Otro golpe a la democracia:
Estado de excepción parlamentaria
\"La resolución emitida por el Presidente de la Asamblea Legislativa para la aplicación de la vía rápida a los proyectos de ley, constituye una verdadera reforma al Reglamento Parlamentario, que violenta la representación, la participación, y el principio democrático\" aseguró el diputado José Merino.
\"Se han inventado la forma de violentar el derecho de enmienda, ya que pese a ostentar la representación popular, las minorías parlamentarías pasarán a formar parte de una segunda o tercera categoría de legisladores\", denunció Merino del Río.
Según el diputado Merino, así lo confirman las declaraciones de la Diputada Mayi Antillón, en La Nación de hoy (26/06/07 pp.12A) al declarar \"Queremos garantizar el quórum porque ahora somos 38 diputados y no 57\".
La resolución para \"regular\" la llamada \"vía rápida\" abre el camino para que aquellos legisladores(as) que no están de acuerdo con la mayoría, vean cercenados sus derechos fundamentales, ya que amparándose en un procedimiento especial, todo el ordenamiento jurídico debe adaptarse, hasta forzar la votación en un plazo de 22 sesiones parlamentarias.
\"No importa que los legisladores estudien una iniciativa y decidan ejercer su derecho de enmienda de manera responsable, mediante la presentación de mociones de fondo, la reiteración de esas mociones, o los recursos de revisión, a fin de tratar de convencer acerca de la importancia de adicionar, modificar o eliminar determinada norma, pues el proyecto se votará en 22 sesiones\", dijo el diputado Merino.
\"Nos dicen que garantizan el derecho de enmienda y participación, pero establecen que el momento de presentación de mociones de fondo y de reiteración coincide, lo que hace imposible que se pueda ejercer el derecho de presentar las reiteraciones, ya para ello es requisito indispensable adjuntar la moción de fondo con el sello que indica que fue rechazada por la Comisión\", agregó.
Los proyectos de ley se votarán sin importar que existan mociones pendientes, revisiones o apelaciones. Tradicionalmente el procedimiento parlamentario es flexible, las mejores decisiones para nuestro país han sido producto del diálogo, del debate entre las distintas fracciones políticas, de la discusión con la sociedad civil, nunca en la historia se ha establecido una rigurosidad tal que obligue a votar sin importar los argumentos, de ahí que constituya un atropello al derecho a las minorías, al principio democrático, al de participación y a los derechos humanos.
\"Hoy bastan 38 diputados de acuerdo, para hacer lo que quieran. Ya no se necesitan argumentos, ni convencimiento, ni dialogo, ni consenso, por lo que estamos ante la declaratoria de un estado de excepción parlamentaria, un golpe técnico a la democracia\", concluyó diciendo Merino del Río.