Hoy más que nunca son necesarias las marchas

2009-09-25 00:00:00

Dejar solo al Presidente Mel Zelaya en esta nueva fase de la lucha contra el golpe de estado es un error craso. Hoy más que nunca se necesitan las marchas y las actividades generales de la Resistencia para poder negociar con la masa popular exigiendo sus derechos ganados en 91 días de incesante lucha, en donde el pueblo ha puesto muertos, heridos, golpeados, presos  y desaparecidos.
 
Quienes comentan los abrazos de los dirigentes políticos traidores al pueblo, deben saber que en toda negociación, la apertura se hace intercambiando palabras y voluntades de acercamiento para resolver la crisis.
 
El Presidente ha establecido al menos dos importantes propuestas: la restitución y la reforma constitucional, referida a la instalación de la Constituyente.
 
El proceso será difícil, pero, si el pueblo se derrumba anímica e ideológicamente entonces la negociación para los golpistas será más fácil. Se trata de medir fuerzas, territorios, piezas, principios y metas.
 
No se negocia sin fuerzas que respalde la razón histórica. Ellos están proponiendo una negociación en donde al menos quedan fuera algunos avances de la lucha popular: la constituyente  y la restitución. Además se negocia con  un  ejército que arremete el espacio físico de la embajada de Brasil, con el agravante siguiente,  que el Presidente Mel se encuentra encarcelado en un espacio completamente inadecuado para la negociación.
 
Ya el Presidente nombró a los negociadores, todos ellos pertenecientes a  la dirección de la Resistencia Nacional. Sin embargo, sin movilización las negociaciones de parte de la Resistencia y el Presidente, son casi nulas.
 
Ya el líder cubano Fidel Castro ha sido claro, aquí se gesta una revolución, y ésta no puede desmontarse en medio del proceso de negociación, es entonces cuando más debe arreciar la lucha popular de masas para obligar al ejército y a la policía a que tengan un trabajo que realizar sin focalizarse en la Embajada.  Las instrucciones del presidente

Mel Zelaya son estas precisamente, que el pueblo se manifieste en derredor de sus propias conquistas y puntos que deberá contener la negociación en trámite.
 
Lo demás es forma: abrazos, sonrisas, apretones de mano, fotos, etc.
 
No se debe perder la perspectiva, puesto que el camino andado lleva más allá de la mitad de las conquistas populares. Rendirse ahora es entregar la utopía social a los golpistas,  traidores a la patria.