ASC - Foro Sindical Internacional

2003-09-15 00:00:00

Cancún, Quintana Roo, 12 de septiembre de 2003

No a las privatizaciones de las empresas gubernamentales
(paraestatales) que todavía subsisten en algunos países y
continuar con la lucha por los derechos laborales fueron
las líneas principales del Foro Sindical Internacional que
se llevó a cabo hoy en Cancún, en el Teatro Cancún.

Convocado por el Frente Sindical Mexicano (FSM) y la Unión
Nacional de Trabajadores (UNT), los sindicalistas
señalaron que las reglas de la OMC sobre el libre comercio
son contrarias al desarrollo, y manifestaron su convicción
de que los países tienen derecho a la sustentabilidad con
crecimiento económico, estabilidad y con una distribución
equitativa del ingreso.

Demandaron que los servicios estratégicos deben servir en
lo fundamental al proyecto de soberanía y de nación de
cada país, además de señalar su oposición de los
sindicatos y las organizaciones campesinas al proyecto del
ALCA, el Plan Puebla-Panamá, al TLCAN, Acuerdo General
sobre Comercio y Servicio (AGCS-GATS), la globalización y
a la OMC.

La inversión privada en los diferentes sectores sólo ha
tendido a incrementar las ganancias de las empresas
extranjeras a las que se les pretende entregar la
industria eléctrica y petrolera nacional, en el caso
específico de México. El resultado de adoptar este tipo de
políticas se puede ver en todos los países que ya no
cuentan con ninguna empresa estatal y en donde las
empresas transnacionales han tomado el control de sectores
fundamentales para la economía y la sociedad.

En el evento "Hacia un Modelo Alternativo de Integración
Económica y Social", en donde participaron sindicatos de
Estados Unidos, Canadá, República Checa, Brasil, y Centro
América, entre otros, también se hizo un llamado a que se
reconozca que el peso de la deuda externa y de las
estipulaciones impuestas por el FMI y el Banco Mundial, y
a que se luche por la demanda de que los países ricos
cancelen estos empréstitos, para que los países en del
tercer mundo utilicen esos recursos para su desarrollo.

En general, dado que la OMC no sólo trata de regular el
comercio mundial sino de establecer una constitución
económica, minimizando la rectoría del Estado e ignorando
a la sociedad, que su funcionamiento y estructura excluyen
la participación democrática de los países en desarrollo y
de los menos favorecidos, los sindicalistas plantearon que
para que la globalización genere equidad, bienestar social
y crecimiento económico, tiene que integrar en un mismo
propósito y con visión de largo plazo, desarrollo y
sustentabilidad.

Sobre los derechos laborales comentaron que uno de los
problemas ha sido el control férreo por parte del gobierno
mediante la creación de organismos sindicales oficiales,
lo cual ha sido un mecanismo inmediato para inhibir el
ejercicio de la acción sindical.

A esto se le ha aunado, una innumerable cantidad de
reformas laborales impulsadas desde los organismos
internacionales como son la OCDE, OMC, BID y FMI para
permitir una explotación mayor del trabajador sometiéndolo
a jornadas laborales flexibles, empleos temporales o sin
contrato, y sin derechos sociales, un menor salario, y la
prohibición de crear sindicatos.

Todo esto ha ido en detrimento de los trabajadores y de
los países, provocando cada vez más pobreza entre la
población y más riqueza para las empresas.

Por todo esto, ante hoy señalaron: "Rechazamos que se
incluyan nuevos temas en su agenda y otorguen más poderes
a la OMC, en tanto no cambie su orientación neoliberal".