Invitación a Sudamérica a crear verdaderos vínculos de solidaridad con Haití
En un panel de reflexión en torno al tema "Defensa y Militarización" realizado ayer (6 de diciembre) en el marco de la Cumbre Social por la Integración de los Pueblos, el secretario ejecutivo de la organización social haitiana “Plateforme Haïtienne de Plaidoyer pour un Développement Alternatif” (PAPDA), Camille Charlmers, invitó a Sudamérica "a crear verdaderos vínculos de solidaridad con Haití".
Según el delegado haitiano en esta Cumbre Social, la fuerza armada multinacional de la Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (MINUSTAH), dirigida por Brasil e integrada por tropas militares de varios países (de América Latina figuran Brasil, Argentina, Chile, Bolivia, Ecuador, Paraguay, Perú, Guatemala), constituye un "pretexto de solidaridad Sur-Sur" utilizado por los Estados Unidos para realizar su agenda imperialista en Haití.
Muy costosa para Haití y, además, ineficaz en la lucha por estabilizar y dar seguridad al país caribeño, la MINUSTAH es considerada por Charlmers como "un fracaso total".
Hizo hincapié en el hecho de que el fenómeno de inseguridad en Haití está sobre todo vinculado a la miseria, a la elevada tasa de desempleo, a la deportación de criminales y bandidos por los Estados Unidos y Canadá hacia Haití, al narcotráfico, a la migración interna hacia las grandes ciudades haitianas, y a la frustración y desesperación, frutos de "esta gran miseria".
Además, destacó que solamente dos comandantes latinoamericanos, un brasileño y un uruguayo, forman parte de la dirección militar de la MINUSTAH. Señaló que el conjunto de los jefes de esta misión militar de la ONU en Haití provienen todos de Estados Unidos, Francia, Canadá, Italia y de otras naciones del primer mundo.
Esta hegemonía de estas naciones, que califica de "imperialistas", en el mando militar de la MINUSTAH les permite controlar esta fuerza armada multinacional con el fin de defender mejor sus intereses y los de las empresas transnacionales a nivel geopolítico, financiero, económico.
En base a todas esas razones, concluyó que "la presencia de las tropas armadas de la MINUSTAH es totalmente inaceptable". Sostuvo que países e instituciones imperialistas, como Estados Unidos y la ONU, han intentado justificar la militarización de Haití aplicándole conceptos como "país frágil", "Estado fallido", "país permeable al terrorismo".
Invitó a "de-construir estos conceptos" y otros como "Solidaridad Sur-Sur", orientados a legitimar la presencia de las tropas armadas de la MINUSTAH ocultando los verdaderos intereses (geopolítico, financiero, económica) de los países imperialistas.
Denunció también la falsa solidaridad, favorable a las potencias imperialistas y perjudicial al pueblo haitiano, que algunos Gobiernos de los países latinoamericanos quieren hacer con Haití.
Recalcando el ejemplo del "libertador" Simón Bolívar que fue a Haití a buscar ayuda con el fin de liberar al pueblo sudamericano de la esclavitud, convoca a Sudamérica a "crear hoy verdaderos vínculos de solidaridad con Haití".