¿Vendiendo el futuro?

2003-11-21 00:00:00

Presentación

Un grupo de religiosos y religiosas de distintas Congregaciones, que
vivimos en Roma y nos reunimos mensualmente para apoyarnos en
nuestro compromiso de promover la Justicia, la Paz y la Integridad
de la Creación, hemos estado reflexionando sobre el proyecto para el
Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA).

Hemos constatado que existe una amplia bibliografía sobre este
argumento, como también muchísimas iniciativas orientadas a una toma
de conciencia sobre la amenaza que dicho tratado representa para
América Latina... Precisamente, por ser tanta la documentación y tan
variada, nos propusimos recoger en las páginas siguientes algunas
ideas en torno a esta problemática y queremos compartirlas ahora
como un sencillo aporte a la tarea de sensibilización y compromiso
en las comunidades y en el trabajo pastoral.

Nos mueve entonces únicamente el deseo de colaborar al esfuerzo de
numerosas asociaciones, entidades y personas por evitar que nuestras
gentes se vean una vez más expoliadas y empobrecidas, a través de
estrategias económicas excluyentes. A pesar de que el proceso parece
irreversible, no queremos silenciar nuestra voz, sino buscar
horizontes de justicia y solidaridad.

Creemos en el ministerio profético de la vida consagrada y en la
fuerza de la comunión que nos impulsa a trabajar en red con la
esperanza de que el Evangelio resuene en los corazones de los
hombres y mujeres de hoy e impregne todas las estructuras de la
sociedad.

Jesús Resucitado, el Señor de la Vida y de la historia, nos guíe y
nos motive en este nuestro caminar.

Promotores(as) de Justicia, Paz e Integridad de la Creación (JPIC)

UISG/ USG

Roma, 24.04.03

ALCA

¿Te suena? Sí, seguro que has oído hablar del ALCA (Área de Libre
Comercio de las Américas) un montón de veces, e incluso has leído
varias cosas que hablan del ALCA… y… pero ¿sabes de dónde viene y
adónde va? Tal vez sepas de dónde viene (o tal vez no), y eso tiene
una importancia relativa, pero ES IMPORTANTÍSIMO que sepas adónde
va, ya que adonde vaya el ALCA nos llevará a todos detrás.

¿A QUIÉN SE LE OCURRIÓ?

En la 1ª. Cumbre Presidencial realizada en Miami, en diciembre de
1994, el Presidente de los EE.UU. tomó la iniciativa de proponer un
comercio libre para toda América. Esta propuesta halagó a los
Presidentes y Jefes de Estado de las 34 naciones del continente
americano (excepto Cuba) quienes la aceptaron y se comprometieron a
empezar las negociaciones para sacarla adelante. Encomendaron esta
tarea a los Ministros de Comercio de sus países con el apoyo técnico
¡cómo no! de 3 grandes sabios:

la OEA = Organización de los Estados Americanos

el BID = Banco Interamericano de Desarrollo

la CEPAL = Comisión Económica para América Latina

Y a esos tres hay que añadir otros 3 más, más fuertes y más
poderosos, aunque a veces se presenten con piel de cordero:

el BM = Banco Mundial

el FMI = Fondo Monetario Internacional

la OMC = Organización Mundial del Comercio

Como ves, este discurso huele a dinero y esta palabra tiene
magnetismo.

¿QUÉ OFRECE EL ALCA PARA QUE SEA TAN ATRACTIVO?

Pues imagínate que te ofrecen

– desde el punto de vista político = preservar y fortalecer la
democracia (aunque no dicen cómo)

– desde el punto de vista social = mejorar el nivel de vida y la
prosperidad, a través de la integración económica y la
erradicación de la pobreza

– desde el punto de vista ecológico = lograr un desarrollo
"sostenible";

esta palabrita tan usada hoy día tiene dos condiciones: se habla de
desarrollo "sostenible"

1) si responde a las necesidades de las generaciones actuales sin
comprometer los derechos de las generaciones futuras.

2) si no compromete el desarrollo en otras partes del planeta.

Es decir, te ofrecen en concreto:

- sacar a oferta los productos de tu país a todo el continente
americano, con facilidad de exportación, y sin tener que pagar
aranceles.

- proteger la inversión extranjera

y además

- la integración continental de bienes y servicios,

o sea:

bienes: como cultura, ropa, agricultura, técnica y

servicios: como electricidad, agua, salud, educación…

- aseguran que va a haber más democracia, más prosperidad, mayor
crecimiento económico, más empleo…

Además te ofrecen capacitación y asesoramiento: charlas,
conferencias, cursos, seminarios y talleres como herramientas
necesarias para "enfrentar con éxito el desafío de insertarse en el
mercado internacional.".

Qué bonito panorama nos plantean, ¿verdad?

PERO... ¡NO TODO LO QUE BRILLA ES ORO! ¿POR QUÉ?

Lo primero que se nos ocurre es preguntarnos por qué estos señores
de Estados Unidos son tan amables y se preocupan tanto por el
bienestar de todos los americanos. ¿Es que hay gato encerrado?
¿Tenemos algún ejemplo de algo que ya esté funcionando y que nos
ayude a ver si todo eso que prometen es verdad?

Sí, lo tenemos.

* Preguntemos al PUEBLO MEXICANO

Vamos a echar una ojeada hacia el Norte de nuestro Continente.

Allí fue donde, en 1994, se firmó un Tratado de Libre Comercio de
América del Norte, entre EE.UU., Canadá y México. Y lo llaman así:
TLCAN (NAFTA = en inglés)

Y ahora vamos a preguntarles a los mexicanos qué tal les fue con el
TLCAN.

- Bueno, pues depende de quién contesta, claro.

El Gobierno mexicano afirma que gracias a los nuevos empleos creados
por el TLCAN el ingreso per cápita ha mejorado y los consumidores
tienen que pagar menos porque el precio del grano ha bajado.

Pero lo que el Gobierno se calla es que el TLCAN, en su conjunto, no
ha generado ni más ni mejor empleo, al contrario ha crecido la
inseguridad y se ha hecho más ancha la brecha entre ricos y pobres.

O sea que si le preguntas a un manufacturero (que concentra el 87 %
de las exportaciones del país) te dirá que el empleo ha bajado un 9%
desde que México está en el TLCAN y también te contará que las
pequeñas y medianas empresas están cerrando. Y un obrero te dirá que
cada día le alcanza menos el salario, que ya no hay programas
sociales a donde acudir y que la naturaleza está, la pobre, cada vez
más estropeada.

Y si te encuentras con un campesino se quejará de que no ha podido
vender su maíz porque los mercados estaban llenos de un maíz mucho
más barato que venía de los EE.UU. Y ¿sabes por qué era más barato?
Pues porque los agricultores de los EE.UU. reciben subsidios y así
pueden bajar los precios.

CUANDO LAS BARBAS DE TU VECINO VEAS CORTAR….

* EL ALCA SERÁ COMO EL TLCAN, PERO PEOR.

Así es que es muy,
pero muy importante
que lo conozcamos bien
para que no nos dejemos enredar.

- Vamos a ir por partes.

Volvamos a aquella pregunta que nos hacíamos al principio: ¿por qué
estos señores de Estados Unidos son tan amables y se preocupan tanto
por el bienestar de todos los americanos?

- Sospecha nº 1 – La desigualdad.

Por un lado tenemos a EE.UU y Canadá y por otro al resto del
continente. En total hay en América nada menos que 792 millones de
habitantes de los que 500 millones son latinoamericanos y, de ellos,
250 millones viven en situación de pobreza. Por poner un ejemplo: en
EE.UU. un ciudadano normalito gana unos 36.000$ al año, en cambio un
nicaragüense también de lo más normal se las arregla con 430$.
Fíjate que la deuda externa acumulada del sur del continente es de
792 mil millones de $!!! En cambio EE.UU. y Canadá además de dinero
tienen la tecnología y las patentes. La experiencia muestra que los
beneficios del libre comercio no repercuten en los países
exportadores de materias primas, sino en aquellos que manufacturan
productos técnicamente sofisticados: como semiconductores,
ordenadores o telefonía móvil. Así es que y! a vemos por dónde van
los cosas… ¿no?

- Sospecha nº 2 – El secretismo.

Aunque EE.UU sea la patria de la democracia y de la participación,
este es un producto que no suele exportar. A los ciudadanos de los
países de América Latina y el Caribe nos han tenido a oscuras de lo
que se estaba planeando. Los textos del ALCA se han redactado y
mantenido en secreto, con reuniones cerradas, documentos incompletos
y de acceso restringido. Y eso nos hace sospechar que prefieren que
no nos enteremos de lo que va a pasar. En una entrevista Noam
Chomsky afirmó: "En realidad no sabemos con detalle lo que se está
planeando porque todo se mantiene en silencio. Hay negociaciones que
llevan años realizándose: El mundo de los negocios sí conoce bien lo
que se está tramando y también los medios de comunicación, pero no
se publica nada."

- Sospecha nº 3 – Crisis de la economía de EE.UU.

Aunque nos parezca mentira EE.UU. también tiene problemas
económicos. Desde el año 2000 su economía va dando tumbos, y sus
pérdidas son millonarias. Seguro que habrán oído hablar de una serie
de empresas enormes que se han hundido en medio de grandes
escándalos. Esto hace que los consumidores ya no se fían y gastan e
invierten menos. Para hacer frente a esta situación y afirmar su
hegemonía ante las demás potencias, Washington recurrió al aumento
de los gastos militares declarando el estado de guerra permanente. Y
para eso hay que reconocer que lo ocurrido el 11 de septiembre le
vino como anillo al dedo. Así se ha podido lanzar a por los recursos
energéticos, empezando ! con Afganistán y siguiendo con Irak. Pero
esto no le basta para solucionar sus problemas internos. Y se ha
inventado lo del "libre comercio", es decir, el ALCA, para
recolonizar-anexionar los pueblos de América Latina y sus riquezas.

Sospecha nº 4 - El ALCA tiene otros hermanitos

El ALCA no es un proyecto aislado sino que viene acompañado de otros
"proyectos" como el Plan Colombia, la Iniciativa Andina, el Plan
Dignidad de Bolivia o el Plan Puebla de Panamá. Con estos proyectos
EE.UU. busca, no solo la subordinación de América Latina a las
necesidades y prioridades del neoliberalismo norteamericano, sino
que quiere integrarnos a sus planes estratégicos militares.

¿SON FUNDADAS ESTAS SOSPECHAS?

Está claro que sí.

En realidad los que han ideado el ALCA no están a favor del libre
comercio, si lo estuvieran habrían redactado un documento de una
sola página. Sin embargo han hecho una serie de documentos muy
detallados que hablan muy poco de comercio.

- Entonces, ¿de qué hablan?

- Vamos a verlo:

* Pretenden que la industria nacional pase a manos de las
transnacionales.

El ALCA, al facilitar al máximo la libre importación está condenando
al sector industrial local a una completa desaparición,
profundizando los ya altos índices de desempleo. Es decir, por
nuestras fronteras entrarán montones de productos mucho más baratos
y con el "atractivo" norteamericano. ¿Cómo van a hacerles la
competencia los productos locales?

* Podrán controlar los recursos naturales y el conocimiento
ancestral:

Latinoamérica es una gran fuente de recursos naturales: agua,
petróleo, biodiversidad (o sea, 40% de las especies animales y
vegetales del planeta). Además conserva la sabiduría de los pueblos
indígenas.

Pues bien, el ALCA pretende tomar el control de estos recursos
estratégicos y del conocimiento ancestral, por medio de patentes de
propiedad intelectual, poniéndolo todo en las manos de las
transnacionales y al servicio de los EE.UU.

Esta cuestión de las patentes es muy seria, sobre todo en lo que se
refiere a los medicamentos. Todos sabemos que Brasil ha empezado a
producir medicamentos genéricos contra el SIDA, que resultan mucho
más baratos que si se los compra a las multinacionales farmacéuticas
de los EE.UU. Bien, pues con el ALCA, Brasil se vería obligado a
indemnizar a las multinacionales propietarias de las patentes, y
comprarles de nuevo los medicamentos.

* La importancia de los subsidios…

Ya que la agricultura norteamericana está en desventaja con la de
Latinoamérica, se las han arreglado para que el ALCA admita
subsidios en este sector. El resultado será que los agricultores
norteamericanos recibirán subsidios para sus productos (80.000
millones de dólares!!!). ¿Cómo se las van a arreglar nuestros
campesinos -que no tienen ningún tipo de apoyo de nuestros
gobiernos- para bajar los precios y además poder comer?

* Saqueo nacional y destrucción de la Naturaleza

Según lo establecido por el ALCA los Estados - ¡nuestros pueblos! -
tendrán la obligación de poner sus recursos naturales - ¡nuestros
recursos naturales! – a disposición del "accionista mayoritario", es
decir, del que pague más. Eso significa que los Estados tendrán que
privatizar cualquier recurso natural: petróleo, tierras, ganado,
bosques, minas… en manos del mejor postor… y éste será siempre una
multinacional, es decir, EE.UU. Ya en noviembre del año 2002, los
indígenas ecuatorianos comprendieron que con el ALCA ! se iba a
destruir la base de su economía que es sobretodo agraria y
denunciaron que se iban a perder los logros de muchos años en el
proceso de recuperación de tierras. ¿Y saben por qué? Pues por que
las multinacionales van a construir represas hidroeléctricas,
grandes carreteras, canales y puertos y todo eso lo harán sobre las
tierras de comunidades rurales de todo el continente.

El resultado de este saqueo tendrá graves consecuencias para la
ecología: devastación de los bosques, contaminación de las aguas,
desaparición de especies animales, destrucción del ecosistema…

* ¿Y qué va a pasar con los trabajadores?

Perderán todos sus derechos. Sí, tal como suena. Los Estados van a
tener que cambiar sus leyes a favor de los intereses de los
inversionistas. Por ejemplo: si en una empresa los obreros están
descontentos y hacen una huelga, el Estado tendrá que compensar a la
empresa. Esta es la mejor manera para que el Estado, en lugar de
velar por el bienestar y los derechos de sus ciudadanos se preocupe
sólo de mejorar las condiciones para el enriquecimiento de las
multinacionales.

* ¿Y con los ciudadanos?

La gente del pueblo verá cómo poco a poco TODO: salud, educación,
agua, seguridad social…va a ser propiedad de multinacionales que lo
único que buscarán es ganar más dinero y que se pondrán al servicio
de los que pueden pagar, y se olvidarán de los pobres de los
suburbios, y de los campesinos.

* Renuncia a la soberanía nacional

Cuando se tiene soberanía nacional se puede adoptar una política
económica que responda a los problemas del país. Pero con el ALCA
serían las grandes multinacionales las que trazarían la política
económica, social, cultural y ecológica de nuestros países. Ya no
podríamos decir que vivimos en una democracia pues nuestros
gobernantes, aunque hubieran sido elegidos por el pueblo tendrían
las manos atadas a todos los niveles. Es más, EE.UU. en su
estrategia militar, incluye la instalación de nuevas bases militares
y el refuerzo de las bases ya existentes, el entrenamiento de
militares latinoamericanos, la venta de armas y la instalación de
sistemas de vigilancia y espionaje. Todo el continente americano se
convertiría en un mero satélite de los EE.UU. Como dijo Guillermo
Almeyra en un diario mexicano: "En este contrat! o desigual América
Latina pone la riqueza y, mediante la exacción constante y creciente
de enormes sumas de dinero por concepto de pago de la deuda, da el
dinero a EE.UU. para que explote las riquezas ajenas y se apropie de
ellas en nombre del desarrollo compartido".

¿ESTAMOS VENDIENDO EL FUTURO?

Hemos pintado un panorama desolador ¿verdad? Y tal vez pienses que
estamos exagerando, que no será tan fiero el león como lo pintan…

Pero fíjate: eso del "futuro" es algo muy serio. Para nosotros y
nosotras, cristianos, el futuro tiene un sabor especial. Preparar el
futuro es preparar el camino para que el Reino de Dios se asiente
del todo en medio de nuestros pueblos. Por eso tenemos que apoyar
todo lo que lo favorezca y, ¡claro! estar bien despiertos para
impedir lo que lo destruya.

Bien, pues lo de "vendiendo el futuro" no nos lo hemos inventado
nosotros. Resulta que es nada menos que el título de un documento
que escribieron los Obispos de Canadá. Ellos saben muy bien de qué
va la cosa pues el TLCAN, como te decíamos al principio, reúne a
EEUU, México y Canadá. En ese documento, partiendo de la experiencia
del TLCAN y del proyecto del ALCA, y después de hacer un largo
análisis de las consecuencias que el TLCAN está teniendo en esos
países, toman las palabras de la Exhortación Apostólica "Ecclesia in
America", publicada en 1999 en la que el Santo Padre dice:

"La globalización, si se rige por las meras leyes del mercado,
aplicadas según las conveniencias de los poderosos, lleva a
consecuencias negativas. Como por ejemplo, la atribución de un valor
absoluto a la economía, el desempleo, la disminución y el deterioro
de ciertos servicios públicos, la destrucción del ambiente y de la
naturaleza, el aumento de las diferencias entre ricos y pobres y la
competencia injusta que coloca a las naciones pobres en una
situación de inferioridad cada vez más acentuada".

Así que, apoyándose en las palabras del Papa, los Obispos de Canadá
insisten en que

"la producción de mayor riqueza no lleva a una distribución más
equitativa de esa riqueza y que la nueva economía produce mayor
desigualdad de una manera más veloz que antes".

También mencionan que

"los gobiernos han recibido el mandato de sus ciudadanos para
promover el bien común, por lo que no deben abandonar su poder de
intervención. Si esto pasara, los gobiernos se volverían impotentes
ante las fuerzas económicas capaces de aumentar producción y
ganancia pero incapaces de garantizar los beneficios resultantes"

¿No te parece que estas palabras dan en el blanco y que tienen sabor
a Reino?

Ahora damos la palabra a ¡270 mil religiosos, religiosas y
sacerdotes...!

Como no cabríamos todos, van a hablar sus representantes, los
Presidentes de las Conferencias de religiosos y religiosas de
América del Norte, América Latina y el Caribe, que se reunieron en
Haití en febrero de 2001:

"Consideramos que el acuerdo (ALCA) tiene profundas fallas en sus
propuestas… Nuestra experiencia nos indica que la implementación de
tales acuerdos no ha obtenido estos resultados ni promovido el bien
común. Podemos observar a diario los efectos de las políticas
económicas de libre mercado en los habitantes de nuestros países:
pueblos desplazados, destrucción de la cultura y la economía
locales, creciente número de sin techo, deterioro de la salud y los
servicios educativos, explotación de mujeres y niños, desempleo…"

Aquí encontramos las señales que nos indican el camino de Jesús, que
nos sitúan al lado de los pobres.

Y junto con estas, otras de D. Demetrio Valentini, Obispo de Brasil,
responsable del Departamento de Pastorales Sociales:

"Ante un Continente Americano que se retuerce en la miseria y el
hambre, tenemos que optar ante los dos caminos que se nos presentan:
¿Es hora de compasión o es hora de explotación? La respuesta del
Evangelio es clara: "Id y aprended lo que significa: misericordia
quiero y no sacrificios". ¡Yo quiero amor y solidaridad, no quiero
esta ALCA obscena e hipócrita"

Y podríamos seguir con una larga lista…

pero lo dejamos aquí porque en tu cara veo reflejada tu próxima
pregunta…

- Entonces…

¿QUÉ PODEMOS HACER?

Fíjate bien:

Por primera vez en la historia estamos ante una amenaza que afecta a
todos los sectores sociales y a todos los países de la región, y tal
como comentaba un grupo de jesuitas latinoamericanos:

"frente a estos acontecimientos con repercusiones internacionales,

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