¡El ALCA no pasará!

Los Ministros de Comercio Exterior de 34 países de las
Américas, a excepción de Cuba, se reunirán el próximo mes
de noviembre en Miami para llevar a cabo la 8ª Reunión
Ministerial ALCA y avanzar en la negociación y acuerdos
sobre el borrador final de lo que sería el Acuerdo de
Libre Comercio de las Américas (ALCA). Este acuerdo
hemisférico se negocia desde 1994 a espaldas de la
población, las organizaciones sociales y los pequeños
productores del campo y la ciudad con el objetivo de
garantizar la libre movilidad de capitales y las
ganancias de las corporaciones transnacionales.

Para nuestros pueblos y nuestros países el ALCA
constituye un mecanismo que pretende sellar la
irreversibilidad del modelo neoliberal; la reducción de
nuestro mercado interno por la profundización de la libre
importación; la ruptura de las aún débiles cadenas
productivas agropecuarias e industriales; la del Estado a
subvencionar, proteger y privilegiar a los productores
nacionales en las compras del sector público; una mayor
privatización de los servicios de educación, salud y agua
potable; promoverá la mercantilización de todos los
recursos naturales; una mayor flexibilización laboral,
promoviendo jornadas de trabajo más largas, ritmos de
producción más exigentes, la generalización del trabajo
eventual y la perdida de conquistas sociales; la
privatización de los conocimientos, las plantas, las
palabras indígenas y los diseños de comunidades
originarias a través de la llamada propiedad intelectual;
atentando la identidad, la cultura y la vida misma de los
pueblos indígenas originarios; acabará definitivamente
con la soberanía del país al establecer tribunales
internacionales secretos al servicio de las corporaciones
transnacionales y los países ricos.

Por esto, un conjunto de organizaciones y movimientos
sociales de la sociedad civil peruana (indígenas,
mujeres, ecologistas, jóvenes, campesinos, trabajadores,
intelectuales, y otros sectores), sustentados en un
proceso permanente de estudio y reflexión sobre los
impactos negativos que viene provocando el libre comercio
en contra de los intereses nacionales y en contra de la
calidad de vida de la gente pobre de nuestros países,
mantenemos una posición diferente y alternativa a la
propuesta oficial. Estamos convencidos que, a partir de
los procesos subregionales de integración en curso en
América Latina, ¡¡ Otra integración es Posible!!, dentro
de una estrategia que permita una redistribución
equitativa de la riqueza, que reconozca nuestra identidad
nacional, que respete la propiedad y uso de nuestros
recursos naturales, que contribuya al desarrollo
sustentable.

En este marco, los movimientos sociales aglutinados en la
Campaña Peruana frente el ALCA, exigimos del gobierno
nacional la transparencia en este proceso, sus decisiones
se deben fundamentar en debates públicos o consultas
populares. Exigimos al gobierno que informe y convoque a
un plebiscito, referéndum o consulta para que el pueblo
decida libremente si está de acuerdo con el ALCA.
Asimismo, hacemos un llamado al Parlamento Nacional para
que no abdique en su función fiscalizadora y exija
rendición de cuentas al Ministerio de Comercio Exterior y
Turismo respecto al curso y orientación de las
negociaciones, así como el análisis costo-beneficio sobre
el que se están poniendo en juego el futuro de los y las
trabajadoras, de las poblaciones indígenas y de nuestra
biodiversidad.

Ante esta circunstancia, hacemos un llamado a todas las
organizaciones sociales y populares, ONG, a unirse a la
campaña en contra del ALCA, y hacer una fuerza común para
levantar nuestra voz y nuestra propuesta por la
construcción de una sociedad diferente, una nación
verdaderamente libre y soberana, donde el pueblo sea el
dueño de su destino. Una nación donde no haya exclusión
social, ni injusticia, ni hambre, ni miseria. Una nación
capaz de promover una integración, basada en el respeto a
la diversidad cultural y a la soberanía de los países
miembros, en la equidad de las relaciones comerciales y
en la solidaridad entre los pueblos. La sociedad peruana
rechaza el proyecto del gobierno y las transnacionales
estadounidenses de recolonización económica, comercial y
militar, y aspiramos un proyecto propio de desarrollo
sustentable.