La ejecución de Santos Domínguez
Honduras un país secuestrado por su policía
La OFRANEH, condena la ejecución sumaria del indígena Lenca Santos Alberto Domínguez Benítez, de 24 años, acontecida el pasado primero de mayo, en la comunidad de San Bartolo, a manos de elementos del Ministerio de Seguridad, es una señal inequívoca de la sórdida crisis que padece Honduras a manos de su policía.
Honduras lo han convertido en el país más violento del mundo, con un promedio de 86 asesinatos por cada cien mil habitantes. Vivimos en un estado putrefacto, al mismo tiempo que se encuentra ocupado por tropas extranjeras y los carteles de la droga.
El pueblo Lenca a traves de su organización el COPINH, han vendido defendiendo de forma acérrima, su territorio ancestral; el cual además de ser ocupado por latifundistas, se ve en la mira de las empresas mineras y familias que se dedican a la destrucción de los ríos, para la producción de energía hidroeléctrica.
A raíz del golpe de estado, promovido por ultraderecha estadounidense y la elite de poder nacional, se incrementó la violencia en el país, con 8 veces el promedio mundial de asesinatos. Al mismo tiempo que los elementos asociados al Ministerio de Seguridad son participes de asesinatos y un abierto contubernio con el crimen organizado.
La imposición del estado fallido en el conocido como triángulo de la muerte, forma parte de una política imperial con el propósito de incrementar la presencia de las fuerzas de ocupación, las que tiene a su procónsul instalado su oficina dentro de la casa presidencial en Tegucigalpa.
Mientras tanto, la quema de presidios, robo de arsenales y eliminación física de opositores al régimen, forma parte del menú que nos devora a los hondureños y hondureñas, quienes nos encontramos secuestrados por nuestras propias fuerzas de seguridad, en un país donde el sistema de justicia colapso.
La ejecución de Santos Domínguez frente a sus familiares, al oponerse al allanamiento de la casa de su madre, probablemente será sepultada por los medios de comunicación sistémicos, a favor del régimen heredero del golpe de estado y promotores el mismo.
Ante esta escalada represiva y de violacion a los derechos humanos, queda mas claro que nunca que la lucha de los pueblos indígenas y negros del país, sumada a la de los campesinos sin tierra (más de 600 mil familias), trabajadores exprimidos por las maquilas, gremio magisterial acosado, debe desembocar en la asamblea constituyente que tanto le temen los sirvientes del imperio.
La Ceiba, Atlántida, 2 de Mayo del 2012
Organización Fraternal Negra Hondureña, OFRANEH