Contaminación tóxica, militarismo, y estrategias
En Quito 7 de marzo, del presente año, se realizó la conferencia en contra de las contaminaciones tóxicas y el militarismo, por parte de la organización Justicia ambiental, de Texas, en las instalaciones de la Universidad Católica del Ecuador.
Entre 1986 y 1987 las investigaciones realizadas, en San Antonio, Texas, determinó que la gente de los lugares pobres presentaba enfermedades como: cáncer, diabetes, problemas del hígado, etc. En este proceso se observo que alrededor de la comunidad, se encontraban industrias y bases militares, que utilizan materiales tóxicos, afectando al medio ambiente, al agua y su vegetación.
Justicia Ambiental, se fundó en 1988, la cual no se encarga sólo de proteger el agua, o los árboles, que son importantes también, sino a luchar por las personas afectadas por los materiales tóxicos y los desechos de las bases militares.
La primera lucha de Justicia ambiental, fue en San Antonio Texas, en 1993, cuando la comunidad le invitó. En esta comunidad solo una calle separaba las casas de la base. En el lugar se encontraban tres tanques de combustible para aviones, de tipo jp4 y jp8, cargados con miles de litros.
La gente comenzó a sentir enfermedades similares, y se reunían, con la organización, en casas para hablar del problema. En esta campaña anti-bases, se pensaba que era imposible que destruyan los tanques, pero luego de 5 años se logró cerrarla.
Después del cierre de los tanques en San Antonio, vino lo más difícil, la descontaminación del agua, del ambiente, y de los terrenos. Cada vez más peso tiene esta organización, ya que los trabajadores de la base que no eran militares, ahora presentan problemas por los desechos tóxicos.
El problema de muchas bases militares por el sector, es porque en el año de 1847, fecha que Estados Unidos invadió México, construyeron fuertes, para proteger la frontera.
Esta lucha de Justicia Ambiental lleva 14 años de acción activa, en contra de los desechos tóxicos dejados por las bases militares.