Mujeres por la paz en Manta
Movimiento de mujeres de sectores populares Luna Creciente contra las bases militares yanquis en el Ecuador y en el mundo - Ecuador marzo de 2007
Vivimos el imperio de las bases militares. Son ya cerca de 1000 en 130 países del mundo y el 95% son estadounidenses. Desde la segunda guerra mundial, el gobierno de los Estados Unidos ha bombardeado a 21 países. Actualmente bombardea Irak. Las consecuencias de horror, destrucción, mutilación y muerte las vivimos inmensas poblaciones, sobre todo pobres. Nuestra tierra ya no se cultiva más, es terreno estéril para un aterrizaje obsoleto, es terreno expropiado para sembrar minas y ensayar el juego de la muerte.
El 25 de noviembre de 1999, durante el gobierno socialdemócrata de Jamilh Mahuad, Ecuador firmó el acuerdo de “cooperación” con los Estados Unidos para el acceso y uso de la Base Aérea de Manta. El Acuerdo finaliza en el 2009, pero según el Convenio es imprescindible que 1 año antes, esto es ahora, llegue una denuncia para su terminación.
La Base Militar en Manta expropió 24.000 hectáreas a las familias campesinas de Jaramijó, imposibilitó la pesca artesanal, ha hundido ya 8 barcos, ha detenido a migrantes. Los militares abusan sexualmente de las mujeres, de niños y niñas. Imposible la justicia: nada hay como reclamar y enjuiciar porque según el mismo Convenio ellos tienen inmunidad total.
La Base en Manta, es un fortín contra insurgente de vigilancia y apoyo logístico al gobierno Colombiano, en su servil apoyo al gobierno de Bush. Es un puesto policial migratorio, es un refugio de asesinos, de los Dyncorp, que envenenan la vida con las fumigaciones de glifosato.
Las mujeres de Manta vendidas en los muchos burdeles, algunas alienadas soñando con el gringo militar que las usa y las abandona, otras muchas peleando por su dignidad y por la justicia. Mientras tanto está en venta el cuento del crecimiento económico y la esperanza de trabajo y mejores condiciones de vida para la población. Ya nadie les cree, la gente de Manta y el Ecuador empieza a decir basta, mientras los gringos se apuran en proponer programas de ayuda con el gobierno local.
Para nosotras, el dolor se multiplica. No solo porque vemos morir y sufrir a nuestros hijos, porque sentimos que se esfuman las esperanzas de futuro para los que nos continúan, sino porque nuestros propios cuerpos-seres mujeres son violentados como botín de guerra, con violaciones directas, como mercancías de guerra para el consumo cotidiano de los militares y sus esbirros, como “esposas” casi siempre “temporales” que aparecemos como “consuelo afectivo y sexual” de los invasores.
Por ello hoy 8 de marzo del 2007, en el contexto del encuentro de la Coalición no Bases, las mujeres tomamos la voz rebelde, de las y los afectados directos en Manta, el Ecuador y el Mundo. Tomamos la voz por la paz en nuestro país y en el Planeta. Será nuevamente un 8 de marzo de las mujeres combativas, las miles de campesinas, trabajadoras y explotadas, las muertas por la agresión, las vivas que vemos morir a los nuestros, las violentadas que no callaremos más.