El libre comercio contrapone a gobiernos y movimientos sociales

2006-12-08 00:00:00

Los "espacios de diálogo" que el presidente boliviano, Evo Morales, creó para abrir un intercambio entre los gobiernos y los movimientos sociales durante la II Cumbre Suramericana que se celebra en Cochabamba reflejaron discrepancias entre ambas partes, especialmente en torno al libre comercio.
 
Morales, que convocó la Cumbre de la Comunidad Suramericana de Naciones y la Cumbre Social al mismo tiempo, programó siete seminarios, que concluyeron hoy, en los que distintas autoridades regionales discutieron con los líderes sociales sobre aspectos de la integración como libre comercio, energía, infraestructura o medio ambiente.
 
Los llamados "Espacios de Diálogo e Intercambio", sin embargo, mostraron que ambas partes, pese a sus firmes compromisos en defensa de la integración, piensan diferente sobre cómo unir a Suramérica, especialmente en torno al libre comercio.
 
Las diferencias también fueron evidente en el diálogo sobre la energía, al que sólo asistió por parte gubernamental el secretario de Planificación del Ministerio de Minas y Energía de Brasil, Marcio Zimmerman.
 
Tras exponer su posición sobre la integración energética, en la que se refirió a gasoductos, interconexiones eléctricas y a la expansión de los biocombustibles, Zimmerman escuchó críticas, incluso hostiles, contra las hidroeléctricas, los proyectos de termoeléctricas, las centrales nucleares y la expansión de monocultivos de soja, azúcar y palma para producir diesel vegetal.
 
En el diálogo sobre libre comercio, la defensa oficial de este tipo de acuerdos estuvo a cargo del secretario general de la Comunidad Andina (CAN), Alfredo Fuentes, y del jefe de la Oficina de Asuntos Institucionales de la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi), Jorge Rivero.
 
Sus argumentos sobre los supuestos beneficios del libre comercio fueron duramente rebatidos por el diputado venezolano y líder de la Confederación Latinoamericana de Organizaciones Campesinas (Cloc), Braulio Alvarez.
 
También por Aurelio Suárez, dirigente de la Red Colombiana de Acción Frente al Libre Comercio y contra el ALCA (la malograda Area de Libre Comercio de las Américas).
 
Fuentes destacó que la CAN, gracias a sus avances, a su estructura institucional y a los acuerdos con otros países, tiene mucho que aportar al libre comercio en Suramérica.
 
Rivero, por su parte, resaltó que el comercio dentro de los países suramericanos saltó de cerca de 12.000 millones de dólares en 1980 a unos 96.000 millones el año pasado y agregó que esa cifra podrá aumentar aún más con la creación de una zona de libre comercio en toda la región.
 
Aplaudido por la mayoría de los asistentes al encuentro, Suárez afirmó que la región no puede defender un modelo de apertura comercial como el promovido por Argentina, que provocó la mayor crisis económica de ese país.
 
"Mientras no desmonten los principios neoliberales que orientan esa apertura comercial no tendremos un comercio justo", afirmó el colombiano, quien alertó de que la decisión de algunos países de incentivar monocultivos para la exportación empobrece a la población rural y amenazando la soberanía alimentaria.
 
En su opinión, lo que los países de la región quieren es crear una zona de libre comercio en Suramérica para, con más poder, negociar un acuerdo con Estados Unidos, "lo que significaría llegar al ALCA por otro camino".
 
Alvarez, por su parte, aseguró que los países de la región ya han avanzado en acuerdos de libre comercio sin beneficios sociales y añadió que todos han perjudicado a los campesinos, quienes, a su juicio, no tienen condiciones para competir en un mundo globalizado.