El 7 de octubre, en pleno referendo sobre el TLC en Costa Rica y cuando las encuestas señalan que la mayoría de la población rechaza este Tratado, una serie de acontecimientos han ensombrecido la transparencia del proceso y constituyen una seria amenaza contra el derecho democrático de los costarricenses a expresar su voluntad.

A pesar de la reglamentación que suspendía durante los últimos tres días la propaganda electoral, el gobierno continuó su campaña a favor del SI en todos los medios, mientras que esta posibilidad de fue vedada a la oposición. A pesar de la innegable fuerza de los promotores del NO, el clima en los medios, generado desde la cúpula gubernamental y empresarial, era de saturación de propaganda a favor del SI. Como si fuera poco, el Tribunal Supremo Electoral no concedió autorización a 35 observadores de organizaciones sociales del continente que pidieron acreditación y cuya visita fue promovida y apoyada por la Plataforma Interamericana de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo que es parte integrante de la ALIANZA SOCIAL CONTINENTAL.

Lo que está en juego es de trascendental importancia para el continente. Por primera vez se somete a votación popular un TLC y tanto el gobierno norteamericano como el costarricense no han ahorrado esfuerzos para intimidar a la población y anunciar toda clase de catástrofes en caso de que el NO gane el referéndum.

Por el contrario la ALIANZA SOCIAL CONTINENTAL considera que es necesario impedir el fraude y el escamoteo de la voluntad popular y acompañar al pueblo de Costa Rica en su lucha contra el TLC. Es indispensable rodear a la población de esta nación y exigir a nivel internacional que el gobierno no manipule los resultados.
Una victoria del NO sería una victoria de todo el continente y nueva señal de que los tiempos están cambiando a favor de los intereses de los pueblos.

Alianza Social Continental