Honduras: Carta para Erick
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Tegucigalpa, 8 de mayo de 2012
Mayo es un mes de lluvias y flores, un mes que debiera ser primavera pero que para nosotras, habitantes del trópico siempre es verano. Estos días de mayo nos encontraron siempre ocupadas, siempre atentas y sin embargo tan desprevenidas como siempre para el dolor, ese que en la medida de lo posible alejamos. El dolor nos encontró a unas en la oficina, a otras en un mundo virtual y a otras en las experiencias compartidas, en las caminatas, en los festejos que ahora son recuerdos. Erick Martínez, es ahora nuestro dolor. Un dolor que se suma a otros dolores que nos acompañan desde el Golpe de Estado, un dolor que cae como la lluvia y no cesa.
Pensamos hacer un pronunciamiento, copia fiel de las decenas que hemos escrito, solidarizándonos otra vez, con las familias, con sus compañeros y compañeras del Movimiento de Diversidad, con Los Necios, con las personas que lo amaban, como muchas de nosotras lo amábamos. Queríamos escribir un pronunciamiento exigiendo justicia, esa que sí ansiamos y nunca llega, pero nos pareció vano, impotente reflejo de nuestros sentimientos y reclamos, palabras vacías que se quedan en el aire.
Por eso decidimos hacer esta carta, para honrar su vida. Para decir que desde nuestras luchas Erick sigue vivo en cada paso, en cada calle, en cada esquina y avenida. Y que el mundo puede estar sordo, pero vamos a gritar como antes, que su muerte, unida a muchas otras fue un asesinato, un crimen de odio que pensamos se ha convertido en una política de Estado o del No-Estado que es nuestra Honduras. Una política ejecutada por militares, policí