Santo Domingo (República Dominicana), 19-25 de julio de 1992
I Encuentro de la Red de Mujeres Afrolatinoamericanas y Afrocaribeñas
Esta Red estará constituida por un comité nacional representativo de cada
país, y por seis comités subregionales: Caribe hispano, Caribe
angloparlante, Caribe francoparlante, Centroamérica, Sudamérica, y Afro-
latinas/caribeñas residentes en otros países del mundo.
Los objetivos son:
- Trabajar conjuntamente para mejorar las condiciones de vida de las mujeres
negras;
- Combatir las ideas negativas (prejuicios y estereotipos) que se vehiculan
sobre la mujer negra;
- Denunciar todo tipo de discriminación contra las mujeres negras;
- Promover la participación de las mujeres negras en los diferentes espacios
políticos y decisionales.
- Trabajar la problemática del racismo desde una perspectiva de género;
- Promover la comunicación, intercambio de experiencias, solidaridad y
destreza con otras organizaciones;
- Luchar contra todo tipo de discriminación.
- Apoyar la lucha de las mujeres haitianas por mejores condiciones sociales
y por la solución de su crisis política;
- Apoyar la lucha de la mujer dominicana de ascendencia haitiana por mejores
condiciones sociales, legales y económicas.
Las estrategias propuestas:
- Realizar reuniones y encuentros periódicos a nivel nacional, sub-regional
y regional;
- Promover una ley de antidiscriminación en todos los países del continente;
- Divulgar las conclusiones del I Encuentro de Mujeres Negras y llevarlas
hacia otras organizaciones para que incluya esta problemática en sus
agendas;
- Promover investigaciones sobre la problemática de las mujeres negras y
sobre la cultura afro-latina y afro-caribeña en todos sus aspectos;
- Gestionar recursos económicos
- Realizar marchas, conferencias, peticiones, cabildos, coloquios y
conmemoraciones;
- Conmemorar el 25 de julio de cada año como el día internacional de las
mujeres afro-latino/caribeñas;
- Promover la inserción de la problemática de las mujeres negras en el
movimiento feminista y de mujeres, y en todas las organizaciones afines.
Las Resoluciones:
- Constituir la Red de Mujeres Afrocaribeñas y Afrolatinoamericanas con sede
en República Dominicana;
- Luchar contra la discriminación racial, de clase, de género y de opción
sexual;
- Condenar la celebración del V Centenario por considerarlo el crimen más
horrendo de la humanidad y por su contenido ideológico y racista;
- Demandar que las regiones desistan de la celebración del V Centenario;
- Declarar el 12 de octubre como el "día de la dignidad continental";
- Rechazar el discurso pronunciado por el Presidente de República Dominicana
Joaquin Balaguer en la II Cumbre Iberoamericana, por considerar que niega
nuestra raíz;
- Incluir en la agenda de los próximos Encuentros la problemática de las
mujeres lesbianas y facilitar su participación en todos los mecanismos
nacionales, subregionales y regionales de la Red.
- Pronunciarse contra la situación que atraviesan las mujeres dominicanas de
origen haitiano;
- Repudiar el bloqueo económico a Cuba y solidarizarse con las mujeres
cubanas.
CONCLUSIONES Y PROPUESTAS
Partiendo de problemas relativos a la supervivencia, las mujeres negras de
la región han comenzado a organizarse para frenar los diversos niveles de
discriminación (étnico, de clase y de género). Tales experiencias
organizativas han permitido el desarrollo de concepciones valorizantes de la
negritud, como también la afirmación de la libertad de género; se ha
desencadenado un verdadero proceso de afirmación de la identidad.
Este primer encuentro ha permitido la confluencia de mujeres de distintas
procedencias sociales y políticas, que han expresado los matices de esas
diversidades para permitir la emergencia de propuestas comunes.
El V Centenario
Frente a este evento -que tiene mucha relevancia en el Caribe- las mujeres
negras han respondido organizándose para manifestar su voluntad de romper
con los quinientos años de silencio y discriminaciones.
Proponen redefinir conceptos y mudar el lenguaje que imprime en la memoria
colectiva ideas festivas o conciliadoras como "celebrar", "encuentro", etc.,
que dan a entender que el colonialismo, la sumisión a la esclavitud, el
genocidio, etc. han permitido algún tipo de avance para nuestras
civilizaciones. "No es posible que las indígenas y negras celebremos 500
años de explotación y exterminio, lo que sí tenemos es que conmemorar los
quinientos años de resistencia de nuestros pueblos, que de manera muy
persistente se trata de borrar de la historia".
Convocaron a continuar la tradición que ha hecho de cada mujer una portavoz
de la resistencia. Que las mujeres multipliquen en sus países de origen las
formas de resistencia, que promuevan marchas, se vistan de luto, enciendan
velas, promuevan y se involucren activamente en la convocatoria a los tres
días de huelga latinoamericana, etc.
Propusieron que la situación del pueblo haitiano sea considerada como un
ejemplo de lo que han sido estos quinientos años de resistencia, que se
promuevan acciones de solidaridad con las mujeres haitianas en todos los
países, que se aboge en todos los espacios posibles por que regrese la
democracia a Haití.
Establecieron como causa prioritaria y simbólica de la Red de Mujeres
Afrolatinas y Afrocaribeñas la de las mujeres haitianas que viven en
condiciones de esclavitud en los bateyes dominicanos, para lo que incitaron
a las compañeras dominicanas a permanecer vigilantes en nombre de la Red y
establecer un diálogo con estas mujeres hatiano/dominicanas para poder
delinear propuestas de largo alcance.
El Racismo
En América Latina existe desde hace veinte años un movimiento feminista cada
día más fuerte, al interior de este, por haber abierto sus espacios a la
participación de las mujeres negras, desde 1981 el tema étnico hace parte de
su agenda. Es pues desde el movimiento feminista que las mujeres negras han
comenzado a reflexionar sobre la problemática género/etnia, y es en ese
espacio que surge la idea de crear el Primer Encuentro y la Red.
Contrariamente a las organizaciones antirracistas, políticas y otras que
tardan en considerar la situación específica de las mujeres negras, el
movimiento feminista ha abierto espacios significativos que han permitido
develar una situación que permaneció negada durante siglos, pero aunque
teóricamente haya quedado establecido que la negritud es una problemática
socio-política y no biológica, la visión género/etnia no ha permeado aún en
todas las esferas del movimiento y difiere de un país a otro.
Reconocer el pluralismo del movimiento no significa negar el trabajo que nos
queda por hacer. En el último Encuentro Feminista Latinoamericano y del
Caribe (Argentina 90) se añadió a última hora el "olvidado" espacio para la
problemática género/etnia. A nivel privado, hay compañeras que continúan
teniendo "empleadas domésticas negras" estableciendo una relación semejante
a la de cualquier patrona común.
En los diversos movimientos y organizaciones sociales los prejuicios
racistas están muy arraigados, al interior de estos las mujeres negras viven
problemas de clase, género y etnia, el racismo multiplica los esfuerzos
personales que ellas deben desplegar para participar políticamente. Se
piensa que los negros no son capaces de liderar o de asumir
responsabilidades, lo que obliga a las militantes a mantenerse vigilantes
para que los prejuicios vehiculados no despierten aquellos interiorizados
durante una vida de discriminaciones.
La identidad étnica
La identidad comprende todos los bienes materiales y no materiales (valores)
que caracterizan a una etnia determinada, por ello la identidad étnica puede
adquirir una ponderación valorativa que priorice ciertos bienes y
desvalorice otros, como ha sucedido con la identidad étnica negra.
Se ha afirmado durante siglos que la identidad étnica negra no tiene ningún
valor, que la población negra es inferior, que la negritud no tiene
proyecciones hacia el futuro, que es incompleta y hay que mejorarla, etc.,
por ello las mujeres negras han vivido divididas entre lo que quieren ser y
lo que tienen que ser para sobrevivir.
La supervivencia de la negritud en todos estos siglos ha sido asegurada por
la educación ofrecida por las mujeres, que desde la familia han constituido
los principales pilares de resistencia a la aculturación, aunque la versión
sexista sólo trasmita la imagen de la mujer negra alienada por lo "blanco".
La negritud debe asumirse como una globalidad, no como una moda, las mujeres
negras deben difundirla en todos sus campos de acción, en particular en el
movimiento popular, para que también desde este se impulsen campañas
educativas y de sensibilización contra el racismo y por la igualdad.
Asimismo, hay que incidir
en los partidos políticos para que estos una vez en el poder promulguen
leyes y modificaciones a la situación discriminatoria.
La educación
La educación juega un papel protagónico en la formación de la persona. Si
se la asocia con la escaloridad para las mujeres negras ésta se convierte en
algo que se quisiera obtener. En el sistema escolar el racismo y el sexismo
están omnipresentes, ya sea para discriminar, excluir o segregar. La
necesidad de incluir metodologías y filosofías provenientes de la cultura
negra en el currículum educativo constituye una prioridad.
Violencia contra mujeres negras
A más de las diversas expresiones de la violencia de género, la violencia
étnica y clasista aumentan la gama de agresiones que afectan a las mujeres
negras. Así por ejemplo, el prejuicio que presenta a las mujeres negras
como objetos sexuales las convierte en presas fáciles para el abuso.
Tan sólo en Jamaica, Panamá, Brasil y Puerto Rico existen centros
especializados que atienden a mujeres víctimas de violencia que,
desgraciadamente, por la magnitud del problema no son suficientes. Se hacen
necesarias campañas de información y educativas que sensibilicen a las
mujeres de su derecho a vivir sin agresiones, sobre las prácticas negativas
de esterilización masiva, sobre la maternidad voluntaria, sobre el
exterminio de niñas-os pobres en las calles de Brasil, etc.
Se necesitan también estudios especializados que exploren el impacto de la
esclavitud o la discriminación racial en la autodefinición de las mujeres,
que provean datos sobre esta problemática a nivel nacional y global.
La sexualidad
Se abogó por que se reivindique el derechos a la sexualidad disociándolo del
estereotipo que pretende que las mujeres negras son objetos sexuales,
separándola también de la posibilidad reproductiva -que debe ser planificada
y deseada-.
Se asocia muy fácilmente sexualidad a "maldad" o prostitución, por lo que se
hace necesario un trabajo informativo que incluya informaciones sobre la
genitalidad, la reproducción, el placer, etc.
La libre opción sexual
Se subrayó la necesidad de que el movimiento de mujeres negras incluya a
todas las mujeres sin discriminación de ningún tipo. En este sentido se
quiere, desde un inicio, reflexionar sobre la heterosexualidad obligada y
sobre la falta de condiciones para que las mujeres negras ejerzan la libre
opción sexual sin arriesgar que a las discriminciones de género, de clase y
étnicas se aumente la discriminación homofóbica.
Se subrayó que el sexismo y la homofóbia hacen que ninguna mujer tenga la
oportunidad de plantearse su opción; se presume que todas las mujeres son
heterosexuales y ello se convierte en norma y obligación. Las religiones
(colonizadoras) han contribuido a la afirmación de prejuicios
discriminatorios contra la homosexualidad.
Para prevenir una discriminación que se ha repetido en muchos espacios
sociales y políticos, se propuso que, más allá de establecer el diálogo
entre las mujeres de todas las opciones sexuales, se priorice en incluir
entre las recomendaciones constitutivas de la Red, propuestas que garanticen
la participación de mujeres lesbianas a nivel local y regional.
LAS MUJERES NEGRAS EN CENTROAMÉRICA
La presencia negra en los siete países que conforman Centroamérica es muy
significativa. Las expresiones culturales provenientes de esta etnia hacen
parte de la identidad colectiva, no obstante, no se reconoce el origen de
estos aportes y el racismo es omnipresente. Las organizaciones de mujeres
negras son nuevas, aún frágiles, y las reflexiones sobre su discriminación
específica están recién despuntando.
Las mujeres negras centroamericanas asumieron la tarea inmediata de reforzar
y fortalecer las organizaciones de mujeres negras y el desarrollo de
espacios de convergencia a nivel subregional. Además, quieren formular a
corto plazo una estrategia que exprese reivindicarciones específicas
conjugando etnia y género de manera integral.
En lo inmediato se proponen la organización de un comité de enlace y un
encuentro a nivel centroamericano, que incluya a mujeres de todos los países
de la subregión, y consideran prioritaria la realización de acciones
encaminadas a reforzar la identidad.
Panamá
Históricamente, la población negra de Panamá se ha conformado por tres
grandes migraciones. La primera se produjo a raíz de la colonización
española que luego del brutal desarraigo de Africa, impuso la cultura
hispánica, borrando su lengua y gran parte de sus valores y sus costumbres.
La segunda migración, proveniente de las Antillas, se produjo en el siglo
XIX, con el establecimiento de plantanciones bananeras por los colonizadores
británicos que querían comunicarse en inglés. En el mismo siglo se realizó
la otra fase migratoria, a raíz de la construcción del ferrocarril trans-
océanico, y finalmente, a comienzos del siglo XX, para la construcción del
canal interoceánico. Este proceso ha caracterizado y diferenciado
culturalmente a la comunidad negra panameña, aunque coincide en registrar
los más altos grados de pobreza del país.
Dada la ausencia de datos estadísticos, en Panamá se hace necesario recurrir
a las reminencias y expresiones culturales que persisten en el país para
reconstruir la historia de las mujeres. Pretendiendo la inexistencia de
relaciones de discriminación, se ha querido negar la realidad de las mujeres
negras, de allí la necesidad de recuperar la memoria histórica desde una
perspectiva propia.
A partir de la colonización se ha utilizado a las mujeres negras como mano
de obra barata, tanto para la servidumbre como para las plantaciones.
También como "mamás de leche" de los hijos de sus amos y como maestras.
La discriminación y la explotación sistemática de las mujeres negras es un
elemento explicativo de la negación de la identidad negra y de la
asimilación a los valores de los grupos dominantes.
No obstante, en los últimos 20 años se ha dado un proceso de afirmación
étnica y las mujeres negras han tomado un papel protagónico en diversos
niveles de la vida pública y en la actividad político-partidista.
Las mujeres negras viven, por lo general, en los suburbios en condiciones
infrahumanas, tienen poco acceso a los servicios públicos, al empleo y a los
bienes. La discriminación y la auto-discriminación se viven y se expresan
de manera cotidiana en todos los ámbitos. En el sector comercial,
financiero y de servicios se excluye la participación laboral de mujeres
negras, el "señoritas con buena presencia" señalado en los clasificados
excluye a las postulantes negras consideradas como maleantes y "cochinas".
Las prioridades expresadas por las panameñas son: propulsar organizaciones
específicas de lucha contra el racismo y la discriminación de género, y
reforzar por varios medios la identidad étnica y de género.
Costa Rica
A pesar de que en Costa Rica la población en general tiene mejores
condiciones de vida en relación con la de países vecinos, las mujeres negras
viven en condiciones de subsistencia mínima y, aunque pueden en principio
acceder a los mismos niveles educacionales y laborales que el resto de la
población, la discriminación encubierta hace que no puedan acceder a niveles
educacionales superiores ni a puestos públicos.
Las mujeres negras participan en diversas organizaciones que priorizan la
identidad étnica respecto de la identidad de género. En los últimos años
estan emergiendo organizaciones de mujeres negras que quieren conjugar estas
dos dimensiones de su realidad.
Honduras
En Honduras el 48.3% de la población de mujeres negras no han completado la
primaria, hay altos índices de desempleo y subempleo, los niveles de
participación política (formal) son débiles. Pese a todo esto, las mujeres
negras tienen un alto sentido de su identidad étnica y cultural, el garífuna
es hablado por la mayoría y existen organizaciones con más de 15 años de
vida en el área rural como también en Tegucigalpa. Desde 1991 funciona un
comité femenino al interior de OFRANEH (Tegucigalpa), que tiene entre sus
objetivos revalorizar la contribución histórica de las mujeres negras al
desarrollo del país.
LAS MUJERES NEGRAS EN EL CARIBE HISPANOPARLANTE
La transición al modernismo capitalista ha acarreado un gran desplazamiento
poblacional; de manera particular la inmigración ilegal inter-subregión y
hacia el primer mundo, que afecta principalmente a la población negra debido
a su situación de desventaja socio-económica y educativa (altos índices de
desempleo y sub-empleo; limitado acceso a la educación, etc).
El principal punto en común que caracteriza a las mujeres de esta sub-región
es la doble subordinación (étnica y de género), el resto de relaciones
sociales están marcadas por el grado de inserción de cada país en el
desarrollo capitalista. De un país a otro, la discriminación que viven las
mujeres negras adquiere matices muy singulares. En Puerto Rico, por
ejemplo, a pesar de que las mujeres tienen el más alto nivel de acceso a la
educación superior, las mujeres negras no pueden (por razones estructurales)
sobrepasar ciertos niveles. En República Dominicana se hace necesaria la
profundización de los conceptos de la identidad étnica, pues hasta aquí, a
más de la idealización de lo "blanco" impuesta por la ideología dominante,
existe un embrollo nacional* sobre la negritud (*En República Dominicana la
palabra negro es equivalente a hatiano-a de los bateyes que es el grupo
social más discriminado de este país). En los bateyes, a más del machismo,
la pobreza y la discriminación, la situación de "esclavitud moderna" crea
para las mujeres condiciones de vida infrahumanas: las mujeres no tienen
acceso ni a la propiedad ni a la educación, las violaciones son comunes (con
ocasión de la militarización de los bateyes muchas mujeres fueron violadas y
golpeadas por los guardias, en presencia de sus hijos y esposos). Frente a
la situación de pobreza los padres se ven obligados a vender a sus hijas-os
y las autoridades obligan a los braceros haitianos a prestar a sus hijas por
una noche o un fin de semana, y son numerosas las madres-niñas abandonadas.
Las mujeres de esta sub-región consideran prioritario rescatar y recrear la
negritud, insertarla en la historia y en el futuro, para lo que se hace
necesario el fortalecimiento organizacional y el desarrollo de un trabajo
dirigido a la base.
Puerto Rico
La mayoría de la población negra (trigeños, jabaos, mulatos y grifos)
enfrenta una situación de desventaja económica, subsiste con ayudas del
gobierno y/o con la economía paralela y subterránea.
Se considera que en Puerto Rico las condiciones de vida (educación, trabajo,
participación política) son proporcionales al tono de la piel.