Costa Rica: TLC y comercio del agua
No se puede mejorar la calidad de vida bajo la amenaza de la escasez de agua
El sistema de comercio deber ser “NO DISCRIMINATORIO”, por lo que un Estado no debe “discriminar” entre sus interlocutores comerciales, dicen los principios de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Así, se les concede a todos, de forma igualitaria, la condición de “nación más favorecida”, además del “trato nacional” a los ciudadanos y empresas extranjeras.
Con este contexto, Comex nos recuerda que dichos principios comerciales son plenamente ACOGIDOS en el TLC con EE. UU. y que “En el caso del AGUA EMBOTELLADA, hoy en Costa Rica, cualquier persona física o jurídica, pública o privada, puede aprovechar comercialmente este recurso, ya que las leyes permiten que el agua sea embotellada y vendida como un bien de mercado. Nuestra legislación permite la exportación e importación de agua embotellada. Todo esto NO CAMBIA con el TLC” (Columna “Aclarando Dudas”, 14 de agosto del 2006).
No hubo reserva
Es precisamente en ese “Todo esto no cambia con el TLC” donde los funcionarios de Comex admiten sin ambages (algunos se arrepintieron de esa confesión) que los negociadores del tratado no incluyeran, como parte de las MEDIDAS DISCONFORMES, que Costa Rica se reservaba el derecho a imponer regulaciones a la extracción y exportación del agua envasada, según las condiciones del recurso frente a las necesidades nacionales.
Esa propuesta pudo sustentarse en vista de las situaciones que comunidades canadienses e incluso estadounidenses han experimentado con el NAFTA suscrito entre sus países, como el caso de USA Springs, Inc. contra una comunidad de New Hampshire que pretendió, infructuosamente, evitar que dicha empresa obtuviera derechos de explotación por más de un millón de litros diarios del agua de su subsuelo. Con el texto del NAFTA en sus manos, la compañía impuso su interés comercial.
Al aprobarse el TLC con la Comunidad Caribeña de Naciones (Caricom) en mayo del 2005, representantes de las ahora fusionadas Cervecería Costa Rica y Pepsi Cola, entusiasmadas por las futuras exportaciones de agua, expresaron que “utilizarán LAS VENTAJAS arancelarias del TLC con Caricom para vender sus productos…”, refiriéndose a las marcas Cristal, Breezewood y Katadin pues, “Las costumbres de consumo de los mercados caribeños tienen un perfil muy adecuado para las empresas embotelladoras de agua nacionales” (La República , 23/5/05).
Cuestionable desdén
Pero como la capacidad de pago y la demanda de agua de parte de comunidades del Caribe no se pueden comparar con las de Estados Unidos, para el caso actual es cuestionable el desdén mostrado por Comex. En menos de 5 años, se estima que unos 100 MILLONES de estadounidenses sufrirán escasez de agua, por lo que el aumento en la demanda (¡y el precio!) del agua envasada será inevitable. Así, en vista de que las fuentes de agua son cada vez más escasas y que México no puede considerarse como fuente de abastecimiento, pues ocupa el segundo lugar a nivel planetario en consumo de agua embotellada, la mira de los comerciantes está dirigida a Costa Rica y países vecinos.
Pese a que más de mil millones de personas no tienen acceso al agua potable y que la demanda se duplica cada 20 años, el negocio de la venta de agua envasada supera los 100.000 millones de litros, aunque su precio es unas 2.000 veces superior al del agua de grifo.
Frente a los que consideramos el acceso al agua potable como UN DERECHO HUMANO, están los que la ven solo como un “OBJETO COMERCIAL”, al que no se le pueden poner restricciones para su EXTRACCION Y EXPORTACION. Sin embargo, para una posible renegociación del TLC con EE. UU., indudablemente que este sensible tema es primordial, pues no se puede mejorar la calidad de vida bajo la amenaza de la escasez de agua.
- Freddy Pacheco es catedrático de la Universidad Nacional de Costa Rica.