Evo Morales visita la Cumbre Social este jueves a las 8 de la noche
El gobierno boliviano está tendiendo puentes entre la Cumbre Sudamericana de Naciones y la Cumbre Social por la Integración de los Pueblos que se realizan simultáneamente en Cochabamba.
Este jueves por la tarde se sentaron a la misma mesa representantes de los gobiernos de Bolivia, Brasil y Chile con dirigentes de organizaciones sociales de América del Sur para debatir los rumbos de la integración regional, y está previsto que por la noche el Presidente Evo Morales interactúe en un acto público con las más de 4 mil personas que asisten a la cumbre de los pueblos.
La Cumbre Social es inédita porque a diferencia de otros foros el movimiento popular se congrega específicamente para consensuar una propuesta de integración latinoamericana alternativa y recibe la visita de representantes de gobiernos para discutir un modelo de integración regional “desde arriba y desde abajo”.
Este jueves se celebraron tres de los siete encuentros de “intersección” programados con los gobiernos y una delegación de movimientos sociales se reunió con los vicecancilleres de la CSN en el Hotel Portales, donde se celebra la Cumbre oficial. El inusual diálogo que se abre se explica por el hecho de que los países más importantes de la región están dirigidos por gobiernos progresistas que comprenden la necesidad de abrir canales de comunicación con la sociedad, interpreta Pablo Solón, embajador para temas de integración y comercio del gobierno boliviano.
En el primer encuentro entre gobiernos y movimientos sociales, denominado “¿A dónde va la Comunidad Sudamericana de Naciones (CSN)?”, participaron los representantes de la Comisión de Reflexión Sudamericana por parte de Chile Luis Maria y de Bolivia Pablo Solón, además de Samuel Pineiro Guimaráes, vicecanciller de Brasil.
La integración, un viejo sueño latinoamericano que nace del convencimiento de que los pueblos de América somos más fuertes unidos que dispersos, está en camino de consolidarse a través de la Comunidad Sudamericana de Naciones (CNS). Este bloque ya existe, pero le falta carne y sustancia, reconoció Maira en el evento.
El libertador Bolívar tuvo una idea muy clara de la unión política de los pueblos de América del Sur en el siglo XIX y en el siglo XX la integración tomó forma económica, cuando en 1959 se intentó poner en pie el Mercado Común Latinoamericano. “Ahora no hablamos de un impulso único sino de un enjambre de acuerdos para consolidar una entidad sudamericana, buscando que América del Sur se convierta en la cuarta gran región del mundo”, comentó el diplomático chileno.
Para Maira, en el gran empredimiento latinoamericano se identifican tareas concretas: integrar a la región a través de corredores viales y de energía, superar la pobreza y consolidar una identidad cultural. Empujan esta gran empresa los gobiernos, pero la harán posible los pueblos, opinó el representante chileno frente a un auditorio de al menos 800 personas.
Solón centró su discurso en la necesidad apremiante de unir a los pueblos de América. “Hace un año en Mar del Plata se paró al ALCA gracias a las campañas articuladas de los movimientos sociales, fue un logro de la unidad americana. Hoy se presenta un desafío nuevo: profundizar la integración no parar resistir sino para vivir bien. Vivir bien no es vivir mejor que el otro o vivir a costa de los otros países”, sino hacer prevalecer la soberanía, es decir el derecho a la autogestión de las naciones, subrayó el diplomático boliviano.
Solón insistió en que el mundo unipolar implica inequidad e imposición, y por ello debe ser cambiado con múltiples poderes que equilibren los grandes desbalances de la actualidad. ¿Por qué estamos divididos por fronteras? Es culpa del imperialismo europeo y norteamericano y de las oligarquías locales que fomentaron las divisiones para gobernarnos mejor. Eso tiene que cambiar, dijo el representante de Evo Morales en la CSN.
En el nuevo plan, el comercio no puede ser la bisagra fundamental de la integración sino un medio para ayudar a los pueblos más pequeños. La siguiente tarea será buscar la unidad, un objetivo bastante difícil considerando que los países de Sudamérica tienen proyectos económicos e ideologías en muchos casos opuestas.
En coincidencia con Maira, Solón enfatizó que la verdadera integración debe servir para resolver los problemas sociales urgentes, y parafraseando a Eduardo Galeano, planteó la necesidad de “ir cerrando las venas abiertas de América Latina” y detener el saqueo de los recursos naturales para que éstos sirvan al pueblo. Para que la integración prospere hay que resolver las demandas sociales internas, “la integración no es un discurso sino la única forma de encarar los problemas”, reflexionó el representante boliviano.