EEUU tiene una política de dos brazos para América Latina
La política del gobierno de Estados Unidos tiene dos brazos en América Latina: un económico de apropiación de recursos estratégicos y un militar para control y vigilancia a la insurgencia, explicó Ana Esther Ceceña, coordinadora de Trabajo Hegemonías y Emancipaciones de CLACSO, proveniente de México, en la última rueda de prensa de la Conferencia Internacional por la Abolición de las Bases Militares Extranjeras, en Manta.
La Base de Manta y su salida confirmada hoy por Fernando Bustamante, Ministro de Política del Gobierno de Correa, es importante no sólo para Ecuador sino para toda América, por que es un punto estratégico de la política de Estados Unidos.
Esta política, según la investigadora Ana Esther, tiene dos brazos: el primero económico, de soporte material, recursos estratégicos como el agua, que le asegura la intervención en otras regiones y el segundo de control militar contra movimientos de izquierda, más allá del narcotráfico y del llamado “terrorismo”.
Para eso Estados Unidos utiliza la estrategia del “disfraz de la buena abuelita”. Su camino es lento y de brazo suave en sectores sociales, a través de programas como el “Nuevo horizontes” en Nicaragua y otros presentes en la mayoría de países de América Latina, encaminados por organismos como la USAID.
Según Ana Esther, este organismo es un instrumento de la política militar estadounidense, que se introduce en la población a través de programas sociales de educación y salud, para reconocer zonas estratégicas de recursos naturales, donde se instalan equipos de telecomunicaciones, radares para realizar trabajo de inteligencia.
De esta forma su presencia es menos visible logrando una penetración en las organizaciones sociales, para desmontarlas.
Esta presencia militar extranjera está acompañada de la complacencia de los gobiernos de turno. Así en Ecuador con el gobierno de Lucio Gutiérrez la ayuda de Estados Unidos “para el desarrollo” aumentó a través de USAID, para la frontera norte. En cambio para el gobierno actual de Rafael Correa, esta ayuda se disminuyó.
Lo que sucede es que Bush está resentido con América Latina. En sus últimas declaraciones dijo que América Latina ha sido ingrata por toda la ayuda al desarrollo que su gobierno ha dado.
A pesar del resentimiento, Bush visita Latinoamérica, para “hacerse de abuenas”. Para Ana Esther, lo que pretende Bush es reforzar la intervención y crear otros puntos posibles de control geopolítico similares la Base de Manta. Por ejemplo, la presencia en la Triple Frontera, de Uruguay, Paraguay y Brasil, cercana a grandes recursos acuíferos.
Por eso la Base de Manta es importante, su salida, como cuando perdió su centro en Panamá, implica un golpe fuerte a la intervención de la gran potencia no sólo en el Ecuador sino en toda América.
Con este panorama geopolítico, la Primera Conferencia Internacional por la Abolición de las Bases Militares Extranjeras 2007 como la Base de Manta, concluye con una victoria mientras la lucha cobra fuerza con la red mundial y se alimenta la esperanza de que un cambio social, económico y político llegue.