¡Cerrar las puertas de la Escuela de las Américas!
Entrevista a Lisa Sullivan, misionera católica estadounidense, actualmente trabaja en Venezuela. Ella participa en la Conferencia Internacional No Bases como delegada del Movimiento SOA-Watch para cerrar la “Escuela de la Américas” del Ejército de Estados Unidos (SOA).
- Primero habría que entender ¿qué significa la Escuela de las Américas para los pueblos de Latinoamérica?
Es una escuela militar dirigida por el Ejército de los Estados Unidos, bajo el Pentágono, que ha existido desde hace más de 50 años. Primero estuvo ubicada en Panamá. En el año 1984 fue expulsada, desde entonces está ubicada en Fort Benning, Georgia, Estados Unidos. Hasta el año 2001 fue conocida como la Escuela de las Américas, ahora es llamada Instituto para la Cooperación en Seguridad del Hemisferio Occidental (WHINSEC).
Esta Escuela bajo cualquier nombre que sea, ha entrenado a 64.000 soldados y oficiales de América Latina; de éstos, 3.677 son ecuatorianos. Lo que nos preocupa, como ciudadanos norteamericanos quienes con nuestros impuestos financiamos esta Escuela , es el hecho de que los más graves abusos de derechos humanos en el Continente, en su mayor parte, han sido planificados, cometidos -directamente también- por alumnos graduados de esta Escuela. Pensamos que ésta no es la manera como quisiéramos ayudar a nuestros hermanos en Latinoamérica.
La existencia misma de esta Escuela es un atropello contra los derechos humanos. SOA ha tenido entre sus alumnos a varios dictadores como el general Manuel Noriega, Hugo Bánzer, Roberto Viola, Leopoldo Galtieri, Efraín Ríos Montt. También a muy reconocidos encargados de “escuadrones de la muerte” como D’ Abuisson de El Salvador, y a los que planificaron los asesinatos de Monseñor Oscar Arnulfo Romero, la masacre de Mozote y de cuantas otras personas y de pueblos enteros. Graduados de SOA también fueron los altos oficiales que jugaron un papel central en la conducción de operaciones militares, en masacres, ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas, y tortura en Guatemala. Tantos sacerdotes, obispos, hermanas, los han matado muchos graduados de esa Escuela, por el simple hecho de estar acompañando al pueblo.
Las desapariciones forzadas en Argentina, en su mayor parte, fueron prácticas sistemáticas de dictadores entrenados en la SOA y en Chile de oficiales de alto rango de la dictadura que egresaron de esa misma Escuela. ¡Cuántos nombres de víctimas hay en el Continente!. De otras personas ni siquiera conocemos sus nombres, pero también han sido víctimas de la Escuela de las Américas. Este es el caso de los zafreros masacrados en el ingenio Aztra (1977) en Ecuador. Este horrendo crimen tiene entre los responsables a varios militares ecuatorianos, graduados en SOA. No hay ningún país que se ha salvado.
- ¿Qué ocurre en los últimos años?
Estas prácticas contra los derechos humanos y la democracia, no ha terminado de ninguna manera. En Venezuela, hace 4 años, dos generales que organizaron el golpe de Estado contra el Presidente Hugo Chávez fueron alumnos de la Escuela de las Américas. En Bolivia, en los últimos años, ha habido conflictos como La Guerra del Agua (2000). El Presidente de Bolivia Hugo Bánzer, graduado de SOA y ex dictador militar, envió a las Fuerzas Armadas a atacar a los civiles; un capitán del Ejército y graduado de SOA fue filmado mientras disparaba contra la multitud desarmada. En la ciudad de La Paz, durante la movilización conocida como La Guerra del Gas (2003), en que murieron no menos de 20 personas, los encargados de las fuerzas que ejecutaron esa masacre también fueron egresados de la Escuela de las Américas.
Colombia ha enviado más tropas a entrenarse en la SOA que cualquier otro país en Latinoamérica –más de 12.000- con resultados escalofriantes: las masacres de Segovia y de Trujillo son un reflejo de esta situación. Todos sabemos que Colombia es donde hay más conflicto armado en este momento, donde hay más abusos de los derechos humanos de América Latina y donde más tienen soldados entrenándose en esa Escuela. Ahora mismo de los 900 estudiantes que están entrenándose allá, la mitad son de Colombia. Uno no más mira la lista de estudiantes de la Escuela de las Américas, de cada año, y si se compara dónde hay conflictos en América Latina, precisamente es ahí donde hay mayoría de egresados.
- ¿Cómo comenzó la lucha en Estados Unidos para cerrar esa Escuela?
Realmente los norteamericanos no tenemos mucho conocimiento ni de esta Escuela, tampoco de lo que hacen los militares estadounidenses. En el caso de SOA, se supo de su existencia debido al sacerdote de la Orden de Maryknoll Roy Bourgeois, quien durante la investigación de los asesinatos de las hermanas de la misma orden religiosa, Ita Ford y Maura Clark ocurridas en El Salvador en los años ochenta, supo que los soldados responsables en estos hechos terribles fueron entrenados en esta Escuela. Esto dio una señal de alerta. Se hizo un acto de protesta, lo cual llevó a Roy a la cárcel por dos años. Poco a poco la gente se fue dando cuenta la dimensión de los abusos a los derechos humanos que salían de esa Escuela. La oposición a SOA se incrementó en 1990, cuando los perpetradores de la masacre en 1989 de seis sacerdotes jesuitas en la Universidad de Centro América UCA, su ama de casa y su hija adolescente fueron identificados. De los 26 soldados citados, se descubrió que 19 eran graduados de la SOA.
La acción no violenta directa ha sido el sostén del movimiento para cerrar la Escuela de las Américas. El aniversario de la masacre de la UCA continúa siendo una fecha importante para este creciente movimiento. Cada noviembre se realizan las vigilias frente a las puertas de la Escuela en Georgia. Nos reunimos miles de personas y llevamos una cruz con el nombre de algunos de los miles y miles de víctimas a manos de los graduados de SOA. Levantamos las cruces y decimos ¡Presente!. Esta es la forma para que esa persona esté presente en esta lucha a favor de la vida.
- Cuando participas en estas acciones no violentas ¿qué experiencias revives?
Los vínculos con esta lucha son muy estrechos. Mi caminar por los pueblos de América Latina comenzó gracias al llamado de Monseñor Oscar Arnulfo Romero. Yo vivía en un pueblito de El Salvador y cada semana escuchaba sus misas, su voz profética por la radio. El denunciaba la muerte que ocurría a su alrededor. El día después de dar la homilía, que se dirige a los soldados y les pide que frente a la orden de un hombre, su superior militar, que dice matar, hay que obedecer la orden de Dios que dice ¡No matar!, él fue victimado. El que planificó esa muerte fue Roberto D’ Abuisson, un civil que se entrenó en la Escuela de las Américas. De hecho, hay muchos civiles que también ha entrenado la SOA y él fue uno de ellos. También otro vínculo es que las mismas hermanas de Maryknoll, Ita y Maura fueron asesinadas en El Salvador por soldados entrenados en SOA.
- ¿Cómo miras la época que estamos viviendo?
Se nota que hoy se está viviendo un nuevo momento en Sudamérica de dejar el pasado atrás y de buscar nuevos caminos que afirmen la dignidad del pueblo, que afirmen la soberanía de los países. La época en que los Estados Unidos realmente tenía un control total, está siendo severamente cuestionada. En este contexto, el movimiento ciudadano que está buscando cerrar las puertas de la SOA vemos que es necesario dialogar con personas y movimientos de América Latina, pero también con funcionarios de los mismos gobiernos para plantear que no se envíe más soldados a esta Escuela.
Hemos viajado a varios países y hemos podido conversar con varios líderes para solicitarles directamente que retiren sus soldados de esta Escuela. El resultado fue positivo. Ya Venezuela, Argentina , Uruguay han declarado que no van a enviar más soldados a esa Escuela. Bolivia se ha comprometido a reducir paulatinamente hasta quedar con un mínimo de estudiantes. Desde Chile los respectivos funcionarios del Gobierno nos han dicho que no está en su Plan el enviar soldados a la Escuela de las Américas, SOA / WHINSEC.
- En este sentido ¿han sostenido algún diálogo con algún funcionario del nuevo Gobierno de Ecuador?
Parte de la razón de estar aquí en Ecuador es que queremos dialogar con personas del Gobierno sobre la situación del envío de soldados de Ecuador a esta Escuela. Para este año 2007, conocemos que está previsto el envío de 43 soldados ecuatorianos. Eso nos preocupa mucho sabiendo que Ecuador está viviendo un nuevo momento para reafirmar su soberanía y dignidad. Es preocupante porque sabemos que Estados Unidos a través de esa Escuela, bajo cualquier nombre que hoy tenga y aunque sus cursos sean camuflados con nombres bonitos, sus contenidos se mantienen y existen lazos muy fuertes con sus ex – alumnos para que estos apoyen su política exterior. Un soldado, una Fuerza Armada de Ecuador que quiere de verdad defender su pueblo, su patria y sus recursos, no tiene sentido que vaya a esa Escuela a entrenarse, donde lo que está realmente haciendo es defender los intereses económicos de Estados Unidos. Es claro que están aprovechando de los mismos países para defender los intereses de Estados Unidos, en vez de defender los intereses de sus pueblos.
Sentimos que ese envío de soldados para entrenamiento militar es contrario al nuevo rumbo del país. Las decisiones de este nuevo rumbo de Ecuador, hay que hacerlo en el propio país, no en Estados Unidos. Una manera de garantizar eso, es no enviar más soldados allá. Yo creo que Ecuador no quiere golpes de Estado, Ecuador quiere paz, tranquilidad, atender los problemas apremiantes de sus ciudadanos.
El 6 de marzo de 2007, conversamos con el Subsecretario de Defensa, Miguel Carvajal. Tuvimos la oportunidad de plantear la posibilidad de que se tomara en consideración el no envío de soldados de Ecuador a esa Escuela.
Lo importante en esta situación es que el mismo pueblo de Ecuador exija a su Gobierno que no sigan enviando soldados a esta Escuela que ha tenido consecuencias nefastas para este Continente. Pensamos que es importante que las Fuerzas Armadas tengan entrenamiento profesional, pero sentimos que la Escuela de las Américas no es el lugar adecuado porque hasta el mismo Pentágono ha afirmado que esa Escuela ha usado manuales de tortura. ¿Cómo Ecuador va a seguir enviando a una escuela militar que ha enseñado métodos de tortura a sus alumnos? ¿Cómo va a hacer eso?