Foro de los Pueblos Indígenas Minería, Cambio Climático y Buen Vivir
Volver al equilibrio con la Madre Tierra
Volver al equilibrio con la Madre Tierra, descolonizar el pensamiento y ejercer nuestros derechos
Panel Inaugural examina la crisis de la civilización y plantea construir y hacer realidad paradigmas alternativos basados en el Buen Vivir.
El Panel Inaugural del Foro de los Pueblos Indígenas Minería, Cambio Climático y Buen Vivir, planteó el retorno al equilibrio con la Madre Tierra, la descolonización del pensamiento y el pleno ejercicio de derechos para enfrentar la crisis de civilización y materializar los paradigmas alternativos sustentados en el Buen Vivir.
Con el título de “Crisis de Civilización y Paradigmas Alternativos”, el Panel Inaugural reunió a Carlos Mamani, boliviano, Presidente del Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas de Naciones Unidas; Donald Rojas, costarricense, Presidente del Consejo Indígena de Centro América (CICA); Alejandro Villamar, mexicano, de la Red Mexicana frente al Libre Comercio (RMALC); y Miguel Palacín Quispe, peruano, Coordinador General de la Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas (CAOI). La moderación estuvo a cargo de Carlos Aguilar, costarricense, del Diálogo de los Pueblos.
En su exposición, Carlos Mamani recordó que Pachamama significa Madre Tierra fecunda y fructífera. Y que en todo Suramérica los pueblos nos consideramos hijos de la Madre Tierra, surgidos de sus entrañas.
Esto en el ande. Los amazónicos hablan de la Maloka, que es la gran casa del mundo. Es como una gran casa de trece pisos, donde la comunidad vive como enlace entre los mundos de abajo y arriba, cada uno con seis pisos. Estos trece pisos están unidos con lianas.
El camino, dijo Mamani, está formado por normas, por leyes. Los pueblos indígenas somos caminantes y el camino es el cumplimiento de las normas que nos relacionan con la Pachamama.
Señaló también que la invasión europea, el saqueo, dio inicio a la riqueza y el capitalismo para los invasores, y a la exclusión y el racismo para nuestros pueblos. Contó que los conquistadores europeos mataban a las llamas para comer sus sesos y sus tuétanos, por eso estos camélidos casi desaparecieron. La llama era fuente de sustento, abrigo y transporte para nuestros pueblos.
Esto demuestra la diferencia entre una civilización súper consumista y nuestros pueblos que solo toman de la tierra lo que necesitan y mantienen una relación de reciprocidad y equilibrio con ella.
Subrayó que proponer la alternativa del Buen Vivir significa reconstituir nuestro pensamiento. Ejercer nuestros derechos a la autodeterminación, al autogobierno, territoriales y a la consulta y consentimiento libre, previo e informado.
Por su parte, Donald Rojas dijo que el modelo en crisis se basa en la extracción masiva de todos los recursos para la acumulación de las multinacionales, aumentando la pobreza de nuestros pueblos. Y generando un control político de los gobiernos, que dan normas que favorecen a esas empresas. Esto provoca un desequilibrio con la Madre Naturaleza, que trae consecuencias como el deshielo y los desastres climáticos. Para los pueblos indígenas, esto se traduce en hambre, pérdida de la identidad y expulsión de sus territorios, migraciones forzosas.
A lo anterior se suma, dijo Rojas, el hecho de que los Estados no están consolidados. Puso como ejemplo de ello el golpe de Estado en Honduras y los problemas limítrofes. “Además, los pueblos indígenas no aparecemos en el mapa de los Estados, salvo en Bolivia”, anotó.
Explicó que para los pueblos indígenas existen tres elementos en equilibrio: el cosmos, el suelo y los seres humanos. Y que son cuatro los elementos de esenciales de nuestra propuesta: “seguridad territorial, goce y manejo de nuestros recursos naturales, fortalecer nuestra identidad y nuestra cultura, fortalecer nuestra propia economía”.
Así, concluyó, el Buen Vivir no será solo un eslogan, será una práctica. Y volveremos a la igualdad.
Alejandro Villamar inició su exposición indicando que crisis es cuando las cosas no funcionan, es un punto de quiebre, una rama que se quiebra y no se cae.
“El mundo está organizado bajo la creencia de que si se usaba muchos combustibles fósiles, o se extraía mucho oro, todos serían ricos y desarrollados. Y la consecuencia es el cambio climático. En Centroamérica y México la mayor amenaza es el aumento del nivel del mar, producto de la desglaciación. Y se producen desplazados a quienes nadie recibe”, dijo.
Precisó que no es solo la crisis del modelo basado en combustibles fósiles. “Todos los valores están en crisis, los que nos metieron desde la colonia y con el modelo neoliberal. Las instituciones globales están en crisis: los bancos regionales, la propia ONU. El comercio mundial es injusto y de saqueo. Las clases políticas están en crisis, siguen creyendo que la inversión extranjera es el motor del desarrollo, bienestar y riqueza. Y nuestros pueblos sienten que esto no funciona”.
Podemos ver la crisis –subrayó- como una oportunidad: Si algo está en crisis y no funciona, pues hay que cambiarlo.
Planteó tener en cuenta tres D claves: descolonizar el pensamiento, democratizar la participación y la decisión y descentralizar la acción.
“La crisis es una oportunidad de construcción de alternativas, a partir de rescatar y recrear nuestras culturas. Porque no hay otro planeta y porque otro mundo no solo es posible sino necesario, hay que empezar a construirlo juntos”, concluyó.
El Coordinador General de la CAOI, Miguel Palacín, destacó que en los últimos años los pueblos indígenas hemos pasado de la resistencia a la propuesta y a la acción, del folclore al protagonismo político. Estamos reconstruyendo la historia, venimos de nuestra propia civilización, principios, filosofía, idioma, organización. Practicamos la complementariedad.
“Esta cosmovisión nos ha generado un modo de vida, una identidad. No somos como los norteamericanos y los europeos, pero quieren obligarnos a serlo, para ser “modernos”, para homogeneizarnos. Es un pensamiento individualista, hecho para la conquista, el saqueo, la acumulación, la competencia, la verticalidad y el militarismo. Dicen que tenemos un solo dios, que es hombre, un solo rey que también lo es”, señaló.
Este pensamiento ha entrado en una enorme crisis, dijo. Hay también una grave crisis climática producto del súper consumismo de los países ricos. Y a ellos solo les preocupa la crisis financiera, que pretenden solucionar dándole más dinero a los bancos. Y también quieren más consumo, por eso recurren a los agrocombustibles, desplazando cultivos esenciales y provocando una crisis alimentaria.
“En esta crisis los pueblos indígenas nos hemos hecho visibles, nos hemos ido juntando y casi se han borrado las fronteras entre nuestros países. Y hemos ido generando una agenda regional e incluso global con otros movimientos sociales. Estamos construyendo nuevos paradigmas”, expresó Palacín.
Es tiempo de riesgo y de oportunidad. Descolonialidad es desaprender lo aprendido y volver a nuestros saberes. Volver al equilibrio, entre las personas, con la naturaleza, entre las sociedades y con el poder. El Buen Vivir. Y lo construiremos en alianza con otros movimientos, finalizó.