Día histórico: 7 de octubre del 2007
Resultado de la última encuesta para el Diario La Nación: No 55%, Si 43%
Desde el primer momento en que, convocado a la calidez de su hogar, el Dr. Alvaro Montero Mejía nos participara de la idea de promover un Referéndum con el cual resolver el asunto del TLC, percibimos que estábamos ante algo inusual, extraño para el pueblo costarricense, pero que al mismo tiempo planteaba una magnífica oportunidad para definir el destino de Costa Rica.
Dudas razonables fueron planteadas por los consultados con el fin de buscar su valioso apoyo, mientras don José Miguel Corrales afirmaba que era la mejor salida democrática como alternativa a que \"se incendiaran las calles\". Para entonces, en la Asamblea Legislativa, una mayoría conformada a partir de componendas y compra de votos (Guyón Massey) solo esperaba el momento en que Tony Pacheco, en una de sus acostumbradas movidas, pusiera en votación la aprobación del TLC sin que fuere siquiera discutido. Todos los diputados aristas (no necesariamente liberacionistas), los libertarios, Echandi y los \"sin partido\" (como el grupito de los electos a nombre del PUSC) ya se frotaban las manos.
Hoy, vencidos los obstáculos, nos preparamos para votar este domingo 7 de octubre, después de una campaña única, donde el pueblo se enfrentó a los políticos empresarios (dentro y fuera del gobierno) ávidos de más poder económico. De muy poco les sirvieron los cientos de millones de colones que se han gastado hasta ahora en pro del \"gran negocio\" con que el combo Trejos, Echandi, Ocampo y González, pretendieron entregarnos a las corporaciones transnacionales esperanzadas en asaltar al Estado costarricense.
Millones que no pudieron doblegar a un pueblo dispuesto a levantar su brazo en defensa de lo más caro de su nacionalidad: un modelo de organización política único en el hemisferio occidental, donde el Estado solidario -aunque debilitado- se resiste a morir y donde, a diferencia de muchos otros -incluyendo los Estados Unidos- los monopolios estatales en generación eléctrica, telefonía, seguros, conviven al lado de un sistema de seguridad social que le permite a los más pobres enfrentar, con algo de esperanza, su miseria. Modelo que con el TLC sería abatido por las reglas cuasi-religiosas del mercado inhumano característico del \"capitalismo salvaje\" del que nos advirtiera su Santidad Juan Pablo II, quien nos acompaña y nos da la energía que hoy brota a borbollones desde todos los rincones de esta Patria ejemplar.
Así que, no podemos quedarnos sin ir a vota este domingo. ¡Y que sea muy temprano! La brillante mañana podría darle paso a una tarde lluviosa propia de este mes, por lo que no podemos arriesgarnos a perder valiosos votos por problemas del clima. Quizá no tendremos los taxis (porteadores o no) y los autobuses ya contratados por los desmotivados amigos del Sí, pero nos sobra entusiasmo y fortaleza para marchar hacia los centros de votación cual si quisiéramos emular a los hombres y mujeres que acudieron al llamado patriótico de Juanito Mora en 1856.
La fecha es histórica y todos nosotros somos los protagonistas. Que el \"grito\" del NO al TLC quede plasmado en cada una de las papeletas que, gracias a patriotas visionarios creyentes en la opción de un Referéndum, permitieron hacer realidad.
Y como un presagio que se está cumpliendo, recordemos las palabras del poeta soberano cuando decía \"De veras hijo que todas las estrellas han partido, pero nunca se pone más oscuro que cuando va a amanecer\". Isaac Felipe Azofeifa.
- Freddy Pacheco es catedrático de la Universidad Nacional de Costa Rica.