Marcha de campesinos: Se agotan tiempos para el diálogo
Multitudinaria exigencia en México para que se renegocie el TLCAN
Durante la marcha en defensa de la soberanía alimentaria (en las que participaron unas 200 mil personas), organizaciones campesinas, sindicales y sociales advirtieron al gobierno que “los tiempos de diálogo se están agotando”, y confiaron en que la concentración de ayer en el Zócalo no sea “de las últimas acciones” pacíficas que lleven a cabo para que sus demandas sean atendidas.
Al término del mitin sellaron la alianza para conformar un consejo nacional social y económico en pro de la revisión del capítulo agropecuario del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el impedimento de la privatización de los energéticos y contra la reforma laboral y por la derogación de la Ley del ISSSTE.
En voz de Gabino Gómez, de la campaña “Sin maíz no hay país”, y del dirigente de la Confederación Nacional Campesina (CNC), Cruz López Aguilar, el movimiento sostuvo que no le arrebatarán su dignidad ni su decisión de luchar en contra del TLCAN, porque “sólo ha sembrado muerte y pobreza”.
Gómez puntualizó: “No venimos hasta acá para pedir la cabeza de un funcionario, sino para demandar al gobierno federal un debate de frente a la nación en torno a la situación del campo y refrendar que estamos en contra de la siembra de maíz transgénico. Nosotros no somos acarreados de Monsanto, nos oponemos a que los granos nativos desparezcan y que las grandes trasnacionales sigan enriqueciéndose de manera escandalosa”.
A su vez, López Aguilar dijo que las organizaciones agrupadas en los consejos nacionales de Organismos Rurales y Pesqueros (Conorp) y de Organizaciones Campesinas (Conoc), así como seis del Congreso Agrario Permanente, están abiertas al diálogo, pero no uno “de sordos”, y él sí demandó la destitución de Alberto Cárdenas como secretario de Agricultura. También rechazó que el TLCAN haya dejado beneficios al agro, pues el país “se ha convertido en una potencia agroalimentaria importadora de alimentos”.
En el mitin, Martín Esparza Flores, secretario general del Sindicato Mexicano de Electricistas, acusó al gobierno federal de haber roto el “pacto social, por no respetar la Constitución” y llamó a tomar el Congreso el próximo 7 de febrero. Auguró que, dada la unión que existe entre los sectores obrero y campesino, a “este movimiento no lo va a parar ni todo el Ejército que han sacado a las calles”.
Francisco Hernández Juárez, uno de los presidentes colegiados de la Unión Nacional de Trabajadores, remarcó que lo que se debe hacer es “impulsar una alianza clasista e iniciar un movimiento para frenar esta embestida. Hay que pensar en constituirnos en una fuerza capaz de cambiar el rumbo del país”.
A su vez, Agustín Rodríguez, líder del STUNAM, hizo hincapié en que lo que se requiere es una “gran alianza” del movimiento social, campesino y obrero, porque la “crisis social dista mucho de estar resuelta”.
Artemio Ortiz, en representación de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, manifestó que el modelo neoliberal “ha fracasado” y por ello “la gente del imperio quiere cargar su crisis en la espalda de México, y también por eso (Felipe) Calderón hace todo lo posible porque pasen la reformas estructurales. El gobierno olvida que somos una raza invencible, somos hijos del maíz y éste sólo morirá cuando muera el sol”.
Asimismo, emplazó al Presidente de la República y a “sus neoliberales a respetar de manera irrestricta la Constitución, y si no lo hacen es tiempo de que se vayan”. Subrayó que la de ayer no debe ser la única manifestación y dijo que también se debe movilizarse el 18 de marzo, el 10 de abril y el primero de mayo, a fin de hacerle entender al gobierno que debe poner un alto a la política neoliberal.
Durante la marcha, los contingentes obreros avanzaron detrás de los campesinos. Más atrás se ubicaron los maestros de la CNTE y también los de Diálogo Nacional y otras organizaciones sociales. Los organizadores estimaron que participaron 200 mil personas; muchas no lograron escuchar a los diez oradores, ya que a una hora de haber iniciado el mitin aún seguían llegando a la plancha numerosos grupos e incluso al concluir el acto varios seguían en las calles de Madero y Eje Central.
Miguel Concha Malo, en su calidad de representante de las organizaciones civiles, refrendó la adhesión del Frente Nacional contra la Represión y otras agrupaciones al pronunciamiento y acuerdo político en favor de la soberanía alimentaria, los derechos de los trabajadores y las libertades democráticas.
“México es un país de leyes, pero sin justicia, por ello nos unimos a las organizaciones que denuncian la criminalidad de la protesta social como respuesta de los gobiernos a las legítimas demandas de la sociedad”, acotó.
Desde temprano, los contingentes campesinos se reunieron en la fuente de la Diana Cazadora y en el Ángel de la Independencia; allí, con música y comparsas –incluso algunos refirieron que con esta marcha de protesta iniciaban “el carnaval en la ciudad de México”– esperaron más de seis horas desde que se inició la caminata, hasta arribar al Zócalo acompañados por los 21 tractores del movimiento de resistencia campesina Francisco Villa.
(Texto: Matilde Pérez U., Carolina Gómez y Gabriel León Zaragoza)
Fuente: Visiones Alternativas
http://www.visionesalternativas.com/article.asp?ID={41F906EC-0CBF-4AE1-99D7-31CE5169A5B3}&language=ES