Colombia: El TLC y la “seguridad nacional” de Estados Unidos
El más reciente argumento del presidente Bush para forzar la aprobación del TLC en el congreso de su país es indicar que éste constituye un problema de “seguridad nacional” para Estados Unidos.
El presidente Bush -además- se está valiendo de la débil posición de los dos candidatos demócratas ante la crisis en la región andina, pues tanto Obama como Clinton respaldaron las acciones de Uribe Vélez. El presidente estadounidense en su lógica debe concluir: ¿si respaldan a Uribe, por qué no aceptan el trámite del TLC? El apoyo de los candidatos demócratas a Uribe significa un castigo a la inmensa mayoría de la población colombiana que se verá perjudicada por la aprobación del TLC.
En las últimas semanas, Bush también ha insistido en demostrar que el TLC con Colombia es bueno para ellos, pues aumentará las exportaciones y los negocios de los empresarios de esa nación norteamericana. En las condiciones actuales de recesión, no es previsible ningún aumento significativo de las exportaciones colombianas, pues EE.UU quiere superar el déficit comercial, lo que implica comprar menos y vender más. Por el contrario, el gobierno colombiano, ante síntomas preocupantes en la economía y en el comercio internacional, se ha visto obligado a debatir el aumento de algunos aranceles y ha aumentado los contingentes de libre importación de maíz amarillo y de algunas materias primas usadas por la industria. Muchos industriales ante la amenaza de quiebra piden protección del mercado nacional, muy en contravía de lo acordado en el TLC con Estados Unidos.
Por lo pronto pareciera que la “opción nuclear” planeada por Bush, que consiste en forzar una votación sin el visto bueno del liderazgo demócrata, no ha pasado de ser una simple amenaza, pues falló una vez más el intento del gobierno colombiano de que se incluyera en la agenda del congreso estadounidense la discusión del TLC esta semana. No hay señales que indiquen que ésta se realizará antes de las elecciones de noviembre.
El concepto de “seguridad nacional” de Bush consiste en intentar amarrar aun más la economía colombiana, hasta asegurarse que el país no pueda safarse de ella y sea más vulnerable a las exigencias norteamericanas. De esta forma puede dedicarse a hostilizar a los vecinos y a tratar de contrarrestar sus procesos democráticos, que se salen de las imposiciones de Washington.
La verdadera causa de las controversias regionales está en el alineamiento incondicional de Uribe con los dictámenes de Bush y su “guerra preventiva”. Al tiempo que debemos luchar por el restablecimiento de la normalidad de las relaciones entre los países andinos, debemos denunciar que una sana convivencia depende también de impedir que Colombia siga siendo la cabeza de playa del imperio en Suramérica.
Bogotá, 12 de marzo de 2008
- Red Colombiana de Acción Frente al Libre Comercio -Recalca-