ALCA: Negociaciones agrícolas

2003-11-11 00:00:00

CAMPAÑA CONTINENTAL CONTRA EL ALCA
Miami desde la perspectiva de los movimientos sociales
Informe no 2 - 11 de noviembre de 2003

Las negociaciones agrícolas en el ALCA. Negocios para poco, hambre para muchos

Por Gerardo Evia
CLAES / Alianza Social Continental

Las negociaciones sobre agricultura que proponen el
gobierno de los Estados Unidos en el ALCA se sostienen
sobre la base mecanismos que garantizan la competencia
desleal de sus productos en mercados ajenos a través de
subsidios a sus exportaciones y también competencia
desleal con sus productos en el mercado propio, a través
de ayudas internas y mecanismos tarifarios y no
tarifarios que elevan los precios de los productos más
competitivos de gran parte de los productores primarios
del resto del continente. Bajo estas reglas inequitativas
del juego, el ALCA se revela como un instrumento en el
que los beneficios del agronegocio se reducen a cada vez
menos, y la pobreza y el hambre se extienden cada vez más
en nuestro continente.

Si analizamos el estado actual de las negociaciones
agrícolas en el ALCA veremos que es de estancamiento. En
julio de este año, el Comité de Negociaciones Comerciales
expresó su preocupación por el hecho de que el Grupo de
Negociaciones sobre Agricultura aún no hubiera podido
cumplir las instrucciones impartidas anteriormente e
instó a las delegaciones a intensificar los debates, en
particular en lo referente a subsidios. Este tema es el
nudo de los debates y el mayor escollo para un acuerdo en
el tema agrícola.

A la luz de lo ocurrido en Cancún la preocupación debería
ser mayor, ya que los resultados han determinado que
incluso se haya manejado la posibilidad de excluir del
ALCA el tema agrícola. El meollo de la cuestión se
encuentra en la posición de los Estados Unidos de remitir
los temas vinculados a los subsidios y ayudas internas en
la agricultura a los avances que se pudieran lograr en el
ámbito de la Organización Mundial de Comercio. Dado que
las negociaciones sobre agricultura en el ámbito
multilateral también se encuentran estancadas la cuestión
parece no tener solución.

Del análisis de los diferentes borradores del capítulo de
agricultura del ALCA se desprenden claramente las
dificultades para avanzar. En el último disponible
(Agosto 2003), la gran mayoría de las claúsulas se
encuentran aún entre corchetes, reflejando la falta de
acuerdos. Los grandes temas del borrador de agricultura
son los referentes a acceso a mercados, medidas no
arancelarias, subsidios a la exportación, medidas de
ayuda interna y medidas sanitarias y fitosanitarias.
Todos están fuertemente relacionados con las
posibilidades de los campesinos y productores
latinoamericanos de subsistir en el campo o permanecer en
el negocio agropecuario en caso de probarse el ALCA.

Por una parte, está en cuestión la posibilidad de mejorar
el acceso a los mercados de los países desarrollados del
hemisferio para los países en desarrollo, por cuanto se
pretenden mantener barreras no arancelarias. Al mismo
tiempo Estados Unidos, ha presentado ofertas de
desgravación arancelaria discriminatorias en contra de
aquellos países más competitivos en el sector agrícola
(MERCOSUR).

Si el gobierno de los Estados Unidos quiere un acuerdo
continental en agricultura, debería abandonar la injusta
y fracasada política agrícola de gastar miles de millones
de dólares en subsidios cuya mayoría van para las grandes
corporaciones del agronegocio. En lugar de esto, deberían
adoptar nuevas políticas que se concentre en el manejo de
la oferta de bienes y provea precios justo para los
productores de pequeña escala en todos los países.

La liberación arancelaria que adoptarían los países en el
marco del acuerdo tal como está hoy determinaría una
disminución de los niveles de protección para los
diferentes rubros y aumento en las posibilidades de
intercambio de bienes agropecuarios. Esto implica que
habrán ganadores (traders y algunos consumidores) y
perdedores (productores locales desplazados por
importaciones). Sin embargo no se establecen mecanismos
para mitigar y compensar esas pérdidas y ganancias entre
sectores.

Se parte de una situación fuertemente asimétrica con
diferentes estructuras productivas, tecnológicas,
sociales y ambientales entre países. Pero la asimetría
más importante se refiere al nivel de subsidios y ayuda
interna que la tesorería de la economía más poderosa del
mundo otorga a su sector agrícola, fuertemente
dependiente de dichas ayudas. Este es el corazón de la
discusión en tanto la permanencia de las medidas de ayuda
interna, que Estados Unidos pretende seguir aplicando en
un marco de desgravación arancelaria hemisférico,
determinaría una invasión de sus productos agrícolas
hacia los países latinoamericanos.

Grandes contingentes de campesinos latinoamericanos
deberían enfrentar sin la ayuda de sus tesorerías
agobiadas por el servicio de deuda, un escenario de
liberación comercial que los desplazaría del sector
productivo con consecuencias devastadoras en rubros como
el arroz, el maíz, el algodón y el azúcar. Aún muchos
países que actualmente son agro exportadores a la región
se verían perjudicados por la pérdida de las preferencias
arancelarias de que hoy disponen a través de acuerdos
sub-regionales.

Un acuerdo en agricultura que no contemple estas
asimetrías y especialmente medidas compensatorias para
neutralizar el efecto de los subsidios de los países
desarrollados sería suicida para los países
latinoamericano.

Contacto:
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Cristina Charão
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