Una propuesta de redes civiles de América del Norte
Es necesario renegociar el TLCAN
Los políticos de toda América del Norte (Canadá, México y Estados Unidos) empiezan a reconocer lo que la mayoría de l@s ciudadan@s ya sabían: las promesas del Tratado de Libre Comercio de América del Norte –TLCAN- no han sido cumplidas y es urgente implementar nuevas políticas.
Como respuesta a las presiones de la opinión pública, varios aspirantes a la presidencia de Estados Unidos reconocen la necesidad de cambios al TLCAN, a la vez que un grupo de representantes electos ha presentado un proyecto de ley ante el Congreso exigiendo la revisión del TLCAN, la renegociación de varias de sus cláusulas y el retiro de EE.UU. del tratado si ciertas condiciones no se satisfacen.
La Comisión Permanente del Congreso mexicano y varios gobernadores estatales, haciéndose eco de la demanda generalizada de las organizaciones campesinas, exigen una revisión del TLCAN para contrarrestar la devastación del sector agropecuario y sus efectos nefastos para el campesinado.
De manera similar, un subcomité sobre el comercio internacional del Parlamento canadiense ha pedido que el Comité permanente de asuntos extranjeros y comercio internacional emprenda una revisión integral del capítulo 11 del TLCAN sobre inversiones y del capítulo 19 sobre resolución de controversias comerciales.
Nosotros, cuatro redes de la sociedad civil de Canadá, México, Québec y Estados Unidos declaramos que una revisión profunda del TLCAN es imprescindible, la cual permitiría analizar los aspectos que han resultado más dañinos para los derechos humanos de nuestros pueblos y el medio ambiente.
A la vez, rechazamos la profundización de la integración continental neoliberal impulsada por la Alianza para la Seguridad y Prosperidad de América del Norte (ASPAN).
Todo acuerdo comercial entre nuestros países debe seguir los principios de justicia social y considerar las enormes desigualdades económicas que existen entre México, Estados Unidos y Canadá. No es el caso del TLCAN.
El objetivo de la revisión de los términos de este tratado debe ser el de establecer relaciones económicas basadas en la justicia social y la soberanía, dentro de una lógica de desarrollo sustentable. En la presente declaración el espacio es limitado para identificar todas las revisiones que son necesarias, pero señalamos diez ejes prioritarios donde la renegociación del TLCAN es necesaria.
1. Agricultura
Excluir los granos básicos del tratado.
Reconocer y garantizar el derecho de mantener la seguridad y soberanía alimentaria.
Promover una producción agrícola ambientalmente sustentable y estimular el desarrollo rural, suprimiendo el dumping que es uno de los causantes de la migración masiva.
2. Recursos energéticos
Salvaguardar la soberanía de los pueblos sobre los recursos naturales y especialmente en lo que concierne a nuestros bienes energéticos y su uso para un desarrollo nacional justo y sustentable.
Respetar la Constitución mexicana que establece que los recursos energéticos son propiedad social de los mexicanos.
Eliminar el Artículo 605 del tratado que impone a Canadá la obligación de seguir exportando a Estados Unidos recursos no renovables, como petróleo y gas natural, aun si estas exportaciones causan una escasez doméstica.
3. Inversión Extranjera
La regulación de las inversiones extranjeras es indispensable para que éstas favorezcan el desarrollo nacional sustentable, y para que cada país pueda decidir e implementar un proyecto de desarrollo propio.
Establecer, entre otros, los siguientes requisitos mínimos en materia de desempeño: transferencia de tecnología; dar preferencia a insumos nacionales; generación de empleo; protección ambiental.
Eliminar la cláusula “inversionista-estado” que da a los inversionistas el derecho de demandar a los gobiernos y obtener compensaciones por el impacto que leyes de interés público pueden llegar a tener sobre el nivel de sus ganancias.
4. Papel del Estado
Renegociar los capítulos XV y X para eliminar las restricciones que actualmente se imponen a los estados nacionales en su capacidad a cumplir con su responsabilidad de garantizar todos los derechos económicos, sociales y culturales de sus pueblos.
5. Empleo
En materia de reglas de origen, exigir un porcentaje mínimo de contenido nacional en los componentes regionales, con el fin de mantener y consolidar los encadenamientos productivos y por consiguiente, alcanzar mayores tasas de crecimiento y de generación de empleos.
La transferencia de tecnología, el uso de más insumos nacionales y la generación de empleo, deben utilizarse como criterio para preferir a un proveedor sobre otro en materia de compras gubernamentales.
La posibilidad de acudir a medidas de emergencia y salvaguardas generales es fundamental para garantizar una conducción adecuada del desarrollo nacional.
Garantizar los derechos fundamentales de l@s trabajador@s, lo que exige que medidas concretas en esta materia se incluyan al interior de los diferentes capítulos del tratado. El actual Acuerdo de cooperación laboral, anexado al TLCAN, fracasó en resolver las violaciones a los derechos de los trabajadores.
6. Migración
El primer derecho que debe protegerse es el de no tener que migrar, por lo que los proyectos nacionales de desarrollo deben reformularse para lograr empleos bien pagados. Los tratados internacionales deben favorecer tales empleos pero el TLCAN no generó los más y mejores empleos prometidos.
Lograr un acuerdo global de migración no reducido a hombres de negocios y a ciertas profesiones. El acento debe estar en acuerdos integrales sobre trabajadores migratorios, garantizando sus plenos derechos.
7. Medio ambiente
Reconocer explícitamente la prioridad de los Acuerdos Ambientales multilaterales suscritos por cada país para garantizar su correcta ejecución dentro del TLCAN.
Incluir mecanismos para "internalizar" los costos ambientales con el propósito de frenar el uso irracional de recursos y los efectos contaminantes de la actividad económica. Los incentivos a los flujos comerciales deben modificarse para dar viabilidad al desarrollo sustentable.
Prohibir explícitamente la producción e importación de plaguicidas y sustancias tóxicas que estén vetadas para comercializar en el territorio de origen.
Prohibir explícitamente la exportación de agua dulce, cualquiera que sea el medio, y la privatización del servicio público del agua.
8. Servicios Financieros
Recuperar la capacidad de los Estados Nacionales de orientar los recursos financieros según las prioridades nacionales.
Regular y desincentivar la inversión especulativa.
9. Derechos de Propiedad Intelectual
Concluir verdaderos acuerdos de transferencia de tecnología y conocimiento.
Permitir la producción de medicinas genéricas en cada país para garantizar el derecho a la salud.
Introducir consideraciones específicas sobre la medicina alternativa y el conocimiento tradicional, en particular de las comunidades indígenas, a fin de eliminar su explotación y apropiación por parte de la gran empresa trasnacional.
10. Mecanismo de Solución de Controversias
Un nuevo mecanismo de solución de controversias imparcial, justo y obligatorio, al que se sometan cualesquiera de los países miembros.
El TLCAN fue impuesto antidemocráticamente a nuestros pueblos, sin debate público. Su renegociación es una demanda de la sociedad de los tres países que ahora se refleja en la contienda electoral estadounidense y en fuertes movilizaciones en México, y será uno de los ejes de la Semana de Acción Global en toda la región. Las cuatro redes sociales de América del Norte renovamos nuestro compromiso de mantener esta lucha iniciada desde que se negociaba el Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos y Canadá hace ya 20 años. Exigimos a los ejecutivos que oigan a sus pueblos y a sus congresos; a los candidatos a la presidencia de Estados Unidos les decimos que estaremos vigilantes de que cumplan sus promesas de campaña.
Otro mundo es posible y necesario: uno en el que los derechos de la gente estén por encima de las ganancias de las corporaciones.
Centro Quixote- EEUU
Common Frontiers-Canadá
Red Mexicana de Acción frente al Libre Comercio (RMALC)
Red Quebequense frente a la Integración Continental (RQIC)
Enero de 2008.
Fronteras Comunes, RQIC, la Red Mexicana de Acción frente al Libre Comercio (RMALC), y el Centro Quixote de Estados Unidos son miembros de la Alianza Social Continental, una red que ha jugado un papel central en oposición a las negociaciones del llamado “libre comercio” de las Américas (ALCA). Las cuatro organizaciones representan a un abanico que incluye sindicatos, campesinos, grupos religiosos de base, estudiantes, mujeres, organizaciones ambientalistas, agencias internacionales de desarrollo, de derechos humanos y otros promotores de justicia social.
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