No intervenir: Jóvenes organizándose

2004-07-29 00:00:00

Un nutrido grupo de jóvenes representando a varios países,
incluyendo Italia, se dieron cita en la Universidad
Politécnica Salesiana este 28 de julio para hablar sobre el intervencionismo en el seminario “Jóvenes: Intervencionismo y alternativas”. La mayoría de ellos representan organizaciones juveniles que van desde las comunidades eclesiales de base, grupos indígenas y pacifistas, hasta miembros de la Federación de Estudiantes Democráticos del mundo.

Hicieron uso de la palabra representantes de Cuba,
Venezuela, Colombia, Brasil, Perú, Bolivia, entre otros,
haciendo pronunciamientos que hacían un fuerte énfasis a
favor de la Revolución Bolivariana. El proceso actual por
el que atraviesa la República de Venezuela generó una
tensión prospectiva en los participantes, quienes además de reconocer su originalidad ven en dicho proceso un nuevo
modelo de lucha contra el imperialismo y las políticas
intervencionistas del gobierno estadounidense en Nuestra
América. No obstante, los jóvenes no dejaron de reconocer
que su lucha es necesariamente internacional y expresaron
su apoyo a los pueblos palestino, iraquí y colombiano, y
su rechazo al Plan Puebla Panamá, preparándose para la
magna marcha en las calles de Quito para manifestarse en
contra del ALCA, todo esto reconsiderando que el
intervencionismo limita la soberanía de América, incluidos
todos sus grupos étnicos.

Hicieron un llamado a la organización de los jóvenes de
Nuestra América para contrarrestar la creciente penetración de la ideología neoliberal a la mentalidad y sistema de ideas y expectativas de la generación emergente y de este modo ganar autonomía en el terreno de la productividad.

Varios de los asistentes presentaron, además de las
denuncias de la situación que se vive en su país, diversas
inquietudes entre las que cabe destacar la idea de que hace falta trabajar concretamente con el otro como sujeto real,concreto, histórico que está junto a nosotros y precisa sumarse a la lucha; y no relacionarse de manera abstracta con una supuesta juventud homogéneamente conformada.

Voces críticas de algunos psicólogos insistieron en que de
manera conjunta se debe articular un proyecto de cambio y
transformación montado en bases lo suficientemente sólidas
para posibilitar el advenimiento de una nueva realidad.
Reto que, por mucho, es una aventura vital que implica una
dosis de sabiduría histórica, de la experiencia de las
luchas antecedentes y una generosísima porción de
elaboración crítica y auténtica, se puede decir autónoma de las voces “intervencionistas” que oficialmente se han
erigido como “las de la lucha”, esto es, ser capaces de
discernir lo propio de “el aquí y ahora”, y la voz de los
jóvenes actuando en el cuerpo de cada joven.