Los movimientos sociales y organizaciones de la sociedad civil de Europa, América Latina y el mundo, expresamos nuestra profunda preocupación ante la decisión de la Comisión Europea –en representación de la Unión Europea y sus 27 Estados miembros, así como Colombia y Perú de negociar Acuerdos comerciales bilaterales entre ellos, provocando así una ruptura de facto de la Comunidad Andina de Naciones.
La hipocresía de la Comisión Europea
En el ocaso de un mandato caracterizado por sus repetidos esfuerzos de hacer aceptar a diversos países su orientación neoliberal desenfrenada, la Unión Europea, a través de la Comisión Europea, se propone firmar, “en el transcurso del 2009” un tratado de libre comercio con Colombia y Perú, de manera que pueda esconder su fracaso en otras negociaciones comerciales y, sobretodo, imponer el dogma nefasto de la “desregulación” y de la competitividad” establecida en la estrategia comercial y de inversión “Europa Global: Competir en el mundo”.
La Comisión proclamó sucesivamente que el fomento de la “integración regional” es una de las prioridades de la UE y que uno de los objetivos del mal llamado Acuerdo de Asociación era fortalecer e impulsar el proceso de integración andino. Al aceptar el planteamiento de Perú y Colombia de avanzar en una negociación bilateral, la UE demuestra que la integración regional solo importó a la UE en tanto y en cuanto sirviera a los objetivos de facilitar la liberalización del comercio y las inversiones.
La Comisaria Europea de Relaciones Exteriores, Benita Ferrero-Waldner, en Diciembre de 2006 declaró: “Quiero subrayar que el objetivo del acuerdo (entre la UE y la CAN), así como el espíritu de la negociación que lo precederá, es y debe ser el que ambas partes se beneficien de él. La Asociación no tiene ni sentido ni futuro cuando se construye a costa de una de las partes” . Ciertamente, la negociación del Acuerdo de Asociación UE-CAN no tiene ningún sentido ya que el mismo se ha realizado a costa de la integración de la CAN y en particular, a costa de los países cuyos gobiernos, Bolivia y Ecuador, proponen una relación birregional diferente.
Uribe y García: venden sus países a las transnacionales europeas en desmedro de la integración regional y contra las voluntades de sus pueblos
Los gobiernos de Colombia y Perú han dado repetidamente la espalda a los procesos de integración regional. Desde la suscripción de los TLCs con Estados Unidos, Álvaro Uribe y Alan García han hecho todo lo posible por supeditar la integración regional a los acuerdos desiguales con las potencias. Han adoptado una posición servil a los intereses de la globalización neoliberal, sus tratados de libre comercio y la sumisión a las multinacionales.
En el caso de las negociaciones con la UE, los gobiernos Uribe y García reiteradamente expresaron su preferencia de cambiar la negociación bloque a bloque por una bilateral. Consideramos lamentable que el contexto actual de múltiples crisis que afectan a la región, donde la solidaridad regional es mas importante que nunca, Colombia y Perú se subordinen a la política de la Unión Europea, arrasando con la CAN, poniendo en riesgo el esfuerzo de Bolivia de salir de la pobreza y de garantizar los derechos humanos de las mayorías sociales, y sobre todo yendo en contra de la voluntad de sus pueblos que vienen rechazando tajantemente la negociación y firma de un tratado de libre comercio con la Unión Europea.
La propuesta de los gobiernos de Lima y Bogotá de avanzar por la vía de una negociación bilateral, avalada por la UE, representa una decisión nefasta para los intereses de nuestros pueblos; niega los esfuerzos de una integración regional alternativa y constituye un grave precedente antidemocrático a tomar en cuenta. Esta conducta de los gobiernos de Perú y Colombia se suma a las graves violaciones de derechos humanos y asesinatos de sindicalistas en Colombia y la generalización de medidas represivas en contra del movimiento indígena y reivindicaciones populares en Perú, lo cual pretende ser ignorado por la Unión Europea
Dadas las graves crisis globales (financiera, económica, alimentaria, energética y ambiental) a las que han conducido las políticas neoliberales promovidas desde Washington o Bruselas, más que nunca se hace necesario luchar por un cambio radical del modelo económico global. La posición de Bruselas, Lima y Bogotá no hace sino continuar por el mismo camino que ya conocemos y que empobrece a los pueblos. La Comisión Europea terminará su mandato en junio de 2009. Es la oportunidad para un cambio de enfoque. Por eso exigimos que la UE renuncie a las políticas actuales, que sumergen a millones de personas en una pobreza aún más profunda, perdiendo su trabajo y su sustento, mientras que su medio ambiente y sus servicios públicos siguen deteriorándose.
 
Nuestras demandas
Los miembros de la Alianza Social Continental y la Red Birregional Europa-América Latina y el Caribe ‘Enlazando Alternativas’, los movimientos sociales y organizaciones de la sociedad civil de Europa, América Latina y el mundo, abajo firmantes,
CONDENAMOS:

 las maniobras divisionistas de la Comisión Europea, utilizando tácticas manipuladoras y de mano dura, que conducen al debilitamiento y eventualmente la desintegración de la Comunidad Andina de Naciones.
 la imposición de una estrategia política de desregulación, competitividad y de libre-comercio de la UE a cualquier costo
 las políticas de los Gobiernos de Perú y Colombia quienes están dispuestos a sacrificar el futuro de sus pueblos en favor de los beneficios de las transnacionales europeas y las elites locales.
RECHAZAMOS

 la negociación y firma de un Tratado de Libre Comercio entre la CAN y la Unión Europea, disfrazado de "Acuerdo de Asociación" bajo falsas propuestas de "cooperación" y "diálogo político".
DEMANDAMOS A LA UE Y A LOS GOBIERNOS DE PERÚ Y COLOMBIA:
 Poner fin a las negociaciones actuales de acuerdos comerciales entre la UE y países latinoamericanos bajo el mandato de la estrategia comercial y de inversión de la UE “Europa Global: Competir en el mundo” o de la Organización Mundial del Comercio.
 Comprometerse a replantear por completo la política comercial, para asegurar que de prioridad a la justicia social, a la sostenibilidad ambiental y a los derechos laborales y humanos (sobre todo los de las mujeres) en los países de la CAN y la UE.
 Hacer transparentes los procedimientos de política comercial, favoreciendo la rendición de cuentas y un escrutinio democrático por parte de parlamentarios y de la sociedad civil.
 Que los gobiernos de Perú y Colombia respeten los acuerdos alcanzados en el seno de la CAN e inmediatamente vuelvan al diálogo en la CAN.
 Que, en el sentido antes indicado, la Unión Europea respete la negociación “bloque a bloque” con la CAN y desista, contra su política actual, de avanzar en tratados bilaterales con Colombia y Perú.
 Que no destruyan uno de los procesos de integración regional más antiguos del continente Americano, la Comunidad Andina de Naciones, ya debilitado por la insistencia de algunos gobiernos en la liberalización completa.
Por último:
 llamamos a todas las organizaciones sociales, políticas y populares, de trabajadores y trabajadoras, de migrantes, las comunidades indígenas y campesinas, el movimiento de mujeres, de jóvenes y sindical de América Latina, el Caribe y Europa, a pronunciarse