con derechos de propiedad intelectual
cada más
rigurosos, que luego impide el acceso de las
comunidades de la
región y en general del tercer mundo; por ello
destacaron la
importancia de revalorar el conocimiento de las
comunidades
indígenas y campesinas.
También se analizó el vínculo del ALCA con otras
iniciativas afines
como el plan Puebla Panamá y el plan Colombia y
las
implicaciones ambientales de las mismas,
destacándose en
particular que si bien no existe un grupo
negociador de los temas
ambientales, la preocupación está presente en
todos los temas
que son objeto de negociación. Se planteó que los
temas
ambientales deben verse relacionados o vinculados
a otras
cuestiones como las económicas y sociales, y no
de manera
aislada, pues es importante a la hora de diseñar
estrategias se
tomen en cuenta estos vínculos.
De igual manera se demandó la necesidad de un
seguimiento a lo
que está pasando en la OMC, con los acuerdos
bilaterales que
son "pequeños ALCAS" y que constituyen un
precedente muy
importante y negativo en la lucha contra este
instrumento de
dominación.
Se remarcó en el hecho de que la lucha contra el
ALCA es parte
de la lucha contra el neoliberalismo y el
capitalismo, lo que
requiere de una necesaria participación y
movilización creciente;
de organización y concientización sobre los
peligros que desde el
punto ambiental pero también social y económico
se ciernen sobre
el futuro de las naciones de América Latina y el
Caribe.
Finalmente, se plantearon definir estrategias y
planes de acción a
futuro, como la Alternativa Bolivariana para
América (ALBA),
propuesta planteada por el gobierno de Venezuela,
que promueve
la integración de los pueblos latinoamericanos.
Aglutinar a los
movimientos ambientalistas que ahora actúan de
manera aislada
así como la necesidad de un mayor intercambio
acerca de
experiencias y alternativas que se vienen dando,
fue otras de las
sugerencias de los participantes. Finalmente se
destacó la
necesidad de explorar el avance del conocimiento
tradicional para
el aprovechamiento de la agricultura orgánica y
sostenible para
fomentar; y darle una mayor difusión y
divulgación de los acuerdos
que a los que se llegan en este tipo de eventos
de lucha contra el
ALCA.