“Diálogo o Insurrección"

2011-01-12 00:00:00

Pareciera ser que nuestro gremio magisterial todavía no se ha dado cuenta que después del 28 de junio del 2009, en donde la oligarquía hondureña le apostó  por un golpe de Estado militar, las cosas en nuestro país cambiaron radicalmente. Aquellas grandes luchas reivindicativas que en antaño realizaba la clase popular no tienen cabida en el nuevo orden de cosas; claro está,  que  pretender aquellos mismos resultados se sale del marco lógico que la realidad nos expresa.  El régimen golpista no rompió el hilo “democrático”, simplemente como dicen ellos, para defender el orden constitucional, sino que se atrevió a realizar tan ilegitima e ilegal acción para destruir todas aquellas conquistas  que al movimiento social  le ha costado,  en el transcurrir de los años,  lágrimas, sudor y sangre;  y como dicen en el argot popular  “para muestra un botón”  todo lo negociado erróneamente por el movimiento social con este régimen defacto ¡sencillamente ha ido a parar al cesto de la basura!,  no siendo ajenos, a esta misma circunstancia,  los maestros y maestras que conformamos  el Sistema Educativo Nacional.
 
Quién no sabe, por ejemplo, que los Directores Departamentales, aún a pesar de irse a una huelga de hambre, después de ser destituidos ilegalmente ¡jamás regresaron a sus puestos!, no digamos aquellas maratónicas reuniones de nuestra dirigencia magisterial con las tenebrosas comisiones nombradas por el tal Porfirio Lobo Sosa,  en donde en la oscuridad de la noche, y aún, con el olor a la sangre derramada de nuestros compañeros y compañeras,  se negociaba descaradamente la dignidad de nuestro combativo gremio.  ¡No valieron los golpes, las heridas, los gases lacrimógenos de que fuimos víctimas! ¡El maldito dinero se impuso a la razón, a la conciencia y a la solidaridad; en  contra de  muchos compañeros y compañeras a quienes se les  han   violentado  sus derechos fundamentales como: el trabajo, la alimentación, la salud y  otros más,  que le son inherentes por su condición de ser humano!  A todo esto sumémosle la aprobación de leyes como: La  desindexación del Estatuto del Docente al salario mínimo, entre otras.
 
Después de someternos a la burla del régimen y a la traición de nuestra dirigencia, nos preguntamos:     ¿Qué pasará  ahora que se avecina un nuevo año lectivo, en  el que el régimen después de no cumplir ninguno de los compromisos firmados el año anterior  se apresta a municipalizar la educación, en donde le ha entregado el poder de contratar nuevos maestros a un ministro de Educación que se le olvido su condición de maestro y se convirtió en un perro de garra más del golpismo?  ¿Será que habrá que volverse a sentar a “dialogar”  nuevamente con Callejas,  Corrales Álvarez y Leónidas Rosa Bautista?   ¿A qué dirigentes les toca su turno para hacerse millonarios? ¿A cuántos de nosotros los y las maestras de base,  nos toca de nuevo “la calidez” de un garrotazo o “la suavidad” de una bomba lacrimógena?
 
¡Pecaríamos de ingenuos volver aceptar los diálogos vacíos con este régimen!  Peor aún,  ¡que nuestras demandas vuelvan a ser instrumento de enriquecimiento para la mayoría de nuestra desprestigiada dirigencia! Deberemos entender que cuando se negocia con delincuentes, como los que hoy dirigen el Estado, el resultado de dichas acciones seguramente terminaran en engaños y en la más profunda de las frustraciones de nuestro querido gremio.
 
Tomando en cuenta que,  se nos mira y somos uno de los pilares fundamentales de la resistencia hondureña, nuestro discurso obligatoriamente debería ser consecuente con nuestro accionar, decimos esto en el sentido de que si nos declaramos no reconocedores de este régimen defacto, necesaria u obligatoriamente nunca, pero nunca, deberíamos entablar relación alguna con dicha estructura ilegal;  peor aún,  cuando nos han asesinado más de una decena de compañeros y compañeras; no han golpeado y humillado, a casi todos y todas,  hasta el cansancio, simplemente porque no hemos tenido el coraje suficiente de entrar o dirigir desde la base un verdadero proceso insurreccional que expulse de una vez por todas, primero a nuestra dirigencia traidora y corrupta, y después  a los usurpadores del poder que hoy dirigen institucionalmente a nuestro País.
¡Compañeros y Compañeras, no vayamos al “diálogo”… nuestra ruta es: INSURRECCIÓN MAGISTERIAL! 
 
Movimiento Magisterial de Bases de la FOMH - MMBF