Documento de información ciudadana sobre el TLC para el referéndum

Posición del “NO” al TLC

2007-09-21 00:00:00

12 de agosto 2008

Controversia 1 – TLC y ambiente

¿Paz con la naturaleza? Es contradictorio hablar a favor del ambiente  mientras se impulsa un TLC que convierte en artículos de compra y  venta nuestros recursos naturales.

Esto porque:

1.  Pone el comercio por encima de las necesidades de la gente. Si  una comunidad necesita tomar agua y una corporación quiere exportar el  agua, la empresa puede llevársela. El TLC no distingue entre  necesidades de la gente y los intereses empresariales. Si usted vive  en una comunidad con problemas de agua, para saciar su sed no le  quedará otra que comprarla embotellada a los mismos que se la quitaron.

2.  ¿Es el agua un lujo o un derecho? Verdes campos de golf en cadenas hoteleras que disfrutan unos pocos, frente a  comunidades enteras en pampas sedientas. Quienes han vivido siempre de  la tierra reclaman que les devuelvan el agua. En el TLC: entre  empresas, ASADAS o cooperativas, empresas; entre pescadores nacionales  y consorcios atuneros, atuneros; entre corporaciones y agricultores,  corporaciones. Esta lucha desigual por el agua nos puede llevar a un  serio conflicto social. Nuestros niños y niñas ya saben que el agua se  acaba; los negociadores actuaron como si fuera inagotable.

3.  Permite patentar la vida. Porque obliga a firmar tratados que le  ponen dueños a células, semillas y microrganismos. Al igual que en  otros países podrían incluso patentarse ADN humano y células madre  (Budapest; UPOV)[1].

4.  Ni el derecho al berreo. El TLC permite que las trasnacionales  exijan pagos millonarios y  nos ataquen en tribunales privados que  operan fuera del país. En esos juicios, usted no puede participar como  sí podría hacerlo en los tribunales locales. Las municipalidades  tampoco. Además, cuando ganan las corporaciones, los supuestos daños y  perjuicios los pagamos todos.

5.  Mata a la gallina de los huevo de oro. Uno de los principales  ingresos de nuestro país es el turismo, la industria sin chimeneas. El  TLC debilita nuestras leyes ambientales y facilita la explotación sin  límites de nuestros recursos naturales sin garantías efectivas.

Costa Rica ha dedicado un tercio de su territorio a preservar el agua  y biodiversidad. Lejos de proteger el medio ambiente, el TLC crea todo  un nuevo ambiente para convertir en mercancía los recursos naturales. 

Artículos del TLC relacionados: 2.1, 9.92, ANEXO II, Lista de Costa Rica

Controversia 2 – TLC y educación

¿Servicio esencial o negocio? De acuerdo con lo que dispone el artículo 77 de la Constitución Política, la educación pública es una atribución y competencia del Estado, un servicio esencial y un derecho de los particulares. El TLC promueve una visión de la sociedad en la que casi todo es mercancía, enfocando la educación como negocio.

Veamos:

La educación quedó desprotegida. El TLC dice que Estado puede “adoptar o mantener medidas respecto a la ejecución de leyes y al suministro de servicios educativos”, siempre y cuanto sean servicios sociales. El problema es que los negociadores no definieron qué son los “servicios sociales”. Peor aún, en el TLC la educación se clasifica aparte de los “servicios sociales”. ¿Entonces, puede o el Estado proteger la educación?

¿Competencia desleal? Como está ocurriendo en México, no falta mucho para que se alegue, con base en el capítulo sobre políticas de competencia que tienen todos los TLC, que la salud o la educación públicas son competencia desleal, discriminación, o monopolios inaceptables[2].

No protege a la educación pública frente a la inversión extranjera.  El TLC da privilegios a la inversión extranjera que valen también en el sector educativo. Por ejemplo, impide que el Ministerio de Educación ponga requisitos de funcionamiento a centros educativos privados, hay que tratarlos igual que a los nacionales y públicos (“trato nacional”), y no se les puede exigir presencia local.

Un flaco servicio. El propio Ministro, Leonardo Garnier, sostiene que “un flaco servicio se hace a la democracia, si se deja la educación al vaivén del mercado”[3].

Artículos del TLC relacionados: 2.1, 9.92, ANEXO II, Lista de Costa Rica

Controversia 3 – TLC y agricultura

Nos hablan de competencia. Veamos si se compite entre iguales: en EEUU una finca lechera tiene en promedio 2000 vacas; en Costa Rica 30. En Costa Rica el año pasado sacrificamos 560 mil chanchos; en EEUU una sola chanchera tiene un millón[4]. Lo mismo pasa con todos los productos.

Entonces:

1.  Burro amarrado contra tigre suelto. En EEUU el gobierno paga por producir. En Costa Rica no. Con el TLC EEUU mantiene todas las ayudas a sus productores pero se le prohíbe a Costa Rica apoyar económicamente o de otras maneras exclusivamente a sus agricultores. Usted sabe que la feria del agricultor es para productores nacionales Con el TLC, un importador de hortalizas, verduras y frutas, puede alegar que esto es competencia desleal y entonces hay que eliminar las ferias o dejar que el importador llegue, venda a menos del costo, quiebre a los agricultores, y suba los precios

2.  Así, ¿quien no? Estados Unidos le regala 49 centavos por cada dólar invertido a sus productores de lácteos. Esto pasa también con cereales, arroz, carnes y maíz, entre otros muchos productos que vienen a Costa Rica. Por eso pueden vender a menos del costo: algo imposible para un productor nacional. Esto no es competencia entre productores: esto es un abuso.

3.  ¿Bajan los precios? Olvídese: el negocio está en importar barato y vender caro. Este beneficio se queda en manos de los intermediarios. Por ejemplo, actualmente cuando caen los precios internacionales de la harina de trigo (debido a los subsidios de los EEUU), usted nunca se entera dado que la diferencia se la quedan un par de empresas importadoras.

4.  Adiós al gallo pinto tico. Los productos agrícolas son vitales para nuestra alimentación. Teniendo clima, productores y tierras disponibles no se justifica pasar a depender de importaciones y precios internacionales. Resulta extraño que mientras el presidente Bush dice que la autosuficiencia alimentaria es cuestión de seguridad nacional, como consecuencia del TLC renunciamos a producir lo que nos comemos. Ellos van para adelante y nosotros para atrás, importando arroz y frijoles al precio que esté. Sin ir más lejos, el arroz importado está más caro que el nacional[5].

5.  Adiós a los agricultores. Con el TLC enfrentaremos una invasión de productos, que más de 100 mil agricultores costarricenses pagarán con su desaparición[6]. Esos son los sectores que el gobierno antes llamaba “perdedores”, y ahora, para disimular, llama “sensibles”, como, por ejemplo, los productores de lácteos, carne de res, cerdo, pollo, arroz, aceite, etc., etc., etc.

6.  De agricultores a criminales. Desde siempre los agricultores guardan semillas entre cosechas, las intercambian, reproducen y mejoran. Así no solo producen arroz, sino también conocimiento. El TLC les prohíbe intercambiar y mejorar semillas “patentadas”, y les obliga a pagar, en cada cosecha, por el derecho de usar esas semillas, originalmente cultivadas y mejoradas por ellos mismos y con su conocimiento Si no pagan, la ley les decomisa cultivos, les destruye cosechas y  les prohibe exportar. Todo esto puede ser sin juicio previo. ¿Cómo logra esto el TLC? Obligándonos a aprobar el convenio “UPOV- 91” y su respectiva ley (capítulo 15 art. 15.1.5.).

7.  ¿Es esto competividad? El TLC aumenta los costos de la producción: semillas y agroquímicos más caros acá, y productores estadounidenses ayudados por su gobierno allá. Así, como consecuencia del TLC, se desplaza a muchos productores por unos pocos, posibilitando monopolios privados que definen los precios. ¿Cómo se puede llamar competividad si cada vez hay menos gente compitiendo?

8.  De productores a (des)empleados. ¿Tiraría usted tantos años de trabajo y aprendizaje porque otro decidió que eso ya no sirve? Hoy son los agricultores, mañana puede ser usted. Cuando un agricultor se ve obligado a dejar su actividad, ¿qué le queda? Quien hace malos tratos sale maltratado.

Como dice la sabiduría popular, a golpe dado no hay quite. Estos cambios abarcan todos los sectores productivos y no habrá marcha atrás.

Artículos del TLC relacionados: 3.3, 15.1, 15.1.5; ANEXO 3.3-CR, CONTINGENTES ARANCELARIOS ANEXO 3.3-CR-Notas Apéndice 1.

Controversia 4 – TLC y precios de bienes y servicios

¿Para qué confites en el infierno? Para vender el TLC, sus defensores dicen que los consumidores tendrán variedad de productos y mejores precios. Pero el TLC sube precios de cosas fundamentales como alimentos, luz, teléfono, transporte y salud. Esto porque:

1.  Ya comimos ese cuento. El TLC elimina impuestos a alimentos que vienen de afuera. Los importadores, especialmente grandes cadenas, se quedan con el negocio, aumentan sus ganancias y suben precios según les convenga. En México la tortilla es hoy 13 veces más cara que antes de su TLC. Nosotros ya hicimos la prueba: en los 90 el gobierno dijo que era más barato importar arroz que producirlo. Lo real es que el precio siguió subiendo.

2.  Precios por las nubes. Como consecuencia del TLC aumentan los precios de carne, pollo, leche, huevos y luz porque unas pocas corporaciones fijan los precios. Costa Rica eliminó su producción de maíz porque, supuestamente, el maíz extranjero era mejor y más barato. Hoy nos quedamos sin el santo y sin la limosna: no tenemos producción nacional, importamos maíz más caro y su bolsillo paga los platos rotos[7].

3.  ¿Dar marcha atrás? Si se aprueba el TLC, ¿podemos arrepentirnos y volver a producir para que no nos impongan precios desde afuera? Será demasiado tarde porque los productores, si no están arruinados, tendrán que pagar por semillas y agroquímicos a mayores precios (vea controversia 3).

4.  No hay almuerzo gratis.  El TLC exige bajar impuestos a las importaciones. Lo que estos importadores dejan de pagar, tiene que pagarlo usted. ¿Cómo? Por ejemplo, en las facturas de electricidad, agua, servicios profesionales como los de salud, entre otros muchos productos.

Todo esto encarecerá los costos de las cosas y, como siempre que sucede lo mismo pasa igual, consumidores y consumidoras pagaremos más