Foro de los Pueblos frente a la OMC
Cancún, Quintana Roo, 12 de septiembre de 2003
El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN)
es un ejemplo claro de la directriz que siguen todos los
tratados comerciales que ahora se están impulsando por
parte de los organismos internacionales (incluida OMC), y
las consecuencias que estos tienen: mayor pobreza de la
población, menos soberanía de las naciones, y unas cuantas
empresas y personas enriquecidas.
En el Foro de los Pueblos por una Alternativa frente a la
OMC, Alternativas Sociales frente a los Acuerdos
Comerciales se trataron los temas de los costos del
"libre" comercio, soberanía alimentaria, resistencia y
autonomía de los pueblos de Mesoamérica, el proceso de
resistencia frente al Plan Puebla-Panamá (PPP), las
alternativas ante el Tratado de Libre Comercio Unión
Europea, y voces que buscan cambiar los rumbos del
comercio mundial, se señaló que existen múltiples casos
reales y documentados que visibilizan los alcances de
estos acuerdos.
En México, el gobierno ha tenido que indemnizar a una
empresa norteamericana porque una población se opuso a que
se instalara una empresa que manejaría desechos tóxicos.
Este es el ejemplo del tipo de empresas que pueden
instalarse en cualquier país de Latinoamérica y el tipo de
inversiones a las que se tiene que acceder con la creación
de estos acuerdos comerciales unilaterales y sin límites.
Durante el evento se presentó también el libro
"Enfrentando la globalización. Respuestas sociales a la
integración económica de México", el cual señala casos
documentados de lo que significa este tipo de
globalización para los países en vías de desarrollo.
Se señaló que son precisamente el FMI y el BID, algunos de
los organismos que además están dedicados a financiar el
"desarrollo" mediante el apoyo de proyectos como son el
PPP, que más que una integración regional lo que realmente
están persiguiendo es crear infraestructura suficiente
para una mejor y más barata explotación de los recursos
naturales de Latinoamérica.
De ahí que la única alternativa es pugnar por parar estas
negociaciones –como se está haciendo en Cancún- para que
no avances estos planes de un nuevo colonialismo por parte
de los países ricos y de sus transnacionales.
Sin embargo, señalaron todos los participantes, cada vez
más los pueblos comienzan a hacer escuchar su voz y a
oponerse a todas estas políticas adversas y que tendrán
graves consecuencias en un futuro inmediato, por ello es
que la oposición por sectores y por temas es de vital
importancia para impedir que se continúe con el proyecto
neoliberal que terminará por acabar al mundo, al destruir
todos sus recursos naturales bajo la única visión de
obtener mayores utilidades en el menor tiempo.