Por una integración soberana, democrática, justa y sustentable de los pueblos, decimos no al ALCA

Pronunciamiento de la Red Sinti Techan ante la XIV Reunión del Comité de negociaciones comerciales del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA)

2003-07-07 00:00:00

San Salvador, El Salvador, 8-11 de julio 2003.

Desde 1994, treinta y cuatro gobiernos del hemisferio vienen
avanzando en las negociaciones del ALCA, un proyecto "made in"
Estados Unidos que tiene el propósito de consolidar su bloque
económico en las Américas, de cara a posicionarse mejor en el
escenario de la globalización neoliberal frente a Europa y los
dragones asiáticos. La agenda del ALCA está definida desde y
para los intereses de las empresas estadounidenses que
pretenden implantar las políticas neoliberales en todo nuestro
continente. El ALCA es la versión continental de la
Organización Mundial de Comercio (OMC); su lógica, principios
y contenidos son retomados fielmente de los Tratados de Libre
Comercio, de manera que el ALCA no es más que otro escenario
para un TLC con 34 países y con un tratamiento más favorable
para las empresas transnacionales.

Los objetivos del ALCA van mucho más allá de lograr que los
productos tengan libre acceso a los mercados, y principalmente
pretenden que las empresas estadounidenses obtengan
privilegios en su desempeño, otorgándoles acceso a las compras
gubernamentales, prohibiendo a los gobiernos nacionales la
regulación del funcionamiento de las inversiones extranjeras,
fortaleciendo sus derechos de propiedad intelectual, dando
trato "no discriminatorio" a la inversión extranjera,
limitando el desempeño de las empresas públicas en la
provisión de servicios públicos y promoviendo la privatización
de los mismos, y dotándole a las transnacionales de mecanismos
e instrumentos jurídicos para dirimir favorablemente sus
controversias ante los Estados.

Al igual que en las negociaciones de los TLC, en el ALCA los
esfuerzos se concentran en el acceso de bienes a los mercados
y agricultura, dejando de lado el resto de aspectos sensibles
como inversión, servicios, compras gubernamentales, políticas
de competencia y propiedad intelectual. Un claro "cuello de
botella" en las actuales negociaciones del ALCA, que puede
limitar su entrada en vigor en el año 2005, son los acuerdos
en materia de acceso a mercado: la postura proteccionista de
Estados Unidos contradice su exigencia de apertura de los
mercados latinoamericanos y caribeños. Exige libre acceso a
Brasil manteniendo protegida el acero y la agricultura
estadounidense, hace lo mismo con el salmón chileno, la miel y
los limones argentinos, entre muchos casos.

En el marco del ALCA los derechos de los inversionistas tienen
más jerarquía que los derechos de los pueblos americanos.
Así, todos los servicios públicos, sobre todo el agua, la
educación, la salud, las pensiones, las jubilaciones, la
vivienda y la seguridad, se convierten en mercancías, y pasan
al libre juego de la competencia comercial. En materia de
propiedad intelectual el proyecto elimina restricciones al
ejercicio de las transnacionales para monopolizar patentes, en
un nivel mucho más alto aún que el del Acuerdo de la OMC sobre
los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual
Relacionados con el Comercio (ADPIC), convirtiéndose en ADPIC
aumentados.
Si el ALCA llega a implementarse tendríamos profundos impactos
negativos sobre pueblos y ecosistemas a lo largo y ancho del
continente. Permanecerían sin alternativa los problemas del
desempleo, la caída del salario real, la precarización del
empleo, el aumento del sector informal de la economía. Sería
inviolable el libre movimiento de capital y mercancías, pero
no mejoraría la política migratoria estadounidense, xenófoba y
restrictiva. Además, No existen en ningún apartado del
proyecto imperial propuestas de solución a los problemas de
las mujeres y de los pueblos indígenas del continente.
Tampoco se aplacarían los planes de militarización del
continente.
Pasaron ocho años para que frente a un creciente desprestigio
y deslegitimación de las negociaciones, se hiciera público el
primer borrador del ALCA (hasta el año 2001). Desde entonces
se tiene acceso electrónico a versiones llenas de "corchetes"
sobre asuntos en los que aún no se logra consenso; no se
indica cuáles gobiernos apoyan determinada propuesta en el
texto, pues ningún país ha hecho pública alguna versión
comprensible o actualizada con sus propuestas particulares.

El ALCA se sigue negociando en secreto y de manera
antidemocrática, el texto propuesto no sólo no incorpora las
propuestas de la sociedad civil, sino que las contradice en
principios y contenidos. Pese a que "formalmente" se ha
pretendido dar "transparencia y participación a la sociedad
civil" a las negociaciones ALCA con la creación de un Comité
Oficial de Representantes del Gobierno para la Participación
de la Sociedad Civil (SOC), éste ha servido como un "buzón de
sugerencias" en el que eventualmente cae algun "encargo" para
los ministros de economía, que por su formato sintetizado
resulta inservible.

El carácter antidemocrático del proceso no sólo se ve en la
ausencia de participación de la sociedad civil –a no ser unas
cuantas ONG que manifiestan su feliz y significativa cercanía
con los negociadores y ministros de economía, en los "cuartos
de al lado"--, sino por la falta de democracia en el proceso
de negociaciones, dada la postura hegemónica y determinante de
los Estados Unidos en ellas.

La pretensión de firmar el ALCA antes del 2005, no será una
realidad. La creciente movilización y resistencia ciudadana
que se desarrolla a lo largo y ancho de todo el continente y
la postura crítica frente al ALCA de países como Brasil,
Venezuela, Ecuador y algunos países caribeños, nos lleva a
afirmar que no habrá ALCA en la fecha prevista. Esto explica
el interés estadounidense de avanzar de prisa en otra vía
alterna: la suscripción de Tratados de Libre Comercio (TLC) y
Tratados Bilaterales de Inversión (TBI), alternativa más lenta
para consolidar su bloque económico, pero sigue siendo muy
efectiva para ese propósito.

Para Centroamérica, el TLC con Estados Unidos (TLCEUCA) es el
ALCA . El principal socio comercial para las economías
centroamericanas es Estados Unidos, y a nivel del continente
son las empresas transnacionales e inversiones estadounidenses
las que tienen la mayor incidencia en nuestras economías. Lo
que el TLCEUCA otorga a las empresas estadounidenses es lo que
se está buscando obtener con el ALCA, el reto para la
población centroamericana es detener los TLC y emprender el
camino de la integración social en la región, desde los
proyectos nacionales, como alternativa para la construcción de
otra Centroamérica.

En la RED SINTI TECHAN estamos convencidas y convencidos que
el comercio e inversión son instrumentos que pueden abonar al
desarrollo sustentable de los pueblos, sólo en la medida en
que se articulen desde proyectos nacionales, democráticos,
equitativos y soberanos. Proponemos impulsar desde los
intereses de los pueblos un verdadero proceso de integración
político, económico, ambiental y social; construyamos una
alternativa de integración centroamericana (incluyendo Belice
y Panamá). Hacemos firme opción por promover la integración
de Centro América con todos los pueblos del Caribe y
Latinoamérica, como lo soñaron Morazán, Martí y Bolívar.

Al mismo tiempo nos pronunciamos por un Acuerdo global de
cooperación técnica, económica y social de Centroamérica con
los Estados Unidos y Canadá, que enfatice en el pleno respeto
los derechos humanos, sustentabilidad socio ambiental, libre
migración de personas, relaciones comerciales justas,
inversiones productivas con transferencia de tecnologías y
procesos productivos limpios, cancelación de la deuda externa
y pago de la deuda ecológica; que oriente nuestros esfuerzos
hacia el logro de una sociedad soberana, democrática,
sustentable y justa en Centroamérica.

NO AL ALCA,

OTRA AMÉRICA ES POSIBLE

Red Sinti Techan, miembro del Bloque Popular Centroamericano -
BPC- y de la Alianza Social Continental –ASC-.