Por una Okinawa pacífica sin armas nucleares ni bases militares

2007-03-09 00:00:00

60 Años de lucha de la población de Okinawa contra la dominación militar y colonial de EEUU.

La Segunda Guerra Mundial y las bases militares estadounidenses

El archipiélago de Okinawa, compuesto por numerosas islas de clima mezclado de subtropical y tropical, está ubicado en el Pacífico Occidental. A la vez, Okinawa está ocupada por la mayor base militar norteamericana en Asia. En esta isla, durante la Segunda Guerra Mundial, las fuerzas militares japonesas y estadounidenses libraron la batalla en tierra, causando 240,000 víctimas en ambas partes. Los que más sufrieron de la batalla fueron los habitantes civiles de la isla. Al entrar en combate en Okinawa, las fuerzas militares estadounidenses 1) aniquilaron al ejército japonés, 2) les confinaron a los cautivos y la población local en el campo de concentración por dos años después de la guerra, y 3) construyeron bases militares convirtiendo a Okinawa en una isla ocupada por las bases. 90 por ciento de todas las bases existentes e instalaciones estadounidenses datan de aquellos días de batalla, y durante la Guerra de Corea, que estalló en 1950, las tropas estadounidenses partieron de estas bases para la península de Corea.

La dominación militar y colonial y la violación de los Derechos Humanos

En 1951, los gobiernos japonés y estadounidense firmaron el Tratado de San Francisco, en el cual separaron Okinawa del poder administrativo japonés, poniéndole bajo el dominio colonial de los Estados Unidos a través del decreto administrativo estadounidense. Las fuerzas militares estadounidenses publicaron decretos y proclamas, con las cuales usurparon los derechos políticos y humanos de la población de Okinawa, quitándole de nuevo y forzosamente las tierras, donde construyeron las bases comprensivas de ataque como las enclaves bélicas en el Pacífico Desde entonces, la presencia militar estadounidense le ha puesto a la población local en peligro de ser víctimas de accidentes y atrocidades, tales como asesinato, asalto sexual a la mujer y la niña, que a veces acaba en asesinato de éstas, robo, incendio premeditado y atropello. Hoy todavía, los okinawenses están expuestos al peligro de ser matados por el entrenamiento de descenso o balas pérdidas, y a graves daños debido a la presencia militar incluyendo incendio de las tierra vírgenes, ruido de las aviones militares, y la contaminación medioambiental.

La lucha de la población okinawense

El pueblo de Okinawa luchó contra las fuerzas estadounidenses por su dignidad humana. En 1960, el Año de la Declaración de la Liberación del Dominio Colonial, los — okinawenses establecieron el Consejo por la Devolución a la Patria, frente único nacional de la lucha contra el dominio colonial, Los pueblos de los países de Asia, África y Latinoamérica animaron a los okinwenses, adoptando en la Conferencia de la Organización de la Solidaridad de los Pueblos de Asia y Africa celebrada en 1963 en la ciudad de Moshi, Tanzania, una declaración, la cual designó el 28 de abril, la fecha de la entrada en vigor del Tratado de Paz de San Francisco, como el Día Internacional de la Devolución de Okinawa.

Durante la guerra de Vietnam, la cual comenzó a principios de los sesenta, los B-52, bombarderos estratégicos estadounidenses despegaron de la Base Aérea de Kadena a Vietnam para bombardear por todo el país. La Infantería de Marina norteamericana Salió de las bases en Okinawa desembarcando en Vietnam, donde tomó parte en la operación de exterminio del pueblo vietnamita, cometiendo todos los actos criminales, y acabaron por ser juzgado en el tribunal internacional.

Bajo la bandera de la devolución a la Constitución Japonesa, la libertad política, los derechos humanos, y por una Okinawa pacífica sin armas nucleares ni bases militares, la población de Okinawa siguió luchando en varias formas incluyendo huelga general. En mayo de 1972, los okinawenses lograron la devolución a la Constitución Japonesa. Sin embargo, el Tratado de Seguridad japonés-norteamericano le permitió a los EE.UU. mantener sus bases miliares, pisoteando el deseo de los okinawenses.

75% de las bases militares estadounidenses se encuentran en Armed Forces

Bajo el Tratado de Seguridad nipo-norteamericano, en la Prefectura de Okinawa está concentrado el 75% de las bases e instalaciones estadounidenses en Japón. La devolución de Okinawa al gobierno japonés no cambió nada; el pueblo de Okinawa siguió siendo víctimas de los accidentes y actos criminales cometidos por los soldados norteamericanos, igualmente que en los días del dominio colonial. Además se intensificaron las maniobras militares. Lo que es más, el gobierno japonés, que obedece ciegamente al gobierno estadounidense, discrimina a Okinawa políticamente.

En septiembre de 1995, los tres marines estadounidenses violaron a una alumna de la escuela primaria, excitando la ira de todos los okinawenses, ya que se indignaban bastante por las atrocidades cometidas por los soldados norteamericanos. Se congregó en la reunión popular un gran número de la gente de todas partes de Okinawa. Para contener la ira de los okinawenses, los gobiernos de Japón y de los EE.UU. anunciaron la devolución de la Estación Aérea de la Infantería de Marina de Futenma, la base más peligrosa del mundo. Pero la intención real fue, con el pretexto de reducir la pesada carga de los okinawenses debida a la presencia militar mientras que se mantuviera la fuerza disuasiva, fortalecer la función de la base y construir una nueva base que permaneciera. Por eso, pusieron la condición de que se aceptara el traslado de la Base de Fufenma a la costa de Henoko, un distrito de la Ciudad de Nago de la Prefectura de Okinawa

Los ciudadanos de Nago vencieron en la lucha dos veces manteniéndose firme en los principios de autonomía y no-violencia

El 21 de diciembre de 1997, la ciudad de Nago realizó un referendo sobre el plan de trasladar la Base de Futenma a Henoko, y la mayoría de los votantes votaron en contra del plan. Para iniciar el referendo, un grupo de los ciudadanos de Nago estableció una
organización civil de campaña conjunta que se llamaba el Concejo contra la Construcción de Helipuerto. Bajo la consigna “Somos quienes toman la decisión sobre un asunto que afecte nuestra vida,” el Consejo estimuló a los habitantes a ir a las urnas y logró no solamente que se hiciera válido el referendo sino también que se manifestara la oposición civil al traslado de la base. A nivel prefectural asimismo, se formó el Consejo contra el Traslado de la Base a Ningún Lugar dentro de la Prefectura,” e iba desarrollando la lucha popular para bloquear la construcción de una nueva base en la costa de Henoko en la Ciudad de Nago.

A pesar de la oposición local, los gobiernos japonés y estadounidense trataron de imponer a la población un proyecto de desecar un arrecife de coral y construir sobre éste un gigantesco aeropuerto militar con una larga pista de 2,700 metros. Los habitantes de Nago y todo el pueblo japonés llevaron adelante la lucha contra el proyecto, vinculando la acción directa no-violenta para que no se comenzara las obras, y la campaña de apelar a la opinión pública dentro y fuera del país. Lograron así que retiraran el proyecto. Esta fue la segunda victoria de la población de Nago, y el Consejo contra la Construcción de Helipuerto se ha mantenido firme en el principio de no violencia, desempeñando un importante papel en el desarrollo de todas las luchas llevadas adelante en varias municipalidades en Japón contra la realineamiento de bases norteamericanas.

Paremos el intento absurdo de reforzar la alianza militar nipo-norteamericana para derrotar el plan de construir una base “Fuerte de Diablo”

El presente gabinete japonés bajo el primer ministro Abe Shinzo, con la intención de fortalecer aún más la Alianza Militar nipo-norteamericana, pretende revisar la Constitución Pacifista de Japón y hacer posible que las Fuerzas de Autodefensa japonesa tomen parte en la guerra iniciada por los EE.UU. Los gobiernos japonés y estadounidense, en nombre de la realineamiento y reorganización de las fuerzas norteamericanas en Japón, nuevamente presentaron un plan de construir una base, la cual llamamos “Fuerte de Diablo”.

La área designada como el sitio para construir una nueva base cuenta con los bosques y mar, por lo que se llama “Galápagos de Oriente” En los bosques, se han descubierto especies raras, y en el mar, viven tortugas marinas, dugong (vacas marinas) y demás. La área es la mina de especies raras. La población de Nago, tenemos una estrategia para lograr la tercera victoria. Damos importancia a la solidaridad y acciones conjuntas no sólo con los amigos asiáticos sino también con los pueblos de todo el mundo. En nuestra lucha, han participado mucha gente de diferentes países incluyendo miembros de los grupos surcoreanos que trabajan por la paz, Greenpeace, y el Centro por la Diversidad Biológica de los EE.UU. La BBC de la Inglaterra, y los medios de comunicación extranjeros, tales como de la República de Corea y Bélgica, han cubierto nuestra lucha. Llamamos a todos ustedes por la cooperación y solidaridad global, pues el mundo es sólo uno. Le agradezco de todo corazón al pueblo ecuatoriano por su amistad y hospitalidad.