Los movimientos sociales comenzaron a discutir en la ciudad boliviana de Cochabamba –donde se realiza la Cumbre Social por la Integración de los Pueblos – varias propuestas vinculadas a la seguridad y la defensa en América Latina, con la intención de presentarlas ante los representantes gubernamentales, que llegarán para participar en la II Cumbre de la Comunidad Sudamericana de Naciones

Militarización es justamente uno de los catorce ejes temáticos de la Cumbre Social, que además incluye debates sobre agricultura, soberanía alimentaria, migraciones y ciudadanías, pueblos indígenas, militarización, medio ambiente y justicia, entre otros.

En el marco de uno de esos talleres, el psicólogo social argentino Juan Domingo Roque, vicepresidente del Movimiento por la Paz, la Soberanía y la Solidaridad entre los Pueblos (Mopassol), anticipó que las propuestas que presentarán los movimientos sociales a la delegación oficial pretenden “elevar el piso” de los acuerdos y consensos ya existentes entre los gobiernos.

“Buscaremos que esos acuerdos se amplíen con coherencia: si todos los gobiernos concluyen que en la región no existe terrorismo, entonces ya no será necesario mantener esquemas antiterroristas, al menos en la acepción estadounidense del término”, agregó.

El activista argentino opinó que es “imprescindible” que todos los países sudamericanos –hasta ahora solamente cinco lo han hecho- comiencen a “trasparentar” sus esquemas de seguridad y que los “libros blancos” de defensa nacional –que incluyen todas los objetivos y políticas en esta materia- comiencen a adaptarse a las decisiones que se tomen a nivel regional.

Roque consideró que durante la VII Conferencia de Ministros de Defensa de las Américas, que se realizó en octubre en Nicaragua, los ministros sudamericanos “intentaron diferenciarse” de los lineamientos de los funcionarios centroamericanos y norteamericanos, lo que constituyó el principal “gesto político” de la Conferencia.

“Pero en los hechos, todos trabajaron en base a la agenda que presentó Estados Unidos, lo que genera una contradicción, ya que los gestos de independencia quedaron relegados a un segundo planto”, manifestó.

Las discusiones en Nicaragua se sustentaron en tres pilares: la defensa de la democracia, la seguridad hemisférica y la “oportunidad de negocios”.

El vicepresidente de Mopassol cuestionó que los ministros latinoamericanos hayan aceptado discutir a partir de esa última premisa –propuesta por los representantes estadounidenses-, que contempla la “mercantilización” de la defensa y la seguridad.

“¿Qué tiene que ver la oportunidad de negocios con una reunión de ministros de Defensa y Seguridad?; ¿Negocios para quién?”, preguntó Roque.