Migrantes en el desorden goblal

2004-07-28 00:00:00

En el marco del 1º Foro Social de las Américas, se llevó a cabo un
panel sobre el tema de las migraciones humanas, que arrojó importantes
elementos para la comprensión de este complejo tema contemporáneo.

“Todas y todos somos extranjeras /os: xenofobia no”. Este es el slogan
de los debates que se dan alrededor del tema de las migraciones. Son
conferencias, paneles y seminarios que están reflexionando sobre un
tema emergente en todo el mundo: las migraciones.

En los últimos 10 años, solo en las Américas y Caribe, el número de
migrantes llegó a 87 millones de personas. En los Estados Unidos, hay
alrededor de 30 millones de inmigrantes, de estos, el 65% son de
origen latino o caribeño. Los países principales receptores de
inmigrantes son Estados Unidos y España. Este último, con casi 3
millones de inmigrantes, pasó de ser país tradicionalmente de
emigración, a un país receptor de inmigrantes.

Además de los 175 millones de migrantes internacionales, hay en el
mundo 24,6 millones de desplazados internos.

¿Por qué la gente debe migrar?

Según conferencistas y participantes, son diversas las causas que
provocan el aumento de las migraciones.

Para Oscar Chacón, de los Estados Unidos, las causas son el
empobrecimiento continuo, fruto de los cambios estructurales
neoliberales; el consumo desenfrenado de los países ricos, que motiva
a muchas personas a buscar el acceso al mismo en los países ricos; y
los desastres naturales. Para él, gran parte de los estadounidenses
ven a los inmigrantes como trabajadores o criminales, o terroristas en
potencia.

Recordaba también que en determinado sector de los Estados Unidos,
durante el siglo pasado, se leía en la entrada de los establecimientos
comerciales, “no es permitido el ingreso de perros ni de extranjeros”.

José Núñez, Director del Servicio Jesuita de Migrantes, de República
Dominicana, destaca que la existencia de tantos inmigrantes
indocumentados en los Estados Unidos de América, se debe a las
excesivas barreras impuestas en las fronteras; de la demanda de mano
de obra barata por los países más desarrollados; por la violencia y
conflictos en los países de origen; por los incentivos de algunos
gobiernos a la migración, debido a las importantes remesas que esos
emigrantes envían a sus países respectivos (por ejemplo, México recibe
por año 15 mil millones de dólares por ese concepto).

Dijo también, que siempre hubo migraciones, pero la novedad es la
forma como son tratadas. Finalmente señaló, que la causa profunda de
las migraciones, radica en las desigualdades entre países ricos y
pobres. El capital se puede mover para donde obtiene mayores
ganancias, sin embargo, para las personas, se levantan cada vez más
muros y se imponen legislaciones cada vez más restrictivas.

A pesar de estas situaciones, crece la conciencia de que todas las
personas tienen el derecho de ser ciudadanos y ciudadanas, en el lugar
donde se encuentren. Algunas ideas básicas surgieron con mucha fuerza:

-Es inaceptable reducir el derecho a la ciudadanía a una
circunscripción geográfica.

-Es necesario denunciar la mercantilización de las migraciones.

-Resulta imperioso construir una ciudadanía latinoamericana y una
amnistía migratoria general.

-Es inaceptable que los Estados por un lado privilegien los migrantes
más calificados, y por otro cierren los ojos delante de la migración
clandestina, cuando les resulta necesaria (como en el caso de la mano
de obra barata para las cosechas, es decir que se acepta a los
indocumentados porque se les puede pagar menos).

-Reconocer el derecho a migrar buscando una mejor calidad de vida.

-La regulación a través de leyes, no puede contemplar solo los
intereses nacionales, sino también el bienestar de todas las personas,
en especial la de los migrantes.

-Por más que sean reprimidas, las migraciones no disminuirán, ya que
las personas tienen el derecho de vivir en donde estén.

Las personas migrantes tienen derechos, y bajo ese enfoque hay que
replantear toda la temática relativa a los desplazamientos humanos,
teniendo en cuenta que los mismos se producen muchas veces por motivos
ajenos a las personas, en virtud del cual no es admisible victimizar o
culpabilizar a los migrantes, sino avanzar en la creación de
legislaciones capaces de garantizar la protección de sus derechos
fundamentales.