Camino hacia la Constituyente, año 2012, día 2

2012-02-03 00:00:00

Lunes 30 de enero del 2012, día de luchas combativas con los Invencibles Caminantes hondureños por el retorno de la democracia. Hoy se cumplen 733 días del Gobierno nacionalista de Porfirio Lobo Sosa (Pepe Lobo), 2 años y 3 días en que el hondureño está inmerso en una debacle económica, social. Este régimen heredero del golpe de Estado militar perpetuado contra el legítimo Presidente de Honduras, José Manuel Zelaya Rosales (Mel Zelaya), es producto de unas elecciones más negras y abultadas en toda la historia hondureña, que solo ha servido para tratar de lavar el golpe de Estado militar; los oligarcas golpistas necesitaban urgentemente de una persona que siguiera el camino trazado por ellos y lo encontraron en un nacionalista que le queda muy grande la camisa presidencial de Mel Zelaya y proclamando un gobierno de unidad nacionalista, enarbolando la bandera del socialismo cristiano, lo único que ha hecho, y muy bien por cierto, es hundir aún más en el caos a este país, está tan hundido que cuando alza la vista desde el lugar en que se encuentra, tan solo alcanza a ver el fondo del barril. No es que las Crónicas sean tercas opositoras a este régimen y exageramos las cosas, sino que simplemente decimos la verdad. Para muestra lo siguiente; este fin de semana pasado se contabilizaron 23 muertos en todo el país, y en hoy, en la entrada a la colonia Centroamérica Oeste a bala viva asesinaron a un taxista. Trabajo no hay, la impunidad sigue su curso incontenible, la represión continúa, los Derechos Humanos son pisoteados las 24 horas, el Estatuto del Docente y el Código del Trabajo han sido quebrados, las privatizaciones están a la orden del día, los recursos naturales son vendidos a cada momento, la soberanía del territorio hondureño ha sido vendido con las Ciudades Chárter o Ciudades Modelos, no existe la libre sindicalización y quien lo intente siquiera se queda sin trabajo. Han sido 733 días que no vemos clara la luz del día, pero eso está a punto de cambiar, pues el pueblo unido y organizado en el Partido Libertad y Refundación libre, ha comprendido que las elecciones son la única vía posible hacia la Refundación y hacia ese objetivo se encamina sin vacilar, sus cuadros están listos para la toma del poder político en las futuras Elecciones Generales del 2013, cuando la historia registre que una mujer, una dama, Doña Xiomara Castro asuma el poder de la nación morazánica para transformarla en beneficio de nuestros hijos y sus descendientes.
 
CONFERENCIA DE PRENSA DEL FNRP EN EL STIBYS, PARA DAR A CONOCER SU POSICIÓN RESPECTO A ESTOS 733 DÍAS DEL RÉGIMEN DE PORFIRIO LOBO SOSA
11:50 a.m. Se inicia la conferencia de prensa con las palabras de bienvenida y dirigida la misma por la periodista Pety Sierra.
11.52 a.m. La Caminante Gloria Oquelí de Macoto leyó el comunicado del FNRP que literalmente dice:
Dos años perdidos, el fracaso inevitable y una sola alternativa: "LIBRE"
 
Posicionamiento del FNRP – Libre, con respecto al desempeño del gobierno de Porfirio Lobo Sosa
 
 
Al cumplirse dos años de la gestión de Porfirio Lobo, se hace obligatorio evaluar el cumplimiento de los objetivos del “Gobierno de Transición”, según los cuales, después del cruento golpe de estado debía estabilizarse la situación política, menguarse la crisis económica y social, así como legitimarse las instituciones públicas.
 
El momento es propicio, pues se empieza a vivir el país un intenso ambiente político de cara a las próximas elecciones de 2012 y 2013, que de acuerdo a los voceros de la élite empresarial que controla el Estado, traerá el anhelado fin de la crisis que vive la sociedad hondureña.
 
Honduras: ¿Un Estado fallido?
 
Veinte años de aplicación de políticas de libre comercio y desregulación del mercado, interrumpidas sólo durante la gestión del Presidente Manuel Zelaya Rosales, han configurado una situación económica alarmante, que se ve empeorada por el impacto del golpe de Estado y la pésima gestión del Partido Nacional.
 
El derrumbe del Producto Interno Bruto en 2009 (-2.1%), la consecuente reducción de los ingresos del Estado (-13%), así como una disminución importante de la inversión, la contracción del consumo y el aumento del desempleo, son problemas que no ha podido superar la administración actual a cargo del Partido Nacional.
 
A esto debe sumarse las consecuencias de la ineficiente gestión gubernamental y el escandaloso latrocinio de los bienes públicos, que hacen que el gobierno se vea en serios aprietos para cubrir su gasto corriente y abandone la inversión social.
Como resultado de todos estos factores, Honduras es unos de los 2 países en Latinoamérica donde en los últimos 3 años (2009 al 2011) ha aumentado la pobreza. Con la juventud siendo la más afectada.
 
Sin embargo, la crisis no afecta a todos por igual. Como es natural en el sistema capitalista, y sobre todo en su fase más despótica, la neoliberal, mientras las capas medias y pobres de la población ven empeoradas sus niveles de vida, la oligarquía continúa acumulando capital.
 
Las políticas económicas aplicadas por el Estado al servicio de la élite empresarial garantizan la transferencia de las riquezas desde los más pobres hacia los más ricos. Si originalmente las sociedades mercantiles captaban el 31 por ciento del ingreso nacional, la aplicación de las acciones de política económica del Estado empresarial y la actuación misma de la élite en el contexto creado por esa política, posibilitaron que su participación ascendiera al 52 por ciento. En contraste, los asalariados y las empresas familiares vieron disminuida su participación dramáticamente.
 
Destruyendo los derechos sociales y las conquistas populares.
 
Una parte esencial del paquete de medidas neoliberales recomendadas por el FMI y aplicadas por Porfirio Lobo, es el sistemático desmontaje de derechos adquiridos por la clase trabajadora conseguidos después de décadas de lucha.
 
Cada vez más, el Estado se distancia de su obligación de proveer los derechos básicos como salud y educación, obligando a las personas a recurrir a servicios privados o simplemente a abstenerse de usarlos.
 
La eliminación del Estatuto del Docente, la intervención del INPREMA, la aprobación de la Ley de empleo Temporal, la derogación del decreto agrario 18-2008, la amenaza de continuar con la privatización de la salud y la administración de las aduanas y los puertos, el potencial asalto a los fondos de pensiones de los empleados públicos, son todas medidas que se llevan a cabo para “atender las necesidades que dictan los mercados”, eufemismo usado para ocultar el despojo acelerado a las y los ciudadanos de bienes, servicios y derechos adquiridos.
 
Como resultado, en estos últimos dos años Honduras estancó su Índice de Desarrollo Humano y empeoró sus posibilidades de cumplir con los objetivos del milenio para el 2015.
 
Ilegitimidad total de las instituciones públicas
La característica principal de este período es la ingobernabilidad; expresada en el desprestigio de las instituciones públicas, el mínimo nivel del control del Gobierno Central y la constante contradicción entre funcionarios de alto rango.
 
La supuesta integración de un “Gobierno de Unidad Nacional”, que hoy se sabe fue un mandato de la Embajada Norteamericana, resultó en un fiasco, pues se incluyeron en el gabinete los mismos sectores coludidos con el golpe de Estado y marginalmente, otros serviles políticos de partidos parasitarios.
 
En teoría, el Partido Nacional debía mantener control férreo dentro de los poderes del Estado, con los cuales realizar una gestión ordenada y con suficiente margen político como para llevar a cabo un programa de Gobierno de acuerdo al interés de renovar la imagen de las instituciones de gobierno, convirtiéndose en un factor de estabilización social.
 
Sin embargo, la verdad termina siempre por emerger, y muy pronto se hicieron notar la inconsistencia ideológica y la bancarrota moral de la oligarquía que dirige el Partido Nacional al no haber en los dirigentes ninguna intención o acuerdo mínimo por lograr el bien común de la sociedad, el régimen se descompuso en una serie de proyectos mezquinos que buscan sólo una buena plataforma política para la siguiente contienda electoral o un puesto para llenar sus bolsillos a costa de los bienes públicos.
 
El propio Porfirio Lobo, en su mensaje a la nación de este año, aceptó su impotencia de controlar esta situación, limitándose a pedir a sus ministros y miembros de otros poderes del Estado, discreción al momento de entrar en campaña.
 
No existe institución pública o poder del Estado en el que el pueblo tenga credibilidad: la Corte Suprema de Justicia, el Congreso, el Ministerio Público, el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos, las fuerzas de seguridad y defensa; todos son identificados por la población como cómplices del crimen del golpe de Estado de 2009 y como instrumentos de la elite dominante cuyos intereses están contrapuestos a los de las mayorías.
 
Sucede lo mismo con otras instituciones no estatales, como las grandes empresas religiosas o las corporaciones mediáticas, que solían validar y prestigiar el sistema económico, social y político, pero con su descaro de encubrir y apoyar el crimen ven reducido drásticamente su nivel de incidencia en el pueblo.
¿Trabajo y Seguridad?
 
A pesar de que la crisis es generalizada en todos los órdenes de la vida nacional, son paradójicamente las promesas de campaña de Porfirio Lobo -Trabajo y Seguridad- dos de los factores principales de descrédito de su administración.
 
En cuanto al trabajo, las estadísticas indican el aumento creciente del desempleo abierto y el subempleo visible, con el agravante de la pérdida de calidad de los puestos de trabajo como consecuencia de leyes que permiten y hasta promueven la precarización y la tercerización laboral.
 
Los pronósticos no son más halagüeños, se espera al empeoramiento de esta situación debido a la disminución de la inversión, la tendencia a la reducción del aparato de gobierno y, sobre todo, la continuación por dos años más de políticas enmarcadas dentro del modelo neoliberal ya fracasado .
 
Violencia; violación a los derechos humanos, Inseguridad y miedo
 
El problema de la vilipendia e inseguridad ciudadana el más sentido por el pueblo, que se encuentra en completa indefensión ante la incompetencia del Estado para brindarle protección. Honduras esta calificado hoy como uno de los países más peligrosos del mundo, penosa situación a la que llegamos por el rompimiento del orden constitucional y ha ido empeorando a pesar de la instalación de la administración de Lobo Sosa.
 
Asesinatos, narcotráfico, robos y extorción son parte de la cotidianeidad de las y los hondureños. La percepción generalizada es que esos problemas no podrán ser resueltos por autoridades coludidas con el crimen organizado.
 
Por el contrario, la constantes violaciones a los derechos humanos y la impunidad de que gozan los autores del golpe y los