Seguimos.. SÍ.. paramos.. ¡NO¡

2011-04-29 00:00:00

Hoy el sol  salió con tanto ánimo en esta tierra esperanzana que una sólo puede quedarse como garroba disfrutando de su caricia, y luego seguir con la asamblea. Hoy, las y los compas que ayer llegaron desvelados pudieron descansar y lucen con más sonrisas, se incorporan otros compañeros. La cipotada juega en el patio con más confianza y Miguel Àngel, de siete años, ha reproducido las hortensias del jardín de Utopía en unos cartoncitos de colores que sobraron de la presentación, sus hortensias son tan hermosas como las que lucen en el patio.
 
La asamblea Nestor Ovidio Zúniga concluyó ayer con un video que informa de la lucha del pueblo mapuche: pueblo insurrecto de todos los tiempos, inspiración nuestra. Antes del video y después de los plátanos con mantequilla y los frijoles con arroz, y una que otra tortilla con cuajada, se había leído el informe narrativo. Una chorrera de actividades, encuentros,  talleres y producciones que ha hecho el COPINH desde enero del año pasado. Se lee más o menos rápido, igual se plantean desafíos y debilidades. Lo cierto es que en esas páginas no se cuenta la incontable cantidad de trabajo, energía, valor, esperanza y rabia que ponen las copinas y los copines para echar adelante su organización  y movilizar cuerpos y pensamientos en la perspectiva de transformación radical de este país: la refundación nacional.  La lista de las actividades se completó con la participación de la asamblea, y se hicieron las preguntas sobre acciones o conceptos que no eran claros, se hizo una valoración política sobre la pertinencia de las actividades y su impacto en la acción política. Desde aquí se van a perfilar las rutas que hay que mantener para el próximo período.
 
Hoy, desde temprano y después de hacer un resumen colectivo del día de ayer, se distribuyó el informe financiero. Esta es una práctica común en la organización, nos dicen. Quienes participamos de la asamblea y hemos sido parte de otros espacios no hemos visto muchas veces esta práctica. Con copia de cada proyecto y un condensado organizacional, se ponen las cuentas en la mesa, todo el pisto a la vista de todos los ojos. Se reparte el material impreso, una copia para cada quien de cada proyecto, que pueden llevar a su comunidad. En grupos los y las asambleístas leen y discuten y ponen en público todas las preguntas y dudas. Comentamos,  mientras tomamos chocolate caliente, que nunca hemos sabido cuánta es la riqueza en este país, (sólo nos repiten que somos pobres, o eso dicen los ricos) ignoramos cuanto entra en las cuentas públicas, cuánto se gastan los presidentes, los ministros, los diputados, cuántos carros, cuanto combustible, cuántas dietas. Ellos no se sienten obligados a dar cuentas y nosotros no nos sentimos legítimas para pedirlas. Una compañera comenta que ella fue parte de una cooperativa y que cuando preguntaba detalles sobre gastos la regañaban diciéndole que porqué era tan metiche.
 
Pues aquí, la transparencia es práctica, se lee cuánto gana cada quién y cuáles son los bienes, hay unas cajas con todas las facturas por si alguien quiere revisarlas. También queda claro que el trabajo político cuesta mucho esfuerzo, conocimiento y dinero, y que se requiere gran convicción y esfuerzo para mantenerlo  a flote. En el grupo hay gente que sabe mucho de contabilidad, la mayoría no sabemos nada. La asamblea nos permite aprender sobre finanzas, y sobre todo lo sencillo y necesarios que es actuar con honestidad y dar cuentas claras.