La RIGC frente a la Reunión Ministerial del ALCA

2003-11-19 00:00:00

La Red Internacional de Género y Comercio frente a la Reunión
Ministerial del ALCA en Miami

17-21 de Noviembre, 2003

La Red Internacional de Género y Comercio (RIGC) está organizada en
siete regiones: Africa, Asia, Caribe, Europa, América del Norte,
América Latina y el Pacífico.

La Red se define como un recurso técnico y un catalizador político
para posicionar los temas de género que son de una importancia
crítica para el empoderamiento social y económico de mujeres y
hombres, con especial atención al trabajo de la reproducción social
que en el mundo entero, está principalmente bajo la responsabilidad
de las mujeres. La reproducción social implica todo el trabajo
invisible, no pagado y no valorado que se requiere para el
sostenimiento de la familia y la comunidad humanas. La reproducción
social o la economía del cuidado, no es considerada en las políticas
comerciales ni en las negociaciones de los acuerdos de comercio,
pero es el fundamento de toda la actividad productiva y la economía
del mercado. Las mujeres, como así también los hombres, contribuyen
a la producción de capital social y de toda la producción nacional y
social. Pero los condicionamientos sociales y económicos de género,
continúan ocultando el acceso de las mujeres a los recursos
productivos así como encubren su contribución a la economía. La
liberalización e intensificación del comercio no tienen efectos
neutrales sobre estos asuntos.

Antecedentes de la Posición de la RIGC en relación con el ALCA

El año 2004 será decisivo en las negociaciones hacia el Acuerdo de
Libre Comercio de las Américas (ALCA), cuya culminación como proceso
está programada en el año 2005. Por esta razón, la reunión
Ministerial de Noviembre de 2003, representa un momento estratégico.
A la luz del colapso de las negociaciones de la OMC en Cancún, y sin
olvidar las disputas en relación a la guerra de Irak y sus
consecuencias en la administración Bush, podemos anticipar algunos
de los factores políticos externos que deben ser subrayados como
parte de la reunión de Miami.

Un tema es el de la seguridad. El Gobierno de los Estados Unidos
está promoviendo políticas de comercio e inversiones como parte de
su propia seguridad nacional, particularmente desde el 11 de
Septiembre de 2001. El segundo tema es el enlace entre el comercio
Global, Regional y Bilateral. El Representante de Comercio de los
Estados Unidos, Robert Zoellick sintetizó la desilusión de los
Estados Unidos frente al colapso de las negociaciones de la OMC en
Cancún diciendo que "la división clave en Cancún fue entre los que
creen que ´se puede hacer´ y los que ´no quieren hacer´. "Como
miembros de la OMC y considerando el futuro, los Estados Unidos no
van a esperar: nos moveremos hacia los países que se abren al libre
comercio y creen que se puede hacer".[1]

Como parte de la llamada
´estrategia para la liberalización competitiva´, los Estados Unidos
están dedicando sus energías para completar el Area de Libre
Comercio de las Américas, con un Acuerdo de Libre Comercio de Centro
América (CAFTA), y acuerdos bilaterales con los gobiernos
´dispuestos a hacer´. Las negociaciones sobre el CAFTA están casi
terminadas y los tratados bilaterales como el que firmó
recientemente Estados Unidos con Chile, y los que está iniciando con
Colombia y la República Dominicana corren de manera casi
subterránea. El Acuerdo Estados Unidos-Chile es significativo en la
medida que constituye un modelo para otros acuerdos en términos de
facilitar la libre circulación de la inversión extranjera de corto
plazo. Este acuerdo tiene el potencial de desconocer regulaciones
nacionales dentro de Chile que impactan negativamente en la vigencia
de la legislación nacional y más ampliamente, en la democracia en el
país.

El Comité de Negociaciones Comerciales (CNC) de la reunión del ALCA
que tuvo lugar en Trinidad y Tobago a principios de Octubre, ofrece
claves iniciales certeras acerca de que el ALCA se está negociando
entre una variedad de dinámicas políticas que están influenciando el
proceso. En la reunión, los gobiernos del ALCA, particularmente los
de Estados Unidos y Brasil, no lograron acuerdos sobre diferencias
ideológicas claves sobre comercio en la región. Los Estados Unidos
continúan promoviendo un amplio acuerdo como un solo emprendimiento
que deberá ser concluido en el 2005, tal como fue planificado
originalmente. Los acuerdos bilaterales con Mercosur, Chile, Centro
América y el Caricom pueden presionar en esa dirección. En la
reunión del CNC de Trinidad y Tobago, los trece países que se
referencian con el gobierno de Estados Unidos como ´la visión común
de los 13´ se posicionron a favor de un ALCA ampliado que refleje la
posición de Estados Unidos.[2] Cada uno de estos países está
comprometido en negociaciones comerciales bilaterales o sub-
regionales (y en algún caso sobre seguridad) con los Estados Unidos
y apoyan ampliamente la agenda de Estados Unidos en el contexto
regional..

Los Estados Unidos establecieron reiteradamente que no habría
concesiones para el apoyo a la agricultura y medidas anti-dumping en
el ALCA que pudieran ir más allá de las que se acordaron en la OMC.
Estos son los temas más controversiales entre los Estados Unidos y
otros países del ALCA que acusan a Estados Unidos de proteccionista
y tolerante en su política comercial en la agricultura a raíz de sus
propios subsidios a la exportación, mecanismos de apoyo y políticas
de dumping[3].

La retórica de Estados Unidos acerca de un ALCA ampliado contrasta
con su actual política comercial en la agricultura en ciertas áreas.

Brasil ha mantenido su posición de apoyo a un ALCA "Light" que
reduzca considerablemente el alcance del Acuerdo. Como parte de las
tres vías de negociación propuestas por Brasil, las reglas de
inversiones, compras gubernamentales y propiedad intelectual
deberían encuadrarse en el marco de los acuerdos de la OMC en esas
áreas de comercio.[4] Las negociaciones de acceso a mercados también
deberían ser removidas del ALCA y en cambio ser materia de acuerdos
bilaterales entre los Estados Unidso y los países del MERCOSUR.
Inclusive, Brasil propuso un ALCA Flexible que permitiría a ciertos
países del continente adherir a un ALCA comprehensivo, mientras
otros que no están preparados por el momento, puedan firmar en una
fecha más tardía o continuar las negociaciones en el contexto de la
OMC. El gobierno de los Estados Unidos y los grupos empresarios
postularon que esta posición "disminuye la envergadura del ALCA"[5].
Los Estados Unidos también dejaron sentada su posición contraria a
aceptar un ALCA "Light". En la medida que Brasil y los Estados
Unidos son los dos protagonistas de las negociaciones del ALCA en
este momento, es notoriamente problemático que no sean capaces de
alcanzar un acuerdo en relación a los alcances, definiciones y
plazos del ALCA.

La propuesta del MERCOSUR sobre una negociación de ´tres vías´
presenta algunas contradicciones peligrosas. Promover ciertas áreas
de negociación a través de la OMC, como inversiones y compras
gubernamentales, se contrapone a la posición mayoritaria de más de
70 países que se pronunciaron en la Ministerial de Cancún contra el
lanzamiento por el momento de cualquiera de los nuevos temas de
Singapur en la OMC, ya que no hay un consenso explícito, y no existe
una infraestructura de competencia común. En lugar de desviar un
tratado desventajoso desde el contexo regional al multilaterial, el
objetivo del MERCOSUR debería ser fortalecer la habilidad de los
gobiernos del Sur para desarrollar y mantener sus prioridades de
desarrollo nacional y desafiar políticamente el tipo de integración
regional que está proponiendo Estados Unidos.

Otros factores se juegan en el Caribe. El embajador de Belize en
los Estados Unidos y la Organización de Estados Americanos se
sumaron al desafío de que sin mecanismos de trato especial, el ALCA
podría "empantanar a algunos de nosotros que vamos en canoas en
lugar de yachts. No estamos enfrentando el mismo tipo de
embarcaciones".

Las ONGs y los gobiernos de los Estados de las Pequeñas Islas
señalaron que los gobiernos de los Estados de las Islas pequeñas del
Caribe (SIDS) son particularmente vulnerables al comercio
internacional y a los acuerdos comerciales como el ALCA y la OMC. La
capacidad de los estados de las pequeñas islas para competir en un
mismo campo de juego es imposible debido a problemas tales como
falta de infraestructura, privatizaciones agresivas en la región y
medidas injustas del comercio, todas exacerbadas por las diferencias
geográficas, de tamaño y de población. Cualquier acuerdo de comercio
con CARICOM requeriría asegurar la plena aplicación de las
previsiones de trato especial y diferenciado (SDT) para garantizar
algún nivel parejo de negociación.

La RIGC entiende que la integración en las Américas es parte de otro
proyecto basado en una concepción más amplia que el 'libre
comercio'. Se trata de regular el comercio que beneficia a la
mayoría más poderosa que representa a una proporción muy reducida de
población. La ingetración de las Américas propuesta a través del
ALCA está basada en un modelo de derrame económico que promueve la
extracción de los recursos naturales, ataques al sistema
democrático, el uso de fuerza laboral de bajo costo, la
militarización, la desconsideración de los derechos humanos y la
brecha creciente entre los incluidos y los excluidos del sistema. En
los recientes eventos, después de años de colonialismo, el pueblo de
Bolivia pudieron traducir y expresar las demandas de América Latina
por una integración justa. En muchos otros países, las
organizaciones de la sociedad civil apoyaron esta visión a través de
propuestas concretas para significar los procesos democráticos que
fortalezcan la participación, el control ciudadano y la
transparencia con el objetivo final de un desarrollo humano y
sustentable. La RIGC apoya el fortalecimiento y perspectiva general
que requiere ser generado en el conjunto de las Américas para
promover un cambio.

La Red Internacional de Género y Comercio convoca a los gobiernos
participantes en el AlCA a detener las negociaciones y reafirmar el
derecho y la responsabilidad soberanas de las naciones para definir
su propia agenda de desarrollo, para regular sus economías y
proteger los recursos biológicos y agrícolas de sus comunidades. La
RIGC rechaza el modelo de 'la misma medida para todos' en los
acuerdos de comercio regionales y multilaterales. La RIGC reafirma
la supremacía de la economía de la reproducción social sobre la
economía conducida por el mercado y apoya los sistemas de
governanbilidad y decisiones económicas democráticas. La RIGC
identifica cinco áreas de negociación en el ALCA que son
problemáticas para estos objetivos: agricultura, servicios,
propiedad intelectual, inversiones y compras gubernamentales. Las
regiones de la Red del Caribe, América del Norte y América Latina
han desarrollado posiciones sobre cada uno de estos puntos con
recomendaciones alternativas para cada una de las regiones.

I. Agricultura y Soberanía Alimentaria

El capítulo de agricultura del ALCA, en la medida que refuerza el
Acuerdo sobre Agricultura (AoA) de la OMC, sólo exacerba las
inequidades en el comercio agrícola. Peor aún, su esencia no es
promover el comercio agrícola entre países, sino que está dirigido a
la acumulación y ganancia de las grandes corporaciones
agroproductoras.

Aspectos Críticos

-. La produccción alimentaria dominada por las corporaciones
agroproductoras en las Américas beneficiaron a un sector empresario
y amenazan la supervivencia de pequeños productores agrícolas y
comunidades indígenas, que traen como consecuencia que gran parte de
la población rural se transforme en trabajadores agrícolas
desempleados y migrantes que debe vender su trabajo a cualquier
costo a cambio de comida. Diversos estudios han mostrado que el
comercio agrícola disminuyó la proporción de la producción
alimentaria en muchas partes del mundo al mismo tiempo que
institucionalizan los sistemas de producción y distribución
alimentaria que están a merced del precio fijado por las
corporaciones multinacionales.

-. Estudios a nivel micro han mostrado que el consumo de los
campesinos pobres se ve adversamente afectada por el cambio de
condiciones generado por la liberalización comercial. Con sueldos
estancados, los gastos de la canasta alimentaria nacional subieron
mientras la calidad de los alimentos frecuentemente disminuye.

-. Debido a los roles socialmente adscriptos, las mujeres se
transforman en proveedoras de alimentos y otras demandas de la
reproducción social para compensar el fracaso del mercado y del
estado para suministrarlos. La evidencia en todo el mundo muestra
que las mujeres pobres de las áreas rurales están absorbiendo costos
más altos de la reproducción social, en relación a la transferencia
de ingresos que reciben en el contexto de las actuales reformas del
mercado. A medida que la producción y las condiciones de intercambio
están menos reguladas para sostener objetivos sociales, las mujeres
enfrentan tensiones crecientes para enfrentar las demandas de
trabajo tanto en la producción como en la reproducción social.

-. Las mujeres rurales (al igual que los hombres) son también
vulnerables a la brutal militarización del campo que se ha extendido
en muchas regiones de América Latina. El Estado, las corporaciones
transnacionales (CT) y las elites locales muchas veces recurren a la
fuerza y la violencia para despojar a los campesinos pobres y las
comunidades indígenas del control de su medio y sus recursos, tales
como la tierra o los minerales, en una transferencia sistemática a
favor de los sectores privilegiados, la agroindustria transnacional
y las corporaciones mineras. Para muchos pueblos rurales el trabajo
es el único medio con el que cuentan para tener derecho a la
alimentación. La pérdida de su patrimonio provoca una corriente
migratoria de mujeres jóvenes de las áreas rurales para pasar a
formar parte del reservorio de mano de obra barata para las
fábricas, la agroindustria y el sector informal.

Alternativas para la Región

* Todo el comercio de la agricultura debería proteger a los pequeños
productores, al desarrollo rural, a la seguridad alimentaria
nacional y a la soberanía alimentaria a través de mecanismos
especiales de salvaguarda, la exención de alimentos de primera
necesidad y otros programas domésticos diseñados para promover el
crecimiento sustentable en la producción agrícola.

* Deben eliminarse los subsidios masivos proporcionados por los
Estados Unidos a la agroindustria. Estos subsidios no benefician a
los pequeños productores en el Norte y peor aún, producen
directamente una distorsión en el mercado global y tiene efectos de
dumping para los alimentos en los países en desarrollo, lo que
amenaza la seguridad alimentaria y el desarrollo rural.

La violencia no debe ser usada para allanar el camino para la
liberalización de la agricultura. Las corporaciones transnacionales
y los gobiernos deben rendir cuentas a los acuerdos internacionales
de derechos humanos preservando los derechos ciudadanos sobre la
tierra y los activos.

II. Aspectos relacionados al comercio de los Derechos de Propiedad
Intelectual (TRIPS) y la Reproducción Social

La definición de los TRIPS en el ALCA esencialmente promueve
privilegios para los monopolios de corporaciones transnacionales y
bloquea la posibilidad de que los países en desarrollo puedan poner
en práctica su propio potencial intelectual.

Preocupaciones críticas

1.. Las corporaciones están lucrando gracias a los privilegios del
monopolio. Sus privilegios se sobreponen a los de las comunidades.
Más del 90% de las patentes en organismos vivientes o
microorganismos vegetales, animales o humanos están en manos de
corporaciones del Norte, así como los procesos de identificación,
aislamiento y remoción de material genético. Los TRIPS garantizan
legalmente el derecho al control monopólico y privado que cercena de
manera efectiva futuras innovaciones. Los TRIPS son inherentemente
anti-competitivos y anti-desarrollo.

2.. La Declaración de Doha
sobre TRIPS y Salud Pública, Párrafo 6, reconoce las implicaciones
humanitarias de minar el derecho de los gobiernos de planificar la
salud pública de sus pueblos. Sin embargo, la agenda 'TRIPS Plus' en
la región podría ir aún más allá que la OMC para favorecer los
intereses de grandes compañías farmacéuticas a nivel regional; donde
estos estuvieran de alguna manera limitados multilateralmente.
Podría ir más allá garantizando el monopolio de las corporaciones a
través de la extensión de sus derechos de patente o extendiendo su
capacidad para determinar el precio de los medicamentos, con lo que
encarece y dificulta el consumo público, incluso cuando hay una
epidemia. Adicionalmente, los Estados Unidos han estado presionando
en favor de un ALCA que aumente las restricciones para la
fabricación de drogas genéricas a través de licencias compulsivas
así como también su capacidad para importar drogas más baratas de
productores no patentados a través de importaciones paralelas.

3..
La definición de los TRIPS en el ALCA no reconoce el rol central de
las mujeres con su conocimiento como labradoras y cultivadoras de
plantas. El sistema de control monopólico de TRIPS les impide
participar en las decisiones relacionadas con los recursos
biológicos, desde el derecho a guardar, a usar, intercambiar y
vender semillas almacenadas en sus graneros, hasta crear nuevas
variedades de especie en sus propios locales. Esto afecta de manera
adversa la soberanía sobre el alimento.

Alternativas para la Región

1.. La RIGC afirma que los estados miembros deben tener libertad y
flexibilidad para determinar y adoptar normas apropiadas para los
sistemas sui generis, que proporcionen máxima protección a sus
labradores, criadores, al conocimiento de los pueblos indígenas y al
derecho de sus comunidades locales de usar, guardar, intercambiar
semillas y recursos biológicos. Los Estados también deben tener el
poder para impedir las normas anti-competitivas y anti-desarrollo de
los derechos de propiedad intelectual, que amenazan la soberanía
sobre el alimento.

2.. La RIGC afirma la Declaración de Doha de la OMC sobre TRIPS y
Salud Pública, párrafo 4, la cual le concede a los gobiernos el
derecho de aprovechar al máximo, a nivel nacional, las
flexibilidades y las medidas políticas permitidas por los TRIPS,
para asegurar el acceso a medicinas asequibles para todos y proteger
la salud pública.

3.. Para proteger los derechos del estado y de los pueblos, las
compañías e individuos tendrán que obtener, por anticipado, un
consentimiento oficial del estado, con la participación de las
comunidades locales, incluyendo las mujeres, antes de tener acceso a
los recursos biológicos nacionales. Aquellos individuos y
corporaciones solicitantes tendrán que identificar recursos
específicos, el propósito para el cual solicitan el acceso, los
beneficios previstos y cómo estos se compartirán con el Estado y la
comunidad. Se tendrá que realizar una evaluación del impacto de
género y socio-económico de estas actividades. Además, los
individuos y corporaciones solicitantes deberán acordar no solicitar
patentes basadas en las innovaciones y conocimientos de las
comunidades.

4.. Las plantas, los animales, los microorg