Declaración de los miembros de la Iniciativa de Pueblos Indígenas sobre Evaluaciones Bioculturales de Cambio Climático
Las y los participantes del taller sobre REDD y Protocolos Bioculturales organizado por la iniciativa de Pueblos Indígenas sobre Evaluaciones Bioculturales de Cambio Climático (IPCCA por sus siglas en inglés), de Ecuador, Panamá, India, Nicaragua, Perú y Samoa, reunidos los días 24 y 25 de noviembre del 2011 en Durban, Sudáfrica, para compartir conclusiones emergentes y analizar cómo REDD está afectando nuestros territorios para poder responder a través de nuestras evaluaciones. En nuestras discusiones, consideramos estrategias para abordar la justicia climática.
Nosotros, los Pueblos Indígenas denunciamos la grave situación que estamos enfrentando; la relación armónica entre humanos y la Madre Tierra ha sido quebrantada. La vida de las personas y la Pachamama se ha convertido en un negocio. Para los Pueblos Indígenas, la vida es sagrada, por lo tanto vemos que REDD y los mercados de carbono son una hipocresía que no pararán al Calentamiento Global. Para nosotros, todo es vida, y la vida no se puede negociar ni se puede vender en una bolsa de valores, hacer eso sería un riesgo grande y no resolverá la crisis ambiental.
A través de nuestras discusiones y dialogo hemos identificado los siguientes riesgos inherentes e impactos negativos de REDD, que alertamos al mundo:
1. REDD es una respuesta neo-liberal, impulsada por los mercados, que conlleva a la modificación de la vida y socava los valores holístico comunitarios y nuestra gobernanza. Es un enfoque neoliberal impulsado por procesos económicos como el libre comercio y la privatización por actores tales como el Banco Mundial, quienes son responsables por la destrucción de los bosques y el sustento de los Pueblos Indígenas en todo el mundo. El concepto de la “Economía Verde” es un medio para promover las tendencias de mercantilización de la naturaleza. Asimismo es un medio para imponer estrategias neo-liberales para el medio ambiente a los países en vías de desarrollo, que socavan los sistemas tradicionales de la tenencia colectiva de tierra. Los Pueblos Indígenas contamos con economías fuertes y autosuficientes, pero nuestras economías no se toman en cuenta. Los Pueblos Indígenas hemos usado nuestra sabiduría durante miles de generaciones para manejar los bosques en una manera que no puede ser cuantificada y a la cual no se puede poner precio. Mientras tanto, los países del Norte y sus políticas económicas han destruido el clima y el planeta, y, por lo tanto, tienen una deuda ecológica grande.
2. Las políticas y proyectos de REDD+ están apuntando hacia los Pueblos Indígenas y nuestros territorios porque contienen los últimos bosques del mundo. Las grandes empresas, organizaciones de conservación y agencias poderosas de los estados capturarán los beneficios, despojando la tierra con bosques y llegando a acuerdos injustos y manipulados con los pueblos indígenas de los bosques. REDD está creando conflictos, corrupción, desalojos y otras violaciones de derechos humanos. Calculando cuánto carbono se almacena en los bosques (monitoreo, reporte y verificación) es un proceso complicado y costoso, y los conocimientos indígenas no se toman en cuenta en el proceso. Como resultado, la mayoría abrumadora del financiamiento para REDD terminará en las manos de consultores, ONGs y comerciantes de carbono del Banco Mundial.
3. Los Pueblos Indígenas y las comunidades locales usamos nuestros propios sistemas de gobernanza, que incluyen leyes, reglamentos, instituciones y prácticas, para manejar sus bosques y territorios, mucho de los cuales son implícitos y parte de tradiciones orales y no escritas. Las políticas y los proyectos de REDD están socavando y violando los sistemas de gobernanza indígena. A través de los programas de “alistamiento” para REDD, los gobiernos nacionales están creando nuevas instituciones que concentrarán aún más el control sobre los bosques en las manos de las instituciones de los Estados y violarán los derechos y la autonomía de los Pueblos Indígenas. Estas nuevas instituciones no abordan los impulsores verdaderos de la perdida de bosques.
4. REDD encierra a los bosques, bloquea el acceso y el uso consuetudinario de los Pueblos Indígenas y comunidades locales a los bosques. Esto tiene impactos negativos sobre los conocimientos tradicionales relacionados al bosque, la soberanía y la seguridad alimentaria y los sistemas tradicionales de salud, que se pierden cuando las comunidades son manipuladas y forzadas a vender sus derechos a acceso y uso de los bosques.
5. Los impulsores de la pérdida de bosques y el despojo de tierras no se solucionarán a través de REDD. Los gobiernos que están elaborando las políticas de REDD también están promoviendo sectores económicos como la ganadería, bioenergía, minería, exploración petrolera y monocultivos agro-industriales que, irónicamente, son los impulsores principales de pérdida de bosques. En países como Ecuador, los gobiernos están promoviendo la exploración masiva de petróleo dentro de áreas de conservación de bosques.
6. El enfoque sobre carbono de las políticas de REDD promueve el establecimiento de plantaciones de árboles de monocultivo, incluyendo árboles transgénicos, e ignora los valores sociales y culturales de los bosques. Las instituciones como el Forest Stewardship Council legitiman esta tendencia al certificar la creación de plantaciones como “manejo forestal sostenible”. Las empresas multinacionales apropian las tierras que están en barbecho de los sistemas de agricultura rotativa y las destruyen al crear las plantaciones de árboles. En países como la India, REDD se ha convertido en un programa de expansión de las plantaciones de árboles que promueve el despojo masivo de tierras por ajenos, socavando el Forest Rights Act (Ley sobre Derechos al Bosque).
7. Los programas nacionales de compensaciones por la destrucción de biodiversidad y por emisiones, en particular en países grandes como la India y Brasil, son medios para implementar REDD. Grandes empresas contaminadoras, como las mineras e hidroeléctricas, pueden compensar los daños ambientales que causen a través de las plantaciones de árboles. Los Pueblos Indígenas y comunidades locales sufrimos en dos sentidos; sufrimos los daños ambientales causados por la contaminación, así como los impactos negativos de los proyectos que le compensen. Además, las organizaciones de conservación ganan de los proyectos de compensaciones, y así son incentivados a ignorar impactos negativos de las industrias.
8. Debido a los problemas de la línea de base, fuga, permanencia, monitoreo, informes y verificación que los formuladores de políticos no están dispuestos y no pueden solucionar, REDD+ está socavando el régimen climático. REDD+ viola el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas. Crea inequidades y permite el derecho a contaminar a los países desarrollados y sus industrias. El cambio climático hoy en día es una de las amenazas más grandes al sustento y modos de vida de los Pueblos Indígenas, y por esta razón, las falsas soluciones como REDD son una amenaza directa a la sobrevivencia de los Pueblos Indígenas.
REDD+ amenaza la sobrevivencia de los Pueblos Indígenas. Enfatizamos que los riesgos inherentes e impactos negativos no se pueden abordar y solucionar a través de salvaguardas u otras medidas de remedio. Insistimos que todos los actores involucrados en REDD deben respetar los derechos de los Pueblos Indígenas, y en particular el derecho al Consentimiento, Libre Previo e Informado. Sin embargo, advertimos que el cumplimiento del principio del Consentimiento, Libre, Previo e Informado no es una medida para resolver los impactos negativos de REDD y que este principio no se debe usar para justificar REDD. Asimismo el derecho a la libre determinación de los Pueblos Indígenas no se debe usar para justificar la destrucción de los territorios. Los Pueblos Indígenas no debemos comprometernos con un proceso que no nos respete.
Denunciamos la hipocresía de REDD+ y las promesas falsas que se han hecho. REDD+ es un enfoque basado en mercados a través del cual actores externos tratan de modificar lo que es sagrado para los Pueblos Indígenas: el patrimonio de nuestros ancestros y la garantía de la vida para generaciones futuras, no solo para los Pueblos Indígenas, sino para toda la humanidad. Muchos Pueblos Indígenas y comunidades no están al tanto de las amenazas e impactos que REDD trae, siendo eso una trampa política que al final conllevará a más cambio climático. Instamos a estas comunidades a que mantengan su integridad en este respeto.
Hacemos un llamado a todas la personas comprometidas con la justicia climática de apostar a la vida, y exhortamos a la comunidad mundial a tomar responsabilidad para reducir sus emisiones de gases del efecto invernadero donde se origen, y de rechazar a REDD, como solución falsa que crea una forma nueva de racismo climático.
Durban, Sudáfrica, 26 de Noviembre
- Gloria Ishigua, Ashiñwaka - Asociacion de Mujeres Sapara, Ecuador
- Marlon Santi, Sarayaku Runa, Ecuador
- Jesús Smith, Fundación para la Promoción del Conocimiento Indígena, Panamá
- Kaylena Bray, Seneca International, USA
- Alejandro Argumedo, Indigenous Peoples’ Bioucltural Climate Change Assessment initiative, Asociacion ANDES , Peru
- Kunjam Pandu Dora, Adivasi Aikya Vedika, India
- Nadempalli Madhusudhan, Anthra – Yakshi, India
- Jadder Mendoza, Miskitia, Nicaragua
- Fiu Mataese Elisara
- O’le Siosiomaga Society Inc., Samoa