"Ecuador superará la triste noche neoliberal": Rafael Correa

2006-12-11 00:00:00

El presidente electo de Ecuador, Rafael Correa, aseguró hoy que su gobierno está dispuesto a superar lo que llamó la "larga y triste noche neoliberal" que destruyó a Sudamérica.

En conferencia de prensa, Correa se refirió a los modelos impuestos a su país
por el Consenso de Washington, sin contar con la opinión de los ecuatorianos.

Interrogado por Prensa Latina sobre los desafíos del continente, el economista
de 43 años explicó que Ecuador al menos está dispuesto a superar los modelos que
quisieron legitimar con el neoliberalismo, para vergüenza de América Latina.

En ese entendido, los pueblos debían someterse a "esa entelequia que se llama
mercado, dijo.

Correa fustigó a quienes quisieron convencer a los pueblos de que había que
minimizar el rol del Estado y privatizarlo todo: la salud, la educación, el
agua, los recursos naturales, el trabajo humano

Rechazó el concepto de que el individualismo era el motor de la sociedad y la
política de convertir al egoísmo en la máxima virtud social y a la competencia
en el modo de vida entre las personas y lo que es peor aún, entre países, lo que
consideró un gran absurdo.

Para el líder del partido Alianza País, el reto es reconocer el rol importante
que tiene la acción colectiva, para lo cual las sociedades necesitan de su
representante institucional, que es el Estado.

"No todo es mercancía, la papa es mercancía, pero no la vivienda, la salud o
la educación" , señaló.

Correa afirmó que se debe rescatar la dignidad del trabajo humano convertido
ahora en simple instrumento de acumulación de capital.

A su juicio lo que se observa en el continente y en su país es "una
precarización escandalosa de las condiciones laborales".

En el criterio del joven catedrático, el paso que debe dar América Latina es
hacia el Socialismo del Siglo XXI si se quiere llamar así, lo que es igual a la
integración en todos los órdenes.

Correa afirmó que la unidad continental dejó de ser el sueño de José Martí o
Simón Bolívar, cuando hablaban de la Patria Grande, para convertirse en una
necesidad de supervivencia.

"Aislados, dijo, nuestros países serán aniquilados por la globalización
inhumana y cruel del siglo XXI".

Esa globalización, señaló, que no busca ciudadanos sino consumidores, de ahí
que la integración se arme sobre la lógica no de la competencia sino de la
coordinación, de la cooperación, de complementariedad.

Correa comentó las potencialidades de una futura integración financiera y
afirmó que América Latina podría autofinanciarse si dejara de someterse a las
fórmulas del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, partes del
problema, no de su solución, señaló.

Adelantó que las naciones de Suramérica podrían avanzar hacia la consolidación
de una moneda común, al menos del subcontinente, "si no queremos que las de los
países pequeños, de baja productividad, sean destrozadas en esta globalización
del siglo XXI".

El presidente electo de Ecuador también se refirió a las estrategia para
reestructurar la deuda externa en tres planos, el comercial, el multilateral
(con organismos internacionales) y la bilateral con algunos países.

Sobre las reformas que postula, destacó la instalación de una Asamblea
Constituyente que concluirá con una consulta popular, para que los ecuatorianos
digan la ultima palabras sobre el país que quieren.

Acerca de la extensión a seis meses de un régimen de preferencias arancelarias
concedida por Estados Unidos a su país y a Bolivia, dijo que fue tema de sus
conversaciones con el presidente de esa nación, Evo Morales.

"No es una limosna lo que nos han dado, sino una justa compensación por la
lucha antidrogas que libran nuestros países y que por supuesto sería absurdo
pensar que dura seis meses", agregó.

Correa dijo que se debe abrir un frente común en el reclamo de ese beneficio y
señaló que espera a ese proyecto se sumen Perú y Colombia, naciones que
suscribieron Tratados de Libre Comercio con Washington y a las cuales se les
concedió la prorroga por un año.

En ese sentido rechazó que esa medida norteamericana se condicione a la firma
de un pacto de ese tipo, porque -explicó- discriminan a los pequeños
productores.

Sobre sus conversaciones con Brasil, adelantó la propuesta de construir una
carretera que uniría al Pacífico con el Atlántico.

Sería un proyecto ventajoso para vincular el puerto ecuatoriano de Manta, en el
Pacífico, a la ciudad brasileña de Manaos, sobre el río Amazonas, que desemboca
en el Atlántico, resaltó.

El plan ecuatoriano incluye también la utilización del aeropuerto de la base
militar de Manta, cedida a Estados Unidos hasta 2009.

La pista de ese aeródromo está considerada como la más grande de toda la región
sudamericana y se utilizaría para el traslado aéreo de la carga que llega por
vía marítima, una vez que finalice el convenio con Washington, agregó.

El vencedor de los comicios ecuatorianos ratificó de esa forma la decisión de
no renovar el contrato con los norteamericanos. "Para nosotros, soberanía es no
tener soldados extranjeros en nuestro suelo patrio", enfatizó.