ALBA Cultural: Una Contribución a la Unidad de Nuestra América
I. Introducción.
• La unidad de Nuestra América ha estado presente en el ideario de nuestros próceres y más esclarecidos pensadores durante los últimos dos siglos. Hoy, se hace más ostensible y apremiante la necesidad de unirnos como naciones, como pueblos, para encarar los retos y los peligros que la geopolítica y los procesos de globalización de signo hegemónico nos presentan.
• Nuestra independencia, nuestra libertad, nuestro desarrollo, nuestra capacidad de lucha y de victoria, están íntimamente asociados a la unidad que gestamos y que no sin dificultades y heroísmo alcanzaremos las naciones y pueblos latinoamericanos y caribeños de cara al siglo XXI, que nos pertenece.
• Tal proceso de unidad, como lo confirma nuestra propia Historia, así como las experiencias de procesos de integración en otros escenarios, es esencialmente un proceso cultural, si bien se expresa con mayor nitidez en aspectos estructurales, económicos, y toma forma preferentemente en el plano político. Sin embargo, es y será la cultura el catalizador y sustento más eficaz y seguro que tiene y tendrá el Proyecto que aún sigue siendo Nuestra América.
• Proyecto que prorrogado una y otra vez resulta hoy la tarea estratégica más relevante para la región, donde emergen condiciones de toda índole que, entre múltiples contradicciones, apuntan hacia su viabilidad. Tal signo tiene en la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA) una vía por la que tan complejo proceso puede ser conducido, sin exclusiones inconvenientes ni concesiones improcedentes, como corresponde a una concepción raigal propia de la cultura que atesoramos.
II. El ALBA y la Cultura.
• Desde el Acuerdo para la Aplicación de la Alternativa Bolivariana para las Américas, suscrito en La Habana el 14 de diciembre de 2004, quedó fijada la voluntad de impulsar el desarrollo de planes culturales conjuntos. Desde entonces, un intenso camino ha sido recorrido por las instituciones venezolanas y cubanas, en el que se han identificado necesidades y potencialidades, proyectado y realizado múltiples acciones de interés común, y cimentado una sólida plataforma de trabajo conjunto.
• Ya en abril de 2005, en ocasión de la Primera Reunión para la Aplicación del ALBA, celebrada en La Habana, se acordó crear una entidad binacional que estimulara y favoreciera la integración y proyección de nuestros países en el ámbito de las industrias culturales, la distribución y circulación de bienes y servicios culturales y la promoción de nuestros valores. Con el Convenio Cultural Intergubernamental, rubricado en La Habana por los Presidentes Fidel Castro y Hugo Chávez, el 3 de febrero de 2006, quedaba aprobada la creación del Fondo Cultural del ALBA.
• Este acuerdo dio lugar a la fundación de una empresa mixta cubano-venezolana, registrada como Fondo Cultural del ALBA S.A., la cual tiene su sede en Caracas y quedó habilitada para iniciar sus operaciones el 19 de julio de 2007. Sin embargo, ya desde sus orígenes, publicaba los primeros diez títulos de relevantes autores, los que se pusieron en circulación en las Ferias del Libro de ambos países y se hicieron llegar también a Bolivia.
• Como parte integrante de este proyecto surgió la iniciativa de crear Casas del ALBA, concebidas como espacios de encuentro, de información sobre el ALBA y de difusión de ideas, de legitimación de figuras y expresiones de nuestra cultura a partir de los valores compartidos, de signo antihegemónico; en estas instituciones culturales se mostrarían y comercializarían libros, discos, audiovisuales, artesanías y todas aquellas expresiones que afirmen nuestra diversidad cultural y a la vez propicien nuestro sentido de pertenencia a la Patria Grande que es Nuestra América. En estos momentos se acometen trabajos de acondicionamiento y de restauración de las Casas del ALBA de Caracas y La Habana , respectivamente, y se identifican los espacios en que deberán nacer las de Bolivia, Nicaragua, Ecuador y Haití, con vistas a proyectar su ejecución.
• Tanto el Fondo Cultural del ALBA como las Casas del ALBA se proyectan hacia toda la comunidad latinoamericana y caribeña, y aun más allá de nuestra región. Muy pronto su quehacer implicará a Bolivia y Nicaragua, y también a Ecuador, Haití y a países del Caribe anglófono -Antigua y Barbuda, Dominica y San Vicente y las Granadinas- a partir de una voluntad política compartida, como quedó refrendado en el Acuerdo de Intenciones suscrito por sus Ministros de Cultura en la reunión sostenida en Caracas el 24 de marzo de 2007.
• En abril de 2007, durante la V Cumbre del ALBA, celebrada en Barquisimeto, Venezuela, tanto el Fondo Cultural del ALBA como las Casas del ALBA fueron adoptados como Proyectos Grannacionales, tras lo cual se inició un sostenido intercambio con las autoridades culturales de los países implicados en los mismos. Tal intercambio ha propiciado un mayor acercamiento y un mejor conocimiento de qué y cómo debemos encarar nuestra responsabilidad de contribuir, mediante el enorme potencial que representa la cultura, a la unidad de las naciones y los pueblos de la región.
• Ha sido relevante el papel desempeñado por el Convenio Integral de Cooperación Cuba-Venezuela, pues desde varios de sus proyectos que en materia cultural fueron suscritos e iniciaron su ejecución en el año 2007, se logró implicar a otros países, especialmente miembros del ALBA, así como se obtuvieron recursos que permiten hoy proyectar también nuestro quehacer hacia toda Latinoamérica y el Caribe, e incluso hacia otras latitudes, propiciando el impacto político, social y cultural del ALBA.
• Esta labor y la experiencia acumulada nos llevaron, en octubre de 2007, a concebir definitivamente el ALBA Cultural como el gran proyecto político-cultural que ha de contribuir a la transformación y la unidad de Nuestra América mediante la cultura, vinculando no sólo a los Estados miembros, sino también a los gobiernos locales y movimientos sociales, y a aquellas instituciones y organizaciones que compartan nuestros fines y estrategias.
• El ALBA Cultural, en tanto proyecto político-cultural, cuenta ya con el importante instrumento del Fondo Cultural del ALBA, cuya personalidad jurídica, capacidad para operar recursos y vitalidad empresarial le conceden una importancia de primer orden, por lo que su fortalecimiento y desarrollo requiere atención prioritaria.
• Por otra parte, dicho proyecto contará progresivamente con una red de Casas del ALBA, de invaluable impacto en los ámbitos político, sociocultural y mediático, las que han de devenir centros de información, promoción y defensa de todo cuanto el ALBA significa y propende.
III. Plan Estratégico del ALBA-Cultural 2008-2010.
• La misión que tiene ante sí el ALBA Cultural requiere de una proyección que identifique y articule sus líneas estratégicas, programas y acciones en aras de:
“Lograr que las culturas de nuestros pueblos se conviertan en instrumentos para la unidad que, como objetivo fundamental, promueve la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA).”
• Dirigido a este propósito se presenta a la consideración del Consejo de Ministros el Plan Estratégico del ALBA Cultural para el período 2008-2010. En el mismo se expresa la voluntad política, la intencionalidad cultural y el impacto social de cuanto desde la cultura concebimos viable tributar al gran proyecto y la esperanza que el ALBA constituye.
• Para alcanzar el Objetivo propuesto, se identifican cinco (5) Líneas Estratégicas, las que se expresan mediante diecisiete (17) Estrategias Específicas que agrupan los sesenta y cinco (65) Planes, Programas y Proyectos que se ha considerado acometer en los próximos tres años. Entre ellos, dado su relevante impacto político, social y cultural, merecen destacarse:
• Los Planes de Producción Editorial, Audiovisual y Discográfico;
• La red de Casas del ALBA;
• La red de Imprentas del ALBA;
• La creación de la Distribuidora Latinoamericana y Caribeña de Bienes Culturales y de la Red de Distribución y Exhibición Audiovisual;
• El Programa de Desarrollo de Sistemas Nacionales de Enseñanza para las Artes;
• La elaboración de la Enciclopedia de Literatura y Artes de América Latina y el Caribe;
• Los Premios ALBA de Letras y de Artes, por la obra de toda la vida;
• El establecimiento del Premio Discográfico ALBA;
• El Festival de las Culturas y las Artes de Latinoamérica y el Caribe y
• El Portal Web “Culturas de Nuestra América”
• Sus protagonistas han de ser las propias instituciones a las que desde los respectivos Gobiernos se les ha encargado la gestión cultural en nuestros países, los escritores y artistas y promotores culturales, en estrecha alianza con los movimientos sociales que se proyectan hacia este campo, así como los gobiernos locales y las instituciones y organizaciones de la región cuya vocación cultural sea afín a los propósitos del ALBA.
• En consecuencia, gran parte de los recursos necesarios para acometer el Plan Estratégico, especialmente los asociados a los recursos humanos y de gestión institucional, provendrán de las propias instancias gubernamentales y eventualmente de otros participantes en la ejecución de sus acciones. Sin embargo, será necesario considerar la asignación de determinados recursos especiales para acometer la diversidad de programas que han sido identificados como necesidades asociadas al desarrollo cultural de nuestros pueblos.
• Se ha estimado que para dar respuesta a los planes, programas y proyectos contemplados en el Plan Estratégico trienal que se presenta, se requieren recursos financieros ascendentes a veinte millones de dólares estadounidenses ( 20,0 MM USD), los que para su ejecución anual se desglosan en 6,0 MM USD durante el año 2008; 7,0 MM USD durante el año 2009 y 7,0 MM USD durante el año 2010. A su vez, la cifra contemplada para el año 2008 se desglosa en 1,0 MM USD para cada uno de los dos primeros trimestres y 2,0 MM USD para cada uno de los restantes trimestres.
• En esta misma dirección es promisorio el proceso de creación, ya en curso, del Banco del ALBA, cuyo compromiso con el desarrollo de nuestros países lo ha de llevar a considerar su contribución al fomento de la cultura. Una estrategia integral habrá de favorecer el establecimiento de nexos, a partir de esta vocación de la nueva entidad financiera, entre el Banco y el Fondo Cultural del ALBA, lo cual ha de revertirse en una mayor coherencia del quehacer del ALBA en el campo de la cultura y una mayor efectividad de los recursos destinados a su desarrollo.
• Para la conducción del ALBA Cultural y acometer el Plan Estratégico que hoy se presenta, se considera conveniente establecer reuniones periódicas de los Ministros y Altas Autoridades de Cultura de los países que integran la Alternativa Bolivariana para las Américas, quienes se auxiliarán para la labor cotidiana de un coordinador y de representantes nacionales por ellos designados, los que en la práctica ya vienen desempeñándose a propósito de las tareas derivadas de los Proyectos Grannacionales en curso.