Declaración sindical latinoamericana
Declaración sobre las negociaciones de NAMA en la OMC
Las organizaciones sindicales abajo firmantes hemos venido dando seguimiento al proceso de negociaciones de la OMC, y, particularmente, a las de Acceso a los Mercados para los Productos No Agrícolas (AMNA/NAMA). En declaraciones anteriores a nuestros gobiernos y a los negociadores comerciales en Ginebra, hemos acompañado las demandas planteadas por los Sindicatos del grupo de Países de NAMA11 respecto a que las flexibilidades del párrafo 8 deben ser incrementadas para los países en desarrollo más allá del 5% y del 10% actualmente contenidas en corchetes en el texto de modalidades. Esta demanda se fundamenta en la necesidad de proteger el empleo actual y futuro en sectores intensivos de mano de obra así como el desarrollo industrial en nuestros países, lo cual no lo asegura dichos porcentajes.
Vemos con preocupación que la presión ejercida por los países del Norte sobre los países en desarrollo sigue caracterizando la dinámica de las actuales negociaciones, lo cual queda reflejado en las recientes comunicaciones formuladas por Canadá, la Comunidad Europea, Islandia, Japón, Nueva Zelanda, Noruega, Suiza, y los Estados Unidos (TN/MA/W/95) referentes a las modalidades revisadas del texto en NAMA, asi como en la más reciente comunicación presentada por la Unión Europea y los E.E.U.U. (TN/MA/W/96) las cuales incluyen propuestas para restringir el nivel de flexibilidades de las que podrían disponer los países en desarrollo.
Rechazamos enérgicamente el contenido de dichas comunicaciones de los países del Norte las cuales no hacen sino desconocer la grave crisis de empleo que prevalece en nuestros países, manifestada en crecientes niveles de desempleo, precarización e informalidad que afectan principalmente a las mujeres y lo/as jóvenes. Este proceso causado, en gran medida, por las políticas diseñadas en el marco del Consenso de Washington, podría verse agravado con los acuerdos sobre apertura industrial que se alcancen en el NAMA, y a los cuales vendrá a sumarse, indiscutiblemente, el impacto social y laboral de los Tratados de Libre Comercio ya firmados con los Estados Unidos, y los que, con igual formato, se decidan en el futuro próximo con los países de la Unión Europea y Asia-Pacífico.
Por lo anterior, concordamos con el enfoque de las organizaciones hermanas de los países del NAMA 11, por considerar que su diagnóstico y propuestas se corresponden también con las realidades de nuestros países, demandando a nuestros gobiernos y negociadores comerciales en la OMC:
• El asegurar a los países en desarrollo que pueden aplicar una reducción de tarifa que esté en línea con su etapa del desarrollo, en conformidad con el principio convenido de reciprocidad menos que plena, y que debe ser substancialmente más baja que los cortes emprendidos por los países desarrollados y las propuestas por cortes de tarifas actualmente en la mesa;
• El asegurar que los flexibilidades del "párrafo 8" para los países en desarrollo, como esta precisado actualmente en el texto de julio de 2004, se amplíen substancialmente. Las flexibilidades deben permitir para tanto la exención de un porcentaje de las líneas de tarifa de cortes, así como menos cortes de tarifa para un número de líneas tarifarias. Los países en desarrollo no deben tener que elegir entre estas dos opciones.
• Estos porcentajes se deben aumentar a un porcentaje considerablemente más arriba que el de los niveles actuales (de 5% y 10%), y los criterios con respecto a valor de la importación deben ser reducidos. Esto ayudará a los países en desarrollo en el manejo de la adaptación de sectores sensibles y en la prevención de la crisis social causada por pérdidas del trabajo y el cierre de las empresas que resultaría de la liberalización adicional;
• Dichas flexibilidades deben también permitir de hacer cambios en la selección de las líneas en el futuro, para responder a las necesidades futuras del desarrollo industrial.
Finalmente, reafirmamos que ninguna propuesta debe ser presentada, con el intento de romper las agrupaciones de países en desarrollo como la de NAMA o las agrupaciones regionales de integración
17 de enero de 2008
Signatarios
Victor Báez Mosqueira
Secretario General de la
Organización Regional Interamericana de Trabajadores
CSI ORIT
Rodrigo Aguilar
Secretario General
Coordinadora Sindical de América Central y del Caribe
CSACC
Juan José Gorriti
Secretario General
Coordinadora de Centrales Sindicales Andina
CCSA
Adolfo Aguirre
Secretario de Relaciones Internacionales
Central de Trabajadores de Argentina
CTA ARGENTINA
Francisco Gutierrez
Secretario de Relaciones Internacionales
Unión Obrero Metalúrgica
UOM ARGENTINA
João Antônio Felício
Secretario de Relaçiones Internacionales
Central Única de Trabajadores
CUT BRASIL
Arturo Martínez Molina
Presidente Central Unitaria de Trabajadores de Chile
CUT CHILE
Carlos Rodríguez
Presidente
Central Unitaria de Trabajadores
CUT COLOMBIA
Rodrigo Aguilar
Presidente
Confederación de Trabajadores Rerum Novarum,
CTRN COSTA RICA
Israel Salinas
Secretario General
Confederación Única de Trabajadores de Honduras
CUTH HONDURAS
Salvador Medina
Subsecretario de Relaciones del Comité Nacional
Confederación de Trabajadores de México
CTM MEXICO
Roberto González
Secretario General
Central Sandinista de Trabajadores
CST NICARAGUA
Victor Torres
Secretario general
Convergencia Sindical
CS PANAMA
Juan José Gorriti
Secretario de Relaciones Internacionales
Confederación General de Trabajadores del Perú
CGTP PERU
Eugenio Pérez Cepeda
Presidente
Confederación Nacional de la Unidad Sindical
CNUS REPUBLICA DOMINICANA
Manuel Cova
Secretario General
Confederación Trabajadores de Venezuela
CTV Venezuela
Jorge Campos Miranda
Director Regional
FITIM
AMERICA LATINA Y EL CARIBE
Carlos Salguero
Representante Regional
ICM
AMERICA LATINA Y EL CARIBE