Comunicación, cooperación y las mujeres negras

2000-09-04 00:00:00

En el contexto actual de la construcción del movimiento de
mujeres negras, marcado por la realidad internacional y
nacional de los países de América Latina y el Caribe, la
comunicación se convierte en un derecho y una necesidad
impostergable.

Acceder a la información, a las tecnologías de comunicación
que permitan el intercambio hacia adentro y hacia fuera del
movimiento, y garantizar una relación fluida, horizontal y
transparente con otros movimientos sociales, con los
gobiernos y con las instituciones internacionales es
imprescindible para contribuir con el desarrollo de las
mujeres negras y con nuestra calidad de vida.

Sin embargo, hasta el momento, desarrollar la capacidad de
comunicación de los movimientos, particularmente de las
mujeres negras, es un asunto no sólo político sino
económico; y debido al impacto que la comunicación tiene
sobre el desarrollo, en la actualidad esta limitación se
convierte en una traba más para lograr una vida digna e
íntegra para las mujeres afrocaribeñas y
afrolatinoamericanas. Consideramos entonces que
efectivamente en el marco del cincuentenario de la
Declaración de Derechos Humanos, y teniendo en cuenta la
nueva realidad internacional, la comunicación debe
convertirse en un "derecho humano" que se le garantice a
toda la población, ya que el mismo es una condición
indispensable para el desarrollo.

La construcción e implementación de una estrategia de
comunicación para las mujeres afrocaribeñas y
afrolatinoamericanas es una herramienta que permite su
empoderamiento. No obstante, visto desde la perspectiva de
la comunicación como un derecho, se requiere del respaldo
financiero para hacer efectivo ese derecho. La cooperación
internacional, debe jugar un rol muy importante para
facilitar los recursos, principalmente a aquellos
movimientos que han tenido serias barreras políticas y
económicas para acceder a la comunicación como herramienta
para el desarrollo.

Desde el proceso de construcción de la democracia, se debe
desarrollar el derecho a la comunicación desde una
perspectiva amplia, y hacerlo efectivo en todos los niveles
y ámbitos, para garantizar que ésta no se convierta en el
corto plazo en una forma de exclusión estructural de
nuestras sociedades.

Las mujeres afrocaribeñas y afrolatinoamericanas estamos
construyendo nuestro movimiento a partir de la apropiación
del derecho a la comunicación, para el fortalecimiento de
alianzas con otros movimientos sociales, interacción a lo
interno de nuestro movimiento, acceso a información
estratégica y tecnologías de comunicación, difusión,
intercambio y cooperación con gobiernos e instituciones
internacionales.

Garantizar el derecho a la comunicación es trabajar contra
exclusión social y económica y contribuir en la
construcción de la democracia.

* Publicado en el Boletín Cimarronas No. 4, agosto de 1998