Sexto pronunciamiento: ¡La lucha continúa: Abajo la dictadura militar-civil!
¡SÍ A LA CONSTRUCCIÓN DE LA DEMOCRACIA OBRERA-CAMPESINA!
Nosotros, estudiantes universitarios miembros de la Coordinadora Universitaria de la UNAH-VS (CU-UNAHVS), tras la reedición del golpe de Estado con la farsa electoral, nos volvemos a pronunciar:
1. Denunciamos la represión policial-militar-judicial, violencia de Estado en contra de manifestantes desarmados del movimiento de la Resistencia, violencia visible y colectiva en las calles o terrorismo para-represivo de acoso, asalto y desaparición selectiva a miembros clave de las organizaciones populares. Repudiamos que ayer, día nefasto de la farsa electoral, se ejecutó el ataque por las fuerzas represivas contra la población civil organizada y transeúnte que nos encontrábamos en la “Plaza La Libertad” de San Pedro Sula, donde compañeros universitarios nuestros fueron severamente golpeados y encarcelados, posteriormente dejados libres por las gestiones de profesionales del derecho afines a la Resistencia.
2. Declaramos que la farsa electoral que culminó con el mayor fraude en los comicios visto por las generaciones de hondureñas y hondureños vivos, es la reedición electorera y mediática del golpe de Estado del 28-Junio y la plataforma política sobre la que se asienta la dictadura militar-civil presidida pero no regida por el de facto Porfirio Lobo Sosa, dictadura que se consolida en brazo estatal de los grupos de poder económico: la oligarquía empresarial-terrateniente, ferviente servidora del Imperio de los Estados Unidos de Norteamérica.
3. La democracia burguesa en este país avanzó en su giro al fascismo, bajo el guión dictado por el “poder inteligente” (smart-power) de la hollywoodense administración Obama, forma gubernamental del poder corporativo que ejercen los gigantes monopolios transnacionales, quienes controlan una maquinaria explotadora de masas de trabajadores y la depredación de extensos recursos naturales del planeta. Este poder corporativo monopólico global crece y concentra riquezas mientras va disolviendo las fronteras de los estados nacionales a través del neoliberalismo, y no conoce más leyes que las de la explotación humana, el lucro económico y la especulación financiera sin distinciones de nacionalidad ni de cultura.
4. Reconocemos que las estimaciones más serias apuntan que el abstencionismo es la mayor masa política con una proporción cercana al 65% de la población en edad de votar. En ella se cuentan las y los emigrantes trabajadores y pequeños emprendedores que con sus remesas sostienen desde el exterior no menos de un tercio del comercio y la banca interiores. El resto de ausentes en las urnas pertenecemos a las clases explotadas en el país: obreros y empleados privados y públicos de las zonas urbanas, obreros agrícolas y mineros de las zonas rurales, campesinos, amas de casa, trabajadoras domésticas, pequeños comerciantes, microempresarios y artesanos, que producimos con nuestro trabajo los servicios y productos de la economía nacional y que nos arrebata el mercado capitalista con sus leyes de ventajas para el que más tiene y ganancia para el que más acumula; dejándonos a cambio bajos salarios, deudas, desgaste humano, pérdidas y muerte prematura por el encarecimiento del costo de la vida y la otra delincuencia que no es de cuello blanco.
5. La mayor parte de las clases explotadas, masa pluralista en Resistencia, aún no conformamos la fuerza política para la que tenemos todo el potencial de alcanzar. Sólo una dirección revolucionaria, con conciencia de clase, internacionalista, de principios claros y firmes, que conserve esa pluralidad pero que coordine hacia la unidad en las acciones, que no se entregue a ningún caudillo reformista ni falso revolucionario; sólo una organización democrática obrera-campesina, incluyente con todos los sectores explotados, que construya y que no renuncie a un programa social y económico revolucionario, que no concilie con los explotadores, que no negocie espacios de poder burgués sino que construya poder popular desde la base para la constitución de otro Estado, regido por nosotros los productores, no por las élites parásitas; una sociedad donde el capital que ya se produce socialmente también sea de propiedad social-colectiva y se invierta socialmente para resolver las necesidades del pueblo; sólo ese camino es el de la verdadera emancipación, soberanía y democracia.
San Pedro Sula, 30 de noviembre de 2009.
CU UNAH-VS