II Congreso de la CAOI renovó estrategias frente a criminalización y militarización
Pleno ejercicio de la autodeterminación
En nuestros países, el neoliberalismo se impone violentamente, porque vulnera los derechos de nuestros pueblos y de la Madre Tierra. Frente a ello, el movimiento indígena y los movimientos sociales en general se movilizan y los Estados responden con la represión en sus múltiples formas.
Este es el origen de la criminalización de la protesta, frente a la cual la Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas (CAOI) ha desarrollado diversas acciones: una investigación en Colombia, Chile y Perú, publicada en un libro; demandas en foros internacionales, incluida una audiencia especial en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDEH) de la OEA; y la constitución de un Observatorio y Defensoría Jurídica propio.
La criminalización y militarización fue uno de los ejes de debate del II Congreso de la CAOI, que se reunió en Quito, Ecuador, del 11 al 13 de este mes. La Comisión de Trabajo que debatió este tema presentó sus conclusiones a la Asamblea Plenaria, que las enriqueció y aprobó. Aquí las entregamos.
¿Qué es la criminalización?
La criminalización es toda acción o actividad respaldada en hechos, palabras, leyes, decretos, señalamientos de los gobiernos, sectores militares y empresas para que seamos tratados como criminales, para que nuestras luchas sean desprestigiadas y los líderes sean eliminados y estigmatizados.
Los Estados criminalizan y militarizan para deslegitimar las luchas de las comunidades. Y lo hacen tanto con gobiernos “democráticos” como con dictaduras. Pero no solo la ejecutan los Estados: también las empresas transnacionales y las oligarquías, que financian grupos paramilitares privados.
La militarización, como ocupación territorial, rompe la vida social, cultural y económica de los pueblos en cuyos territorios se implanta. Impone controles y restricciones. Vulnera la autonomía. Afecta derechos constitucionales. Produce disputas. Viola la soberanía.
Detrás de la militarización, cualquiera sea su origen, están los intereses de quienes buscan mantener o tomar el poder: las guerrillas, por ejemplo, lo hacen para imponer su ideología; los Estados para defender los intereses de las empresas. La militarización, entonces, siempre está asociada a intereses económicos y políticos. Para justificarla, los gobiernos asocian a las comunidades con los movimientos terroristas, es decir, va acompañada de la estigmatización.
Para entregar los territorios, el agua y los bienes naturales de los pueblos indígenas, los gobiernos neoliberales no dudan en propiciar la instalación de bases militares extranjeras, como se ha hecho en Colombia. Y para criminalizar el ejercicio de derechos, dictan normas que penalizan la protesta.
Estrategias
Para enfrentar la criminalización y la militarización, la CAOI potenciará su Observatorio y Defensoría Jurídica, para continuar incidiendo ante los organismos de la OEA y la ONU, mientras exigimos en cada uno de nuestros países el cumplimiento de instrumentos internacionales como el Convenio 169 de la OIT y la Declaración sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas de Naciones Unidas.
Los integrantes del Observatorio de la CAOI en cada país actualizarán dos registros: uno de abogados indígenas y el otro de los líderes indígenas procesados y sentenciados. Asimismo, elaborarán un manual de diplomacia indígena para que las organizaciones de base conozcan los procedimientos y mecanismos de presentación de informes y demandas en los organismos internacionales.
La incidencia ante los Estados y en foros internacionales se dirigirá también a denunciar a los gobiernos por las muertes de dirigentes y autoridades indígenas, por corte de juicio y libertad a los procesados y sentenciados, por la derogatoria de las normas que criminalizan la protesta y de aquellas que entregan los territorios de los pueblos indígenas, privatizan el agua y los bienes naturales.
La CAOI además promoverá la creación de Comisiones de la Verdad y la Reparación en los países donde la criminalización y militarización son más graves, como Colombia, Chile y Perú. En particular, para investigar la Masacre de Bagua, perpetrada en la amazonía peruana el 5 de junio del 2009.
En todas estas acciones, la autodeterminación de los pueblos será el principio y base de lucha. Lo que significa también que trabajaremos por el fortalecimiento de la identidad y de la autonomía de nuestros pueblos indígenas.
COORDINADORA ANDINA DE ORGANIZACIONES INDÍGENAS – CAOI
Bolivia, Ecuador, Perú, Colombia, Chile, Argentina