Ante el fracaso de Cancún

Pronunciamiento Red Colombiana de Acción frente al Libre Comercio y el ALCA, RECALCA

Ante el fracaso de la OMC, Colombia debe fortalecer su participación
en el grupo de los 21, insistir en no firmar ningún tratado sin
concesiones fundamentales en el terreno agrícola y acercarse a
MERCOSUR y a la CAN

El 14 de septiembre culminó con un estruendoso fracaso la reunión
ministerial de la Organización Mundial del Comercio, OMC. La reunión
puso de relieve la intransigencia de los países desarrollados ante
las exigencias de los países en desarrollo liderados por el Grupo de
los 21 entre los cuales figuraban naciones tan importantes como
China, India, Brasil y todos los de Sudamérica, incluyendo a
Colombia. La petición de estas naciones era que se efectuaran avances
serios en la eliminación de los subsidios al agro, como condición
para abordar los otros temas de la agenda. Como esto no se logró la
reunión se disolvió. Contribuyó enormemente a este fracaso la presión
popular que reunió a miles de opositores a la OMC y que fue
simbolizada trágicamente por el trabajador Coreano que se inmoló como
señal de protesta en Cancún.

En Colombia el gobierno por boca del ministro de Agricultura había
señalado que los avances en el tema agrícola eran indispensables para
despejar los acuerdos sobre otros temas en el ALCA, ahora el país se
enfrenta a la situación de que el contenido negociable del ALCA se
reduce pues los temas de inversión, propiedad intelectual y otros
dependían de los resultados agrícolas de la OMC. De esta manera el
escenario más probable será el de un ALCA light y el nuevo énfasis
norteamericano es insistir en los acuerdos bilaterales de libre
comercio. Colombia ha coincidido con Estados Unidos en esta posición
y todo el equipo gubernamental se prepara para concentrarse en el
acuerdo bilateral que al parecer comenzará a ser negociado desde
enero próximo.

El gobierno colombiano sigue descartando las posibilidades de
acercamiento con el MERCOSUR al señalar que no se cumplirán los
plazos para llegar a acuerdos y considera también que la Comunidad
Andina es un cadáver; continuará acatando dócilmente la orientación
norteamericana en el ALCA y haciendo reformas económicas que preparen
al país para el acuerdo bilateral con Estados Unidos.

De esta forma nos dirigimos al peor escenario posible que es una
negociación acelerada con la mayor economía del mundo, la cual no
está dispuesta a hacer concesiones en ningún asunto sustancial y
Colombia, aislada del resto de países latinoamericanos y rehén de la
"ayuda" norteamericana, se verá obligada a aceptar todas sus
exigencias.

A pesar de que Colombia participó en el grupo de los 21 el ministro
Botero, el mismo que hizo causa común con esos países llegó señalando
que no podía interpretarse la participación colombiana como un
enfrentamiento con los países desarrollados.

Colombia debe fortalecer su participación en ese grupo, hacer causa
común con los países en vías de desarrollo, reactivar la Comunidad
Andina, acercarse a Mercosur y mantener la posición de que sin
concesiones fundamentales en materia agrícola no es viable ningún
acuerdo de libre comercio.

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