Feminismo desde las mujeres negras

2000-08-11 00:00:00

En el marco de construcción de un movimiento y liderazgo feminista y de
mujeres, se manifiestan algunos vacíos, en particular sobre:
participación, hegemonía de algunas líderes, conceptos políticos sobre
liderazgo colectivo; todos relacionados con la forma en que se asume
una concepción amplia de diversidad dentro del movimiento feminista y
particularmente dentro de las líderes feministas.

En los últimos años, se han abierto diversos espacios para la
discusión, que son enriquecedores, porque han puesto en el tapete de
discusión temas que aún no son de consenso, aunque son manejados
continuamente dentro de discursos y posiciones de las líderes del
movimiento de mujeres y feministas, como es todo lo relativo a la
diversidad. Es importante no obstante, subrayar que esta situación no
solo se presenta con el movimiento de mujeres y el feminista sino
también con otros movimientos sociales.

Las diferencias de concepción se evidencian principalmente en la
práctica de participación y representación, en donde se consideran los
grupos y organizaciones tradicionales de mujeres como parámetro de la
situación y perspectivas de la globalidad de las mujeres y se toma como
excepción a las no casualmente llamadas "las diversas".

Desde una amplia concepción de diversidad, "diversas" somos todas, y
todas formamos parte de un movimiento, del cual nos diferenciamos por
posición social, económica, geográfica, política, cultural y étnica.
Por lo anterior, las mujeres negras de América Latina y el Caribe, que
representamos más de un 30% del total de las mujeres de la región,
debemos de participar y estar representadas en los diversos espacios de
mujeres no por excepción.

Asumir posiciones políticas en cuanto a la diversidad se vuelve
prioritario, porque no se trata solamente de un asunto político
ideológico sino de la práctica cotidiana de participación, de
elaboración y canalización de propuestas, que garanticen que todas las
mujeres estén representadas por ellas mismas y tengan su propia voz.

Se trata entonces, de aportar elementos teóricos y políticos que
permitan construir nuevos feminismos no hegemónicos, acordes con las
demandas de la mayoría de las mujeres, que identifiquen mecanismos que
contribuyan en la construcción de espacios democráticos de
participación y toma de decisión.

La práctica actual de incorporar la diversidad, se manifiesta en el
feminismo tradicional y en el movimiento de mujeres con la exclusión de
la gran mayoría de mujeres, porque las considera "diversas",
convirtiendo a unas pocas como hegemónicas y parámetro de las demás,
alejándose de una propuesta política ideológica democrática acorde con
las necesidades de los nuevos tiempos.

El nuevo discurso y la nueva práctica, no es una receta ya elaborada,
es parte de un proceso colectivo, que empieza a germinarse en aquellos
grupos de mujeres que abren espacios dentro del movimiento de mujeres y
el feminista. Por lo tanto las mujeres afro latinas y caribeñas
históricamente excluidas a nivel global, nacional y local, que más (o
además) que un discurso han desarrollado una práctica democrática
feminista dentro de sus movimientos podrían aportar elementos en esta
nueva construcción.

No obstante, líderes, hombres y mujeres, de otros movimientos sociales
han acumulado experiencias que pueden aportar en la construcción de
feminismos y movimientos sociales dentro de la diversidad, porque han
sido marginadas sus demandas en función de las demandas generales.
Para que se vaya acabando la noción política ideológica de adicionar la
diversidad como un condimento exótico de la misma receta que excluye e
invizibiliza a mayorías o minorías según sea el caso.

* Publicado en el Boletín Cimarronas No. 5, enero de 1999