Adan y Eva... ¿Negros?
Definitivamente se encuentra descartada la teoría del origen europeo o
blanco del humano, aunque los científicos aún se niegan a aceptar que el
tronco de todas las razas fue un "homo habilis" de piel renegrida y
labios gruesos. Melanina, pigmento indefinido de color negro que se
halla normal o patológicamente en los organismos, nos demuestra que
nuestros primero padre, inicialmente, Adán, evolucionó en los
paradisíacos parajes del Africa Ecuatorial. Cediendo posiciones, ubican
al humano originario en la India y le dan una antigüedad de cinco a diez
millones de años.
El doctor Elwyn L. Symons, profesor de la Universidad de Yale, presentó
ante sus colegas una bien preservada mandíbula que, según dijo,
pertenece a una nueva clase de Gigante Pithecus. Declaró que el fósil
encontrado en las formaciones de exquisitos Dhok Pathan, pertenece a un
simio parecido al hombre. La formación de referencia es considerada de
mediados de la era pliocena.
Symons restó méritos al Kenyapitecus Africanus hallado en el continente
negro por el doctor Louis S. B. Leakey. Los fósiles descubiertos por
Leakey conmocionaron al mundo con su hallazgo y desde entonces, los
antropólogos tradicionalistas no han desaprovechado ninguna oportunidad
para vapulearlo. Esto se debe a que las conclusiones científicas
derivadas del espécimen africano, han venido siendo aprovechadas
políticamente por los propugnadores de un racismo particular, tipo
"poder negro". Sin embargo, los científicos de la nueva generación,
libres de prejuicios y sin compromisos, han llegado, inclusive a
demostrar que la mutación de la piel del negro al blanco a través del
tiempo es biológicamente posible.
Por su parte, y como respuesta adelantada a Symons, el británico Leakey
presentó la prueba de que el hombre comenzó a tecnificarse en las
cálidas tierras africanas. Se trata de un martillo rudimentario de
piedra que un remoto antepasado africano del hombre moderno se ingenió
para producir hace doce millones de años. Ese ser signado como
Kenyapithecus Wickerry abría con su martillo las cabezas y los huesos de
los animales para enriquecer su dieta, hasta entonces vegetal.
Por ello, esta teoría aceptada y sustentada por el religioso jesuita
Angelo Serra, profesor de genética de la Universidad Católica de Roma,
afirma que Adán y Eva eran africanos y vivieron hace cerca de doscientos
mil años en Africa sur o sur este.
Serra expuso su tesis durante la Asamblea General de la Academia
Pontificia para la Vida, que abrió sus labores el lunes 23 de febrero
del presente año en el Vaticano. El religioso subrayó que su tesis la
comparten la mayoría de los sabios basándose en una serie de
investigaciones hechas en universidades y centros de estudios
estadounidenses de California y Arizona.
Las investigaciones hechas en 1996 permitieron descubrir a Eva, gracias
al análisis del DNA de mitocondrias (pequeña esfera que constituye el
condrioma celular), transmite la madre a sus descendientes. Otras
investigaciones realizadas el año pasado, "permitieron encontrar a Adán
a través del análisis del DNA del cromosomas 'Y'", declaró el religioso.
"El Edén o paraíso terrestre, donde el humano apareció por primera vez
con la estructura biológica del humano moderno hace 100/200 mil años,
debería entonces encontrarse en una región del sur o sur este de
Africa", afirmó Serra, refiriéndose a otras investigaciones terminadas
en enero en las mismas universidades americanas.
"Desde esas regiones, el hombre moderno (Homo Sapiens) se desarrolló
hacia Asia y Europa, en donde hace 30/50 mil años se formaron los
ancestros de las actuales poblaciones", dijo.
* Publicado en el Boletín Cimarronas No. 4, agosto de 1998